Autocrítica
Borja García: «Mi aportación está siendo escasa»
Quizá sus pensamientos, su forma de recordar la temporada 2011-12, no disten mucho de los de gran parte de la afición. Aquél fue el año del del playoff, el del Córdoba como equipo revelación, el de Paco Jémez y su fútbol-arte... Pero, además, fue la temporada de Borja García y sus 19 goles -dos de ellos en Copa-. Esa idea sigue arraigada en la grada de El Arcángel y, según las palabras del propio jugador, debe estarlo también en su cabeza. «Espero dar mucho más al equipo porque mi aportación está siendo escasa», reconoció el atacante madrileño en rueda de prensa.
Borja vivió su mejor año deportivo a orillas del Guadalquivir y, tras un paso de dos temporadas por el Castilla, espera reencontrarse con su mejor versión en el club que más ha brillado. De momento, este año, sólo puede presumir de ser uno de los tres únicos goleadores del equipo -junto a Ekeng y Cartabia (2)-. Pero no lo hace. Prefiere la autocrítica o, más bien, la autoexigencia. Albert Ferrer, durante las siete primeras jornadas, ha confiado en las capacidades del «19», al que ha dado minutos por delante de otros jugadores ofensivos de calidad, como Fidel o Fede Vico. Aunque lo cierto es que el técnico catalán del Córdoba continúa en su búsqueda de un once tipo, de una fórmula para ganar.
Las ideas del entrenador blanquiverde aún no han terminado de llegar a los espectadores, pero, según las palabras de Borja, serán fundamentales para conseguir una primera victoria que debe dar «confianza» al equipo. «Morir» por esas idas de Ferrer o «llevar el control del partido» fueron dos de los argumentos que reivindicó el futbolista califal para ganar al Málaga el sábado.
Borja también trató de poner nombre a las carencias del conjunto cordobesista, al que le faltó «oficio» para llevarse los tres puntos en Getafe. Pero hay algo mucho más concreto: el «gol». El ex del Rayo Vallecano dejó claro que asumirá su parte de responsabilidad para que la vanguardia del equipo funcione mejor, se generen más ocasiones y, con suerte, pronto se pueda poner punto y final a esa mala racha de cara a puerta. «En cuanto en un partido entren dos, se acabará», opinó. Algo así ocurría no hace tanto en el Córdoba, en los tiempos en los que él hacía el cangrejo.