Tribunales
El exalcalde de Encinarejo, condenado a prisión tras 15 juicios
Este fallo, el undécimo que le declara culpable de irregularidades, puede llevarle a la cárcel
Después de haberse sentado en el banquillo de los acusados hasta catorce veces y haber sido condenado en una decena de ocasiones, el exalcalde de Encinarejo Miguel Martínez Múrez ha vuelto a ser declarado culpable, ahora, por un delito de prevaricación y falsedad documental. Y ésta vez, la undécima, podría acabar tras los barrotes. Eso sí, todavía puede recurrir la resolución de la Audiencia Provincial ante el Tribunal Supremo. Pero su libertad pende de un hilo.
El último dictamen, emitido por los magistrados de la Sección Segunda del tribunal provincial, considera probado que, para acometer la obra denominada «Construcción Torre Mirador Panorámica», igualmente conocida como «Adaptación del antiguo deposito de aguas a Torre Mirador», Martínez Múrez propuso solicitar una subvención a la Junta de Andalucía.
Para ello, tras la adjudicación de la obra a una empresa, «por procedimiento de contratación abierto de tramitación urgente» solicitó a su representante legal una factura, que éste entregó como «abono o anticipo a cuenta» a fin de obtener liquidez para la adquisición de materiales, y «sin que esté acreditado que el citado representante legal tuviera conocimientos de que esa factura, de noviembre de 2001, iba a ser incorporada al expediente de solicitud de subvención».
Tras los correspondientes trámites, la subvención fue concedida por la Delegación de Turismo y Deportes de la Junta por importe de 41.481,86 euros, ingresada en las arcas de la entidad local. Pese a que la empresa comenzó la ejecución de la obra, «al parecer debido a su complejidad técnica», cesó en los trabajos, «sin haber cobrado cantidad alguna», dice la sentencia.
A la vista de tal incidencia, el acusado, «con inobservancia de las más elementales normas del procedimiento reglamentario de contratación [...] y por un importe muy superior al que en su día le fuera adjudicado a la primera empresa», adjudicó nuevamente la citada obra a otra empresa, supuestamente por el procedimiento negociado sin publicidad, pero «sin que conste invitación a otras empresas».
Nueva subvención
Para pagar el importe o parte ideó solicitar una nueva subvención, si bien, y como ya no puede hacerse para la obra referida, «la solicita para la ejecución de la obra denominada «Sendero Cicloturista», pese a que en realidad se trataba de la ficticia ejecución de un carril bici que ya se había ejecutado en su totalidad por trabajadores del PER».
A tal fin y con la supuesta finalidad de hacer a la entidad adjudicataria el primer abono de la obra, el acusado se dirigió a la misma solicitando a sus servicios administrativos la elaboración de una factura, en la que expresamente el encausado «exige que vaya referida la obra Sendero Cicloturista», que se emite en septiembre de 2004, «sin que conste que se hubiera puesto de acuerdo con el representante legal de la citada entidad para la emisión del documento».
Pidió una subvención para un carril bici ya hecho
Según los magistrados, dicha factura fue aportada al expediente de subvención que finalmente fue concedida por la Junta por 26.057,51 euros, que dividida en dos partidas fue ingresada en las arcas municipales.