CONCURSO FORTUITO
El consejo de Salinas señala a González y los administradores
Acusan a ambos de perseguir el «enriquecimiento» del actual dueño con el proceso de «calificación culpable»
Los componentes del consejo de administración del Córdoba presidido por José Miguel Salinas entre 2009 y 2011 han emitido este jueves un comunicado tras tener en su poder el auto del Juzgado de lo Social número 1 de Córdoba en el que, como avanzó ABC, se califica de «fortuito» el concurso de acreedores al que se acogió la entidad blanquiverde.
En un principio, los administradores concursales, Daniel Pastor y Alberto Escudero, acordaron dar a la gestiónel rango de «culpable» , circunstancia que iba a terminar en un juicio en enero de 2015.
De haber prosperado , algunos integrantes del consejo podían haber sido inhabilitados de sus funciones e incluso se habló de una indemnización que podría llegar a los 6 millones de euros , castigo al que se adhirió la actual propiedad del club . Sin embargo, tras los recursos elevados por la defensa del anterior consejo, el juez, Fernando Caballero, la Fiscalía y los propios administradores decidieron dar carpetazo al caso.
En el escrito, firmado conjuntamente por todos los consejeros de la etapa de José Miguel Salinas, se alude a que ha finalizado un «vía crucis» para «unas personas unidas por un sentimiento común: la pasión por el Córdoba». De ahí que hayan justificado la nota alegando que el cierre del caso no es por «el gol de Uli Dávila» , que supuso el ascenso del equipo en Las Palmas.
Estos exconsejeros recuerdan actuaciones de los administradores como «no reclamar al accionista una deuda social de 3 millones, permitir al mismo tener un crédito fiscal de 2,5 millones y sobreseer de forma general pagos a la Seguridad Social y Hacienda durante el periodo anterior a la solicitud de concurso voluntario». Sin embargo, estos argumentos, según reza en la nota, se fueron cayendo en tribunales.
De ahí que tras recordar los «daños» causados a sus familiares y cercanos por la situación, los consejeros se plantean abiertamente si el móvil de esta situación no sería «un enriquecimiento para González de más de 6 millones de euros que en dos ocasiones el juez ha dicho que era injusto» .
Por cierto, que el escrito termina con un «hoy se cierra un capítulo de esta historia que pone fin a la infamia, pero aún queda mucho por escribir en este libro para reparar el daño causado y olvidar tanto sufrimiento». Probablemente, el asunto no esté cerrado del todo.
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