En respuesta al consejero de Cultura
La Asociación de Amigos de la Orquesta de Córdoba, ante las recientes declaraciones del consejero de Educación, Cultura y Deportes acerca de la Orquesta de Córdoba, quiere poner de manifiesto que no conocemos el estatuto por el que se rigen el resto de orquestas sinfónicas de Andalucía, pero que en el caso de la de Córdoba no es cierto que sea una orquesta municipal, sino que nació de mutuo acuerdo entre las dos instituciones, Junta de Andalucía y Ayuntamiento, como fácilmente se puede comprobar revisando las hemerotecas y consultando sus propios estatutos. Un acuerdo en el que se decidió la financiación compartida de la misma al cincuenta por ciento.
Que la apuesta por una orquesta sinfónica no debe ser observada como una inversión en ocio sino en patrimonio cultural. En los pasados años ochenta y noventa este país tuvo que hacer un gran esfuerzo por sacar del olvido la música sinfónica, arrinconada durante mucho tiempo, y para ello se organizó en un tiempo récord la mayor red de orquestas que ha tenido nunca España. Esta apuesta no fue caprichosa, ya que el mundo de la cultura acertó en que la orquesta es el vehículo natural de expresión del arte de la música.
Con este objetivo, la Orquesta de Córdoba vino a fundarse en esta ciudad por la misma razón que se crearon orquestas sinfónicas en cada una de las capitales andaluzas que por entonces tenían un conservatorio superior de música: Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga. Y estuvo muy bien pensado, ya que se produjo una buena interrelación, y desde entonces estos centros vienen nutriendo habitualmente a las orquestas no solo de público, sino de profesionales e intérpretes cualificados. Sin olvidar que nuestros compositores han encontrado también un medio de exponer sus propias composiciones.
Comparar lo invertido en orquestas con lo invertido en museos, como hace el consejero, no tiene en realidad ningún sentido, porque son manifestaciones artísticas y culturales diferentes y se rigen por parámetros distintos.
Que en este momento lo verdaderamente importante es que la Junta de Andalucía incremente el importe de su aportación a la Orquesta de Córdoba en la misma medida en que lo ha comprometido el Ayuntamiento de Córdoba. Esta es la solución que realmente se necesita para sacar a la institución de los problemas que arrastra y devolverla a su lugar. Así nuestra ciudad podrá descansar con el convencimiento de que nuestras autoridades públicas trabajan por conservar este patrimonio irrenunciable, y sus trabajadores podrán dejar atrás las preocupaciones actuales para dedicarse tranquilamente a lo que les corresponde: la transmisión de cultura.