Fernández dimite, pero seguirá presidiendo CEIM dos o tres meses

Logra el respaldo de la patronal para aplazar su marcha hasta aprobar los estatutos y el nuevo código ético

SUSANA ALCELAY

Acorralado por el caso de las tarjetas «B» de Caja Madrid, Arturo Fernández no ha tenido más remedio que tirar la toalla y renunciar a sus cargos al frente de la patronal madrileña CEIM. Como ya informó ABC, no lo hará de forma inmediata; continuará al frente de la organización empresarial hasta la convocatoria de elecciones anticipadas, plazo que podría ampliarse hasta finales de diciembre o principios de 2015, tras las elecciones en la CEOE.

Arturo Fernández recibió ayer el apoyo mayoritario de la junta directiva, a la que anunció que dimitirá una vez que termine las tareas recogidas en el programa electoral. Por la mañana reunió a los vicepresidentes de la organización, que le pidieron que antes de su marcha cierre la reforma de los estatutos y el nuevo código ético. Esta dimisión «en diferido» también recibió algunas críticas, lo que forzó una votación en el momento. De los 108 asistentes, Fernández logró 94 votos a favor, seis en contra y ocho abstenciones.

El propietario de Grupo Cantoblanco también seguirá de vicepresidente primero de CEOE, cargo del que no tiene previsto dimitir, dado que están a las puertas la convocatoria de elecciones a la presidencia de la organización. A partir de ese momento, pasará a ser vicepresidente en funciones, pero también pieza clave para un nuevo mandato de Juan Rosell, si se diera el caso, por el peso que tiene la organización territorial que preside. Fuentes consultadas por ABC insistieron ayer, sin embargo, en que la decisión de apoyar al nuevo presidente de CEOE se tomará «de forma colegiada».

Una vez que se produzca la dimisión de Arturo Fernández, la presidencia pasará de forma automática al vicepresidente primero, Juan Pablo Lázaro. Este, según los estatutos vigentes de CEIM, tendrá que abrir un proceso para que sea elegido uno de los 200 miembros de la junta directiva como presidente hasta que concluya el periodo por el que fue elegido presidente Arturo Fernández en las pasadas elecciones de marzo.

Un gasto de 37.326 euros

Como ya informó este periódico, Arturo Fernández, que gastó 37.326 euros con la tarjeta «B» de Caja Madrid, puso la pasada semana su cargo a disposición de la junta directiva, pero fue rechazada su dimisión. De momento, Fernández ha devuelto el dinero usado con la tarjeta opaca, buena parte del cual se gastó en los restaurantes del Grupo Arturo Cantoblanco, de su propiedad, en concreto un total de 9.400 euros.

Sin embargo, el empresario madrileño ha insistido en todo momento en que no se siente culpable por el uso de la tarjeta de la Caja y ha explicado que el código ético de la CEOE, que fue aprobado por Juan Rosell tras el escándalo de Gerardo Díaz Ferrán, «no dice nada que me implique».

Fernández dimite, pero seguirá presidiendo CEIM dos o tres meses

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