El 12 de Octubre en Barcelona
Este domingo me uní a los actos del 12-O en Barcelona. Y me alegró ver a gente de todas las edades –pero sobre todo a más gente joven que el año pasado– celebrar de forma cívica y festiva sentirse catalanes y españoles. Los que vivimos en Cataluña sabemos lo difícil que es manifestarse contra el poder político catalán, que lo controla todo, desde los medios de comunicación hasta el trascendental sistema educativo, pasando por las instituciones. Y a pesar de ello, la asistencia a la manifestación del paseo de Gracia a la que yo fui resultó muy superior al año pasado. Me quedo con dos lemas coreados: «Queremos puentes, no fronteras» y «Asturianos, valencianos y murcianos no son extranjeros, sino hermanos». En definitiva, un acto por la convivencia y la unidad frente a los que alientan irresponsablemente odios, rupturas y divisiones.