Callejón sin salida para la pesca por falta de personal
El 40% de los pescadores tiene entre 45 y 65 años y ya hay buques que no salen porque no encuentran trabajadores que se embarquen
Los últimos datos de los buques de pesca en Andalucía son 1.423, lo que representa el 16 por ciento de la flota nacional, la segunda más importante en España después de la gallega. Uno de los retos más importantes de esta tradicional industria ... es la falta de relevo generacional. El 40% de los pescadores tiene entre 45 y 65 años de edad. ¿Es que acaso es un trabajo mal pagado? No lo determinan así los salarios, que rondan los 1.500 euros al mes para los que se dedican a la pesca de bajura, la que sale y vuelve en el día.
Javier Garat es el secretario general de Cepesca (Confederación Española de Pesca), y se muestra muy preocupado por este problema en un sector que factura 235 millones de euros en primera venta y en el que solamente en los buques trabajan 5.443 personas. En ellos sólo hay un 1% de mujeres, lo mismo que en el marisqueo, mientras que esta cifra sube al 49% en la industria de transformación. «Tenemos barcos que no han podido salir a pescar porque no tenían personal suficiente», argumenta sobre la falta de mano de obra. Esto no es solamente un hándicap para España sino en general para casi todos los países de Europa. Nosotros apostamos por la Formación Profesional dual, como la escuela náutico pesquera de San Fernando El Zaporito. Allí se combina la teoría y la práctica desde el principio. Se han revisado asimismo las atribuciones a los titulados para que puedan abarcar más en sus competencias. Queremos desmitificar las condiciones a bordo de los barcos. Reconocemos que es un trabajo duro y más peligroso que otros y queremos que nos faciliten la contratación de extranjeros. tenga en cuenta que en la pesca existen los coeficientes reductores que permiten las jubilaciones antes que a la edad normal. Dependiendo de los años trabajados a los 56 o 57 pueden dejar de trabajar, otra cosa es que lo hagan, porque los necesitamos y porque se encuentran bien de salud».
Sobre el dinero que gana un pescado Garat explica que en Andalucía hay una gran flota de bajura y este dependerá de los ingresos del día, si hay más pesca recibirá una cantidad mayor y viceversa. Hay semanas que se gana mucho y otras muy poco. Luego está una flota que quizás sea la menos conocida, la de altura, que con sede en Huelva pesca en África gamba roja, langostino, carabineros. Aquí los sueldos son mejores y tienen su propio convenio colectivo», añade.
Mallas más selectivas
Garat, natural de Sanlúcar, despieza donde operan los barcos andaluces: «759 en el Golfo de Cádiz, 631 en el Mediterráneo, nueve en aguas de Portugal y 24 en caladeros internacionales».
«Recién aprobadas las cuotas del año que viene en el caso del Mediterráneo ha habido una reducción del 7% de los días de pesca para los barcos de arrastre y un 5% de disminución de la cuota de gamba roja. A su vez, se ha aprobado un mecanismo de compensación del 3,5% más si los barcos de arrastre ponen unas mallas más selectivas para que entren ejemplares mayores o hacer una veda en un espacio concreto por cuatro meses», explica este experto.
«Esta es una mala noticia para un sector —continúa— que está al borde del límite porque en los últimos tres años ha reducido su pesca en torno al 30%». «En Europa se muestran insensibles a los problemas del sector y tienen como objetivo una reducción del 40 por ciento, a pesar de las quejas de nuestro ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas», se lamenta el secretario general de la Confederación Española de Pesca.
Cuando habla de las medidas que afectan a la flota del Mediterráneo se refieren a las aguas que bañan cinco comunidades, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares, así como a dos países, Francia e Italia. «Lo que quiere Europa con su plan de restricciones es recuperar las especies de merzales, los que habitan en el fondo, como la merluza, el salmonete, la gamba roja... En el caso de Andalucía hay 92 barcos de arrastre que se ven afectados, principalmente de Málaga, Almería y Granada», especifica Garat
La pescadilla que se muerde la cola, nunca mejor dicho, es el que si aumentan la luz de las mallas de pesca para preservar los peces pequeños, también disminuye la cantidad de la pesca. «El coste de cambiar las redes sería cubierto con ayudas del Fondo Marítimo y Pesquero Europeo, según la Secretaría de Pesca, pero esto no es gratis porque pagaríamos con pescar menos», aclara. La pesquería multiespecífica captura muchas especies a la vez y lo mismo que entra merluza, salmonete o gamba, también puntillitas, calamares o chocos», aclara.
«En Andalucía, en general, ha habido un incremento de las cotas de pesca de cerco de gallo, rape y jurel; sin embargo la cigala se ha reducido un 36%, a lo que hay que unir el 30% de los años anteriores por la reducción de las 27 zonas de protección de ecosistemas marinos vulnerables adoptadas por la Comisión Europea, entre ellas las del Golfo de Cádiz. Lo que es importante es que científicamente se reconoce que hay especies que están en rendimiento máximo sostenible. Esto ocurre con la mayor parte de las especies del Atlántico y me gustaría lanzar un mensaje positivo», concluye en este punto.
No van a Marruecos
Sobre el acuerdo Unión Europea Marruecos, Javier Garat opina que «las oportunidades de pesca se están utilizando poco por dos motivos principales. Al estar más lejos y con el precio del gasóleo carísimo, los barcos del Golfo de Cádiz prefieren quedarse más cerca y así gastar menos combustible. Y en segundo lugar porque las poblaciones de peces que podemos capturar en aguas alauitas no están en su mejor momento». «La flota de cerco pesca en Marruecos boquerón, sardina y caballa y la de palangre de fondo, que son barcos chiquititos, artesanales, capturan voraz y sable», enumera, y «estos son lo que lo están pasando peor».
Sobre la variedad de peces Garat cree que en Andalucía es muy grande: «En los puertos de Sanlúcar o en el de Isla Cristina o en cualquiera de los nuestros se desembarcan todos los días más de cien clases diferentes y para todos los bolsillos. El problema es que los consumidores tienen preferencia por las más famosas y conocidas y el jurel, por ejemplo, que es un pescado azul riquísimo, en Andalucía no está bien valorado. En lonja se puede encontrar a 20 o 30 céntimos de euro».
Desde pertrechos a seguros
El secretario general de Cespesca calcula que de forma indirecta el sector pesquero da trabajo a unas 25.000 personas, «hay que tener en cuenta que no solamente estamos hablando de pescadores, sino de los que comercializan la pesca, los que fabrican los pertrechos o las aseguradoras... En valor añadido, los 253 millones de la primera venta habría que multiplicarlo por diez».
Para finalizar, Garat contesta a la pregunta sobre si existe competencia desleal en el sector y pone de manifiesto la chirla de Italia, «que con una talla más pequeña y un menor precio está inundando nuestros mercados»
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