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Un trocito de Armenia en Cádiz: «Llegué hace 20 años de turista y ya tengo acento gaditano»
Emil Petrosyan, un armenio muy andaluz, se ha convertido en joven embajador de la Diáspora de su país con la idea de fortalecer unos vínculos gaditanos que vienen desde hace cuatro siglos con el Nazareno de Santa María
Emil Petrosyan a los pies del Nazareno de Santa María
En ocasiones cuesta ubicar un país o una región en el mapa. Seguramente lo es cuando se tratan de países menos conocidos o con poca o ninguna relación con el lugar donde uno vive. Puede ser el caso de Armenia, uno de esos territorios en permanente supervivencia pero con una historia extensa que le hicieron ser el primer país en abrazar el cristianismo en el 301 D.C.
Un rincón de Europa del este que ha llegado a Cádiz. Y lo ha hecho con un armenio enamorado de Andalucía y por supuesto de Cádiz. Emil Petrosyan vino de turismo a nuestra tierra y no se lo pensó dos veces. «Llegué en el año 2004 y finalmente me quedé, llevo 20 años entre Cádiz y Sevilla. Cuando aterricé en España no sabía nada de castellano y ya tengo hasta acento andaluz y gaditano», reconoce entre risas.
Su vinculación con Cádiz, Sevilla y Andalucía es tanta, que ahora mismo es un embajador de su tierra en España. Concretamente forma parte del programa de jóvenes embajadores de la Diáspora, una iniciativa de su país que busca estrechar relaciones entre Armenia y esos compatriotas que viven en otros lugares.
«El objetivo es fortalecer el vínculo entre los jóvenes de Armenia y los de la Diáspora. Se ha implantado desde 2021 y está indicado a jóvenes de hasta 35 años. Yo entré en el programa y está indicado para jóvenes de Armenia que han vivido fuera de nuestro país al menos cinco años y que sean representativos de comunidades armenias en otros países, en mi caso aquí en Andalucía. Soy el vicepresidente de la comunidad armenia de Sevilla pero siempre he estado involucrado en todo lo relacionado con mi país. El objetivo es dar a conocer más cuestiones de nuestro país con la idea de brindar la oportunidad a muchos jóvenes de estar en Armenia», destaca Petrosyan.
Emil es uno de los 500,000 armenios que se calculan viven en España, de los que solo una familia lo hace en la ciudad de Cádiz. «Nuestro objetivo es hermanar alguna ciudad española con otra armenia con la idea de mejorar la exportación y la colaboración entre países. Tener un vínculo más grande».
Con todo, la vinculación de Armenia va mucho más allá, de hecho es bastante longeva. Concretamente hace cuatro siglos cuando unos hermanos armenios erradicados en la ciudad decidieron donar una serie de azulejos a la capilla de Jesús Nazareno de Santa María. Eran comerciantes y eso precisamente les ayudó para no ser expulsados de la ciudad, dado su cristianismo. Azulejos que se pueden leer tanto en castellano como en armenio y que permanecen junto al Regidor Perpetuo de Cádiz. Petrosyan afirma que «siento mucha emoción que esta huella de los armenios se haya mantenido después de cuatro siglos».
Esa vinculación ha hecho que incluso se hayan celebrado algunas misas en Santa María en armenio y con la Iglesia de Armenia. Se trata de una religión que no es católica pero sí cristiana, cuestión que ha permitido que «me haga hermano de la cofradía del Nazareno. No me lo pensé dos veces y me hizo hermano. No hay mucha diferencia entre la Iglesia de Armenia y la católica, la gran diferencia es que no pertenecemos a Roma pero no mucho más».
Pero la vinculación armenia con Cádiz va a más allá pues el primer futbolista de ese país en debutar en España lo hizo con la camiseta amarilla, Vato Haroyan. «Estuvo un año jugando aquí y tuve la oportunidad de trabajar en el Cádiz ayudando en la adaptación del jugador a España. Fue un sueño para mi», reconoce Petrosyan.
Con todo, hablar de Armenia es hacerlo de un país con una amplia y vasta historia, una tradición enorme pero que hoy en día vive en conflicto debido a los países que le rodean, sobre todo Azerbayan. «Siempre hemos tenido problemas con nuestros vecinos porque estamos rodeados de países musulmanes. Antaño era un país muy grande con mar y lagos, ahora solo tenemos uno y también nos lo quieren quitar. Somos un país muy pequeño y nos quieren borrar del mundo».
República soviética en su día, el país está experimentando un amplio crecimiento en cuanto el turismo se refiere, a pesar de las complicaciones para viajar. «Antes se podía hacer vía Moscú. El conflicto ruso con Ucrania ha hecho que viajar sea más complicado pero el país sigue creciendo a nivel turístico. Nuestra capital, Ereván, es más antigua que Roma, por lo que evidentemente tenemos mucho que ofrecer, hay mucho que visitar en Armenia».
Feliz en España pero sin perder de vista a su país. Emil Petrosyan vive con la idea constante de ayudar en todo lo que pueda para un país que merece el mejor de los futuros. «Es importante trabajar por mi pueblo, apoyar sus actividades y darles las oportunidades a muchos chicos de estar en España y sobre todo dar a conocer todo lo que concierte a mi país«, concluye.
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