«Le di varias puñaladas. Se quedó blanca y la sangre le salía a chorros»

El jerezano homicida confeso de su esposa, Raquel Barrera (de 42 años), ha relatado hoy en el primer día de juicio por el crimen cómo lo cometió : «Le di varias puñaladas. Se quedó blanda y la sangre le salía a chorros». El estremecedor relato ha conmovido a la Sala que estaba repleta de estudiantes de Derecho y conocidos del matrimonio. Las novedades son que el acusado ha declarado por primera vez desde que mató a su esposa - «eso no se discute», sostuvo la fiscal-, pues solo había confesado cuando llamó al 092, y que el único hijo del matrimonio, de 24, ha decidido ejercer la acusación contra su propio padre pues «quiere que él le explique por qué lo hizo», ha expresado su abogado durante la primera sesión de la vista oral con jurado que ha comenzado en la sección jerezana de la Audiencia Provincial. La Sala ha aceptado que el joven testifique a pesar de lo «duro» que le puede ser, ha dicho el presidente de la Audiencia, antes de escucharse el testimonio del acusado.

Lo que se dilucidará a lo largo del juicio es si José Antonio Cantalapiedra es culpable de homicidio o de asesinat o, delito aún más grave que le podría acarrear una pena de 20 años de prisión. Fiscalía y las tres acusaciones particulares coinciden en calificar los hechos ocurridos de asesinato mientras que el letrado del acusado mantiene la primera tesis alegando que no hay posibles agravantes. La acusación particular más dura escuchada hoy fue la de la Junta de Andalucía cuyo letrado sospecha que Cantalapiedra tenía «ideado (supuestamente) matar a su mujer desde hacía tiempo. Él estaba alerta y sobrio)» la noche del pasado 6 de abril de 2014.