CÁDIZ
Un treintañero, al frente de una importante red de narcos que traficaba también con seres humanos
Entre los miembros de la organización la Guardia Civil ha detenido a los implicados en un tiroteo en Ceuta con rifles AK-47 en enero; la organización criminal traficaba con inmigrantes marroquíes para obtener dinero rápido entre los alijos de droga
Con poco más de 30 años lideraba una importante y peligrosa organización de narcotraficantes en Ceuta, Cádiz y Málaga , y no tuvo reparos en traficar con seres humano s para conseguir dinero rápido. Lo hacía en las mismas narcolanchas que utilizaba para el narcotráfico, unas embarcaciones que no están preparadas para transportar a personas, por lo que ponía sus vidas en serio peligro.
Se trata de un vecino de Ceuta residente en Estepona (Málaga), un narcotraficante muy disciplinado que comenzó desde abajo y que, tras ser piloto de narcolanchas, consiguió montar todo un entramado criminal dedicado al narcotráfico y a la trata de seres humanos. Él mismo llevaba la contabilidad y su núcleo duro –sus hombres de confianza- era del barrio ceutí de El Sarchal , según ha sabido ABC .
La Guardia Civil seguía la pista a dicha organización desde el año 2018 y tras una fase de explotación que se llevó a cabo en octubre, en la que fueron desplegados 500 agentes , ha ido realizando más detenciones que se han saldado con la desarticulación de esta red criminal.
Una narcolancha llamada «El Bicho»
La operación «Perla» –así llaman a la Ciudad Autónoma de Ceuta- se ha saldado finalmente con 89 detenidos , 39 investigados y 10,7 toneladas de hachís, así como 26 embarcaciones entre las que está la narcolancha conocida en Ceuta como «El Bicho» ; 29 vehículos -tres de ellos sustraídos previamente-, así como 250.000 euros en efectivo, 12 armas de fuego -cuatro cortas y ocho simuladas-, 2.300 litros de combustible, y material de telecomunicaciones y vigilancia, inhibidores, teléfonos satelitales y radares.
Entre los detenidos está además a los implicados en un tiroteo contra la Policía Nacional ocurrido en Ceuta el pasado mes de enero con rifles AK-7.
Los arrestados están acusados de los delitos de narcotráfico , pertenencia a organización criminal, contra los derechos de ciudadanos extranjeros, contrabando, robo y hurto de uso de vehículo a motor, falsedad documental y tenencia ilícita de armas.
La organización, además de introducir grandes cantidades de hachís en las costas de Cádiz y Málaga, recurría al tráfico de seres humanos para obtener liquidez . Debido a la presión policial , a la red le resultaba más complicado traficar con hachís y tardaba más en cobrar por sus «trabajos», por lo que se garantizaba dinero rápido con la desesperación de personas que querían llegar a la Península. Eso sí, sólo traficaba con inmigrantes de origen marroquí a los que amenazaba con «molestar» a sus familias en caso de que no pagasen el dinero acordado, nada más y nada menos que 5.000 euros por persona y trayecto.
En narcolanchas sin chalecos salvavidas
Lo hacían en narcolancha s, embarcaciones muy rápidas que sólo están preparadas para uno o dos tripulantes y mercancía. Pueden transportar hasta 3,5 toneladas de hachís. Únicamente cuentan con asientos con barras y cinturones de seguridad para el piloto y algún tripulante, por lo que sentaban a los inmigrantes en el suelo sin chalecos salvavidas ni otras medidas de seguridad.
Estos transportes los hacían con frecuencia a plena luz del día desde Ceuta y llegaban también a las costas de Andalucía con luz diurna, por lo que causaban cierta alerta social en la población, una alarma que crecía de manera exponencial con los videos que subía a las redes sociales uno de los integrantes del grupo jactándose de salir impune de su actividad ilícita.
Cuando llegaban a la Península, los inmigrantes eran trasladados en automóviles a una finca cercana , en la que los hacían esperar hasta que sus familias pagasen el dinero pactado.
La organización contaba con grandes e importantes medidas de seguridad en las costas de Cádiz y Málaga. Además de los conocidos como «puntos», personas que se encargan de advertir de la presencia de los agentes antes de alijar, disponían de un sofisticado sistema de radares desplegados en la Costa del Sol ubicados en pisos altos de bloques de apartamentos, con los que controlaban el tránsito de las embarcaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para garantizarse el éxito de las operaciones.
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