Los pescadores de la madrugada de Vejer
Durante todo el año y una vez al mes, alrededor de cuarenta aficionados concursan pescando de noche en las playas de Cádiz
Una vez al mes, al anochecer, cuando diminutas luces de pueblos como Barbate, Conil, Zahara … se aprecian en lontananza, puede darse de bruces con alrededor de cuarenta puestos o campamentos en la playa. Son los pescadores de Vejer de la Frontera. De gran tradición marinera, en Vejer existe el club deportivo de pesca Costa-El Palmar . Sus miembros, normalmente de sábado a domingo, salen para pescar toda la tarde noche y parte de la madrugada.
Los aficionados a la pesca se reparten los puestos por sorteo en la misma playa y todas las piezas capturadas puntúan para el concurso. Juan Manuel Benítez, del club de pesca, relata para ABC los premios: «Esto es como una liguilla, el vencedor de todo el año gana 350 euros en material deportivo , así va bajando la cantidad hasta los ocho primeros, por debajo de esa clasificación obtienen un pequeño recuerdo ».
Todos los pescadores tienen su licencia de pesca en regla y se acogen a las normas de la Federación Andaluza de Pesca Deportiva , que los peces sin excepciones sean mayores de 15 centímetros y respetar las vedas. Ahora, por ejemplo, no valen lenguados o cazón .
«Nosotros nos ajustamos a las normas de la Federación Andaluza para cada especie, si una dorada por ejemplo no da talla suficiente, la devolvemos» señala Benítez. Estas varían dependiendo de los caladeros. Una caballa , por ejemplo, en el Cantábrico y en el Golfo de Cádiz tiene que tener 20 centímetros mínimo y en el Mediterráneo y en Canarias dos menos. «En total pescamos durante cinco horas, de ocho o nueve de la noche a una o dos de la madrugada, y no solemos repetir playa para hacer cada competición distinta», apunta Benítez. La afición es tan fuerte que hay socios del club de pesca que apenas duermen tres o cuatro horas porque el domingo sí trabajan por la mañana.
Para los pescadores, ni la lluvia ni el frío son un problema . Pertrechados con sus mejores aparejos instalan sus puestos y con una linterna sujeta por una banda elástica en la cabeza preparan sus cañas, sus cebos y sus anzuelos. Herreras, doradas, lubinas … van picando y una vez comprobado su tamaño se depositan en un cubo con agua de mar para ser puntuadas.
Es todo un espectáculo verlos al anochecer, cuando el sol aún no se ha puesto por el oeste . Este sábado pasado pescaron en la playa de Atlanterra, en Zahara de los Atunes, justo con una almadraba enfrente de ellos. Precisamente, por el pueblo costero corría la voz que habían levantado este año un atún de los que hacía mucho tiempo que no se veían, 500 kilos de peso. Una alegría.