NARCOTRÁFICO
El narco que abrió fuego contra policías en Algeciras utilizó un rifle de guerra
El detenido, de 35 años y con numerosos antecedentes policiales, acabó entregándose ante la presión policial tras media hora atrincherado
Con un rifle de guerra y hasta en tres ocasiones , poniendo en serio peligro la vida de policías. Así disparó un narcotraficante a agentes de la Policía Nacional en una operación realizada este domingo en Algeciras (Cádiz) que ya adelantó ABC y que se saldó con la intervención de más de 400 kilos de hachís ocultos en un zulo subterrnáneo.
El detenido, de 35 años y con numerosos antecedentes policiales, está acusado de un delito contra la salud pública y otro de atentado contra los agentes de la autoridad . Queda por determinar si tuvo ánimo homicida o efectuó los disparos con afán disuasorio al temer que se tratase de otros narcos que iban a robarle la droga, una práctica muy común entre estas organizaciones y conocida como «vuelco».
El arrestado fue localizado en el interior de una vivienda donde custodiaba la droga. En el registro, los agentes intervinieron dos armas largas de fuego, una de ellas de guerra, con las que el detenido disparó a los agente s en el momento de realizar la entrada en el inmueble.
La Policía Nacional ha informado este miércoles en un comunicado que, desde el pasado mes de noviembre, está llevando a cabo una investigación para detectar viviendas que son utilizadas como «guarderías» de hachís.
Fruto de dicha investigación, desde entonces se está desarrollando un dispositivo de vigilancia, especialmente de madrugada y los fines de semana , cuando menor presencia policial hay, lo que es aprovechado por los narcos para alijar y ocultar la droga con mayor impunidad.
En la mañana del domingo 9 de diciembre, sobre las 08:30 horas , los investigadores de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Algeciras (Udyco) observaron la presencia de un vehículo todoterreno que levantó sospechas al ser de los utilizados por las organizaciones dedicadas al narcotráfico para alijar y transportar los fardos de hachís. Los policías observaron cómo un hombre se apeaba del vehículo y se introducía en una vivienda.
Refuerzos policiales
El sospechoso, al percatarse de la presencia policial, cerró apresuradamente el portón de acceso a la misma. Los investigadores se bajaron de los vehículos apresuradamente, conminándole a que se detuviera al grito de «¡Alto, Policía!» . Ante las sospechas de que se pudiera haber producido algún tipo de transacción de droga, se procedió a rodear la vivienda y, para ello, se desplazaron más efectivos policiales , reforzándose la seguridad con unidades de la Brigada de Seguridad Ciudadana.
Mientras los agentes reodeaban la casa interpelando a quien se encontraba en su interior paa que saliera, el sospechoso abrió fuego contra los agentes disparando hasta en tres ocasiones . La primera de ellas lo hizo contra un muro donde se encontraba parapetado uno de los agentes, impactando el proyectil a escasos 20 centímetros del mismo. A continuación, efectuó dos disparos más contra el portón metálico de la cancela de la vivienda, encontrándose al otro lado de la puerta el resto de agentes del dispositivo, los cuales golpeaban la puerta para que este individuo abriera. Los proyectiles atravesaron la puerta metálica e impactaron en los vehículos estacionados en la vía , cerca del lugar donde estaban estos agentes y, por lo tanto, poniendo en grave riesgo la vida de los mismos.
La situación se prolongó durante aproximadamente 30 minutos hasta que finalmente este sujeto abrió la cancela de acceso al patio de la vivienda y, siguiendo las indicaciones de los agentes, se tiró al suelo con las manos en alto. Una vez inmovilizado , el resto de componentes del dispositivo aseguró la vivienda para comprobar que en su interior no se encontraba ninguna otra persona armada.
En el registro realizado en la vivienda se halló un rifle del calibre 30/30, con el que el agresor acababa de efectuar los disparos a los agentes , localizando junto al arma tres casquillos percutidos. Así mismo, en el patio trasero de la vivienda se localizó un fusil del calibre 7/62.
Durante el registro se descubrió un zulo subterráneo construido en el interior de un armario del dormitorio principal de la vivienda , en cuyo interior había ocultos 12 fardos de hachís , los cuales arrojaron un peso de 408 kilogramos.
Igualmente se intervino numerosa munición de distintos calibres : 7/65, considerado como munición de arma de guerra, 30/30, munición de arma larga tipo rifle, y 9 mm. Además se intervino un vehículo tipo furgón, presuntamente utilizado por la organización para trasladar la mercancía.
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