Medina Sidonia, 3.000 años de tesoros escondidos
Considerada como una de las ciudades más antiguas de Europa, es una de las grandes desconocidas en la provincia de Cádiz
Medina puede considerarse como una gran desconocida para autóctonos y foráneos que visitan la provincia de Cádiz. Con su enclave estratégico , ha acogido a numerosas civilizaciones que arrancan con la presencia fenicia procedente de la ciudad de Sidon, considerados los fundadores de Medina Sidonia. Unos colonos que incluso construyeron un templo dedicado a Melkart y del que se guarda como referencia el vaso de libaciones aparecido en el Cerro del Castillo.
Medina, junto con Cádiz, está considerada como una de las ciudades más antiguas de Europa. También estuvo el mítico reino de Tartessos, del que quedan restos de cerámicas indígenas y útiles de piedras para labores agrícolas y domésticas a pequeños adornos.
Para poner en valor estos tesoros desconocidos, el municipio ofrece un completo Museo y Conjunto Arqueológico de Medina Sidonia , que cuenta con innumerables fondos de la época romana, donde Asido Caesarina lograra su esplendor urbano a partir del siglo I, con todas sus calles pavimentadas, su red de alcantarillado y las fuentes que surtían a toda la población.
Hoy en día se puede comprobar esa importancia de la ciudad durante la época romana con las esculturas, las columnas y los sepulcros que han ido apareciendo con el paso de los años. Pero quizá entre los restos más llamativos hallados se encuentre la Calzada Romana , construida con grandes losas de piedra y que alcanzara una anchura de ocho metros. Fue descubierta en 1997 y por debajo de la misma discurre una cloaca de casi un metro de altura que canalizaba las aguas de lluvia y las residuales de los edificios y fuentes de la ciudad. Una de las curiosidades que ofrece el tramo puesto en valor es la aparición de dos tableros de juegos grabados en las losas que hacen las delicias de los más pequeños.
Medina era ciudad de pleno derecho romana, llegando a contar incluso con su primer acuñamiento de moneda en esta época.
La planta inferior del museo alberga un conjunto arqueológico compuesto por un sector de la ciudad romana. Se trata de dos tramos de cloacas transitables que formaron parte del alcantarillado de la urbe antigua, donde se refleja la importancia que tuvo en su día la ciudad. Otro de los tesoros escondidos de este pueblo es que de este tipo de cloacas sólo existen en Roma, Astorga y en Medina. También salieron a la luz los cimientos de una vivienda, así como estructuras abovedadas llamadas criptopórticos , concebidas como una terraza artificial –que se usaba de almacén- para salvar el desnivel del cerro y soportar el peso de un edificio.
También queda constancia de la presencia de los musulmanes durante más de 500 años hasta que la conquistó Alfonso X El Sabio.
El ducado de Medina Sidonia
Ya en la época moderna, acogió el ducado de Medina Sidonia que le concedió el título de ciudad, antes de sufrir el asedio de los franceses. Es en esa época ducal cuando se construyeron nueve conventos, ocho ermitas y siete oratorios , de ahí que la mayoría de sus calles tengan nombres de personajes relacionados con el mundo eclesiástico y religioso.
Y fue en la plaza de España-conocida popularmente como la Alameda donde Fernando ‘El Deseado’ resultaba proclamado rey. En la actualidad, esta zona del pueblo es un hervidero de lugareños que acude a diario al Ayuntamiento y al mercado de abastos.
En lo alto del cerro quedan los restos del Castillo, que dibujan la existencia de tres fortificaciones , que van acordes con las distintas etapas de su historia. Ahora, son muchos los que visitan esta zona del municipio para disfrutar de sus panorámicas porque se ven desde los parques naturales de Grazalema y Los Alcornocales hasta la silueta de Marruecos, cuando la bruma lo permite. Todas las tardes se puede disfrutar de rutas interpretadas con una magnífica puesta de sol como broche de oro.
Pero antes, no hay mejor que pasear por sus calles encaladas, con viviendas con profusión de portadas y cierros en su exterior y patios interiores con galerías sustentadas en pies de madera que han arropado la declaración de su casco histórico como Bien de Interés Cultural hace cerca de 20 años. Bares, terrazas, olores y mucha vida acogen a un visitante que en los primeros momentos es incapaz de imaginar la historia que soportan los cimientos de Medina Sidonia.
Los obradores
El aroma de esta tradición artesana se extiende por su núcleo urbano con productos como las tortas pardas, los amarguillos, los piñonates y los alfajores. Un ejemplo la pastelería Nuestra Señora de la Paz y La Sobrina de las Trejas, que data de 1852.
Los guisos
Además de la carne de retinto , que es muy típica en la zona, llaman la atención los guisos que tienen como estrella alguno de los productos silvestres que ofrece su campiña. Ejemplos son el guiso de berza, el de tagarninas, el de alcauciles o el de espárragos con arroz .
Torreón de Doña Blanca
Es una torre albarrana, perteneciente al recinto amurallado. La tradición cuenta que en ella fue encerrada hasta su muerte doña Blanca de Borbón, esposa de don Pedro I .
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