Luis González celebra sus bodas de plata como párroco de la Iglesia Mayor de San Fernando
La celebración tuvo lugar en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo con una eucaristía a la que asistieron los vecinos de la localidad gaditana
![Luis Pedro González Rodríguez, párroco de San Fernando (Cádiz), en la celebración de sus 25 años como obispo](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2019/05/29/s/luis-gonzalez-parroco-sanfernando-U30862305642an--1248x698@abc.jpg)
La Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo de San Fernando (Cádiz) celebró las bodas de plata sacerdotal de su párroco, Luis Pedro González Rodríguez , quien desde hace 25 años es el encargado de celebrar las eucaristías en dicho templo del siglo XVIII. Después de tanto tiempo, asegura seguir “ manteniendo su fe por encima de todo”.
Natural de San Fernando e hijo de Mariano e Isabel, vinculados a Chipiona, sintió la llamada del Señor a los 23 años mientras estudiaba Ingeniería Técnica. Fue tal la inquietud que sintió, asegura, que se hizo misionero.
A lo largo de su vida ha estado destinado en numerosas parroquias de diversos lugares de la Tierra ; desde las Islas Canarias hasta Pakistán, pasando por Inglaterra. Tras tres años de misionero pasando duras experiencias y presenciando “milagros y prodigios”, sintió una nueva llamada: el sacerdocio.
En 1989, Luis pasa a formar parte de los seminaristas del recién inaugurado seminario Redemptoris Mater de Madrid . Tres años después, en 1992, estuvo destinado en Londres y en 1993 se muda al seminario de Newark en Nueva Jersey. Tras nueve años de formación , el 28 de mayo de 1994 se ordena sacerdote y pasa a trabajar en parroquias y en seminarios durante 20 años hasta que en el 2014 lo destinan en la Iglesia de San Pedro y San Pablo de la localidad gaditana de San Fernando, donde ha celebrado sus 25 años como sacerdote.
El Obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy , le encargó dirigir el seminario Redemptoris Mater de Cádiz donde se encuentra muy ilusionado, explica, en su puesto como rector y como párroco.
Ante la falta de sacerdotes, el párroco asegura ser “ feliz de presidir una comunidad de siete jóvenes estudiantes y una comunidad de fe para el sacerdocio, jóvenes que han dejado su profesión y vida anterior para dedicarse al servicio de la Iglesia y del pueblo cristiano”.
Tras tantos años transmitiendo la palabra del Señor, está muy contento de haber conocido a Jesucristo y haberlo dado a conocer a los demás, porque “el hombre que conoce a Jesucristo, es el hombre más rico del mundo”.