Narcotráfico
El juicio contra «Los Castañitas», una continua caja de sorpresas
Un acusado fallecido, informes que no están y grabaciones inaudibles en una causa de vértigo
No estaba destinado a ser el primer macrojuicio contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar. Primero iba a ser juzgado el clan de «Los Pantoja», aunque la renuncia a la defensa a última hora de uno de los 18 acusados obligó en septiembre a posponerlo. En febrero, el positivo en Covid de una abogada obligó nuevamente a aplazarlo.
Ambas circunstancias han hecho que los hermanos Antonio e Isco Tejón , a los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad atribuyen el liderazgo de uno de los clanes de la droga más importantes de Andalucía, el de «Los Castañitas», protagonicen el primer macrojuicio en la zona.
Ambos hermanos se enfrentan a penas de 20 años de prisión y multa de 4 millones de euros por delitos de pertenencia a organización criminal, salud pública y tenencia de armas. Hay otros 15 procesados, entre ellos dos policías nacionales que además son hermanos, y un policía local, todos de La Línea y los tres acusados de cohecho. El juicio comenzó el 18 de abril ante una expectación mediática máxima y un importante despliegue policial en Algeciras (Cádiz).
La tensión se palpaba
La tensión se palpaba en el ambiente aquel día. Los acusados, casi todos con capuchas, mascarillas y gafas de sol evitar ser captados por las cámaras que les aguardaban, entraron en la Audiencia con rostros muy tensos -Antonio Tejón lo hacía procedente de prisión en un furgón policial-. No era para menos, llevaban años siendo investigados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y estaban en el foco mediático. No les agradaba en absoluto la presencia de periodistas.
El primer día saltó la primera de las sorpresas de un procedimiento que está resultando vertiginoso. Faltaba uno de los acusados. Ni su abogado sabía por qué. Minutos más tarde se supo que estaba hospitalizado en Jaén pero la presidenta de la Sala, ante la posibilidad de que se tratase de una maniobra dilatoria, pidió un informe forense.
Hubo un receso de casi tres horas en el que a los periodistas les sorprendió la animada charla que los tres policías procesados mantenían con Isco Tejón en los pasillos de la Audiencia. Resultaba obvio que se conocían muy bien y no lo ocultaban. Reanudada la vista se confirmó que este acusado estaba ingresado en un hospital de Jaén y que serían necesarios varios meses para conocer su evolución.
La presidenta de la Sala, tras otra deliberación, comunicó que el juicio continuaba dada la complejidad de la causa, atendiendo así a la petición de la Fiscalía Antidroga y desestimando la de las defensas, que pidieron su aplazamiento.
El juicio se reanudó el 22 de abril, pero ese día también hubo sobresalto. El acusado que no acudió el primer día al estar hospitalizado, una situación que a punto estuvo de suspender el juicio, había fallecido.
Llegó el turno de que los acusados declararan, aunque la mayoría se acogió a su derecho a no hacerlo. Antonio Tejón aseguró que es inocente y que no conocía al resto del banquillo.
Los policías, en mal lugar
Los policías procesados reconocieron una gran amistad con Isco Tejón, con quien salían a menudo de fiesta, comidas y celebraciones familiares. Según los testigos de la acusación, hubo 'coca', fiestas y chicas con frecuencia en estas salidas, algo que la acusación sostiene que pagaba el capo de la droga a cambio de información y que estos agentes negaron. Son hasta ahora los peor parados dada su condición policial y estas amistades peligrosas.
Durante sucesivos días fueron declarando los testigos de la Fiscalía Antidroga, policías y guardias civiles que detallaron los seguimientos a los acusados y el alto tren de vida que llevaban los hermanos Tejón. Eso sí, de Antonio Tejón poco se ha dicho en el juicio. La práctica totalidad de los seguimientos y las escuchas tienen a Isco y al resto de los acusados como protagonistas.
En la sexta sesión, la falta del documento de una prueba pericial sobre un alijo de 986 kilos de hachís que se atribuye a «Los Castañitas» generó la protesta unánime de las defensas, pero la Sala decidió incorporarlo.
La última sesión hasta ahora, la del 3 de junio, fue también convulsa. Nada más empezar la vista, la presidenta de la sala informó que era imposible escuchar las conversaciones telefónicas de los acusados porque los discos compactos donde fueron volcadas no se pueden reproducir.
Circunstancia sorpresiva
La propia Fiscal Antidroga reconoció que se trataba de una circunstancia «sorpresiva» y pidió un nuevo volcado para aportarlas al procedimiento. La respuesta de la defensa fue unánime. Todos los abogados se opusieron argumentando que era una prueba «viciada en origen» y cuestionaron que no se detectara durante la instrucción, por lo que pidieron la nulidad del juicio por indefensión.
La Sala decidió solicitar de nuevo el volcado de las escuchas y facilitarlas a las partes, pero también dar el plazo necesario al abogado de Isco Tejón, que ya advirtió en su escrito de defensa que no había podido reproducirlas. Esto puede suponer una demora del procedimiento ya que el letrado ha advertido que necesita tiempo para ello y que está «haciendo encaje de bolillos» para asistir a este juicio porque tiene los próximos meses muy ocupados.
A medida que han ido pasando los días, los acusados se muestran ya mucho más relajados. El juicio se reanudará el día 21, quién sabe si con nuevos sobresaltos.
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