Juzgados
Un jerezano reclama la herencia de un torero: «Lo amo pero es un estafador»
El jerezano Carlos Galán presenta una demanda contra los hijos biológicos del torero Juan Galán al excluirlo del testamento
Digno de un guión de telenovela. Así es la historia de esta familia. Fotos y recuerdos que repasan una convivencia con la familia del torero Juan Galán se convierten en las pruebas de una relación filial de este joven que era acogido en el seno familiar de dicha familia con tan solo tres años. Matrículas de colegios, comunión, imágenes de botas de vino con los nombres de sus hijos en la finca El Toro y momentos recogidos en su piso de El Bosque, en la localidad de Jerez .
Ese es el caso de Carlos Galán que era reconocido en las revistas del corazón de los años 80 como uno de los hijos del citado torero, que fallecía hace un par de años, y que con anterioridad se veía envuelto en la denominada Operación Toscana , junto a su hijo mayor Juan Pedro, por delitos de prostitución, coacciones y contra los derechos de los trabajadores.
El demandante afirma que «con la verdad se va a todos lados. Hemos funcionado como familia durante toda la vida y a todo efecto ha ejercido de padre». Por eso ahora ha presentado una demanda contra los hijos biológicos de Juan Galán por excluirlo del testamento del que considera su padre. Pasados siete meses del fallecimiento de «mi padre, mi hermano en el momento en el que pido lo que me corresponde empieza a ponerse sociedades, de administrador, a cambiar cosas».
Nada más empezar a contar las andanzas del que fuera conocido como niño torero en Jerez, sale en la conversación que «estuvo detenido y en prisión por la Operación Toscana. Yo no quiero mal para nadie, pero sigue imputado por delito fiscal por alzamiento de bienes, apropiación indebida, estafa documental, blanqueamiento de capitales y contra la salud pública. Mi hermanito yo lo quiero mucho pero es un personaje». Ahora en lugar de hacer el reparto de la herencia , atender a sus hermanas, «lo único que hace es vanagloriarse porque la fatiga y el dinero es lo que dan: problemas».
Carlos Galán cuenta cómo su madre no ha percibido lo que le corresponde, «ni nosotros tampoco, sin embargo sí ha atendido, bajo cuerda, a un hermano de sangre que está en Sevilla, que fue repudiado y nunca tuvo contacto con la familia. Le ha atendido, le ha dado su dinerito, y se acabó».
El demandante afirma que ha intentado contactar con Juan Pedro Galán, su hermano, «pero ha sido imposible». Tuvo que comprar hasta una tarjeta para poder contactar con él puesto que lo tiene bloqueado. Intentó un acercamiento pero fue infructuoso y ya he tomado la decisión de «llegar hasta el final». Carlos Galán no entiende cómo con los antecedentes que tiene su hermano, «imputado, se atreve a volver a los juzgados».
La familia cuenta con un imperio hotelero compuesto por 15 hoteles, fincas, locales y pisos. «Juan Pedro es igual que los demás, no se sabe quién le otorga los derechos. Yo lo amo mucho pero es un estafador». «Va aquí como si esto fuera el oeste. Es para que lo coja el juez y el fiscal y para que vaya a Puerto II porque en los hoteles todo lo han comprado mis padres. Él es como cualquiera de los hermanos».
Este 29 de enero va a hacer dos años que fallecía el cabeza de familia, Juan Galán, «mi padre, que se hizo cargo de mí con Manuela, la madre biológica de Juan Pedro, Eva y Rocío». La madre biológica de Carlos lo dejó en la casa cuna de Puerto Real, de donde lo recoge esta familia. Pasado un año la madre biológica de Carlos empieza a trabajar en la casa y «se hizo cargo durante más de 45 años de mis hermanos y de mí».
Aclara que sus hermanas y su madre no se enfrentan a «mi hermano Juan Pedro». No obstante, es consciente de que «ellas tienen que pedir lo que es suyo».
Este joven adelanta que retiraría la demanda en el momento en el que se le diera lo que considera que es legítimo: «Diez millones de euros, según bienes inventarios, y tres inmuebles».
Sobre su pasado y su relación con los bienes familiares , Carlos Galán cuenta que «he sido siempre el hombre de paja, nunca me dieron de alta en la Seguridad Social, nunca se me remuneró. Hace años la Seguridad Social me reclamaba 100.000 euros por impagos». Entre tal desbarajuste se encuentra, por ejemplo, el hecho de que «mi padre no hizo ni últimas voluntades ni nada».
Es una historia que lleva un año y nueve meses y que ha saltado a la luz ahora a través del abogado Fernando Osuna , que defiende a Carlos Galán.
«No entiendo cómo no le da nada sentarse a comer con mi madre y llevarle un roscón de Reyes sabiendo que está jorobando a sus hermanos». Ese es «Juan Pedro Galán, el torero, mi querido hermano» . Unas palabras que casi suenan a epitafio.
La demanda
Algunas de las pruebas de su relación, y que aportan el abogado es que Carlos estaba, igual que el resto de hermanos Galán, matriculado en los centros escolares Grazalema y Guadalete en El Puerto, con el nombre de Carlos Galán Naranjo durante 15 años. Como pruebas de esa relación se encuentra también la dirección que aparece en su Documento Nacional de Identidad en la conocida Finca El Toro.
Osuna ha solicitado en la demanda que reconozca su condición de hijo del fallecido, ya que convivió «durante más de 45 años» en su hogar y la madre biológica incluso tuvo una relación sentimental con su padre «adoptivo» ». En la demanda, el letrado recuerda que nació en 1972, pero el padre biológico «desapareció» y la madre «tuvo que soportar todos los problemas de esa situación, agravada por no tener trabajo».
Al negarse a incluirlo en la herencia, «tiene pues un interés real respecto al reconocimiento de la filiación, como el de la unidad y la estabilidad familiar ».