GIBRALTAR

Honores de jefe de Estado a Picardo en instituciones de PSOE y Podemos

La Diputación y el Ayuntamiento de Cádiz abren vías de colaboración con el ministro principal de la colonia, a la que España considera paraíso fiscal

El alcalde de Cádiz y Picardo, ayer en Cádiz EFE

A. R. VEGA

Como si no existiera un conflicto permanente por aguas y territorios adyacentes al Peñón que se remonta al tratado de Utrech de 1713. Como si los pesqueros de La Línea de la Concepción no sufrieran el hostigamiento de las embarcaciones de la Royal Navy y la policía gibraltareña. Como si la Verja no fuera una de las mayores rutas del contrabando del tabaco en Europa almacenado, con desahogada naturalidad, en depósitos del puerto. Como si Gibraltar no formara parte de la lista de paraísos fiscales del Estado español. Como si ninguna sombra enturbiase las relaciones entre el país y la única colonia que subsiste en Europa en pleno siglo XXI, la Diputación de Cádiz, gobernada por el PSOE y el PA, y el Ayuntamiento de Cádiz, en poder de Por Cádiz sí se puede (la marca local de Podemos), han recibido con honores de jefe de Estado al ministro principal de los «llanitos», Fabián Picardo.

De la Diputación de Cádiz ha salido la promesa de constituir una comisión técnica en temas de empleo

La primera cita de su ronda por tierras gaditanas ha sido un encuentro oficial con la presidenta de la institución provincial, la socialista Irene García, del que ha salido la promesa de constituir una comisión técnica en temas de empleo, encuentros empresariales, educación o cooperación cultural. La segunda, una «visita de cortesía» del máximo responsable de la colonia al alcalde de Cádiz, José María González «Kichi», en una puesta en escena cargada de simbolismo en aquel despacho del Consistorio que era «más grande» que la casa del regidor, como confesó en su primer día de trabajo.

Una bandera de Gran Bretaña (reconocimiento explícito de su pertenencia) y otra de España sobre la mesa separadas por una pecera sin peces con el mapamundi serigrafiado y los volúmenes de la Constitución de Cádiz de 1812, fueron testigos de las impresiones y confidencias que intercambiaron el alcalde de los círculos con el mandatario gibraltareño.

Aprovechando el clima de «colaboración natural» entre dos territorios vecinos, al que apeló Irene García en la rueda de prensa posterior al encuentro , Picardo encontró una plataforma en suelo español para exponer sus reivindicaciones. «La confrontación no es la vía», proclamó García. «Cada uno es consciente del papel y de las competencias» que le corresponden, aseguró, para añadir, a renglón seguido que le parece una «sinrazón» no dialogar con los responsables de una colonia con la que más de 8.000 gaditanos, procedentes del Campo de Gibraltar, tienen una relación económica o laboral directa », afirmó la anfitriona, en un mensaje que parecía querer corregirle el rumbo al Gobierno de Mariano Rajoy en funciones en sus nunca fáciles relaciones con el Peñón.

Picardo, «encantado»

En su gira por territorio nacional, oyendo a la presidenta provincial, Picardo se declaró «encantado» del encuentro y de dar «un paso hacia adelante» en facilitar los lazos humanos, económicos y laborales entre ambos pueblos. Desde el Gobierno andaluz, que mantiene una interlocución fluida con Exteriores en todo lo que atañe a la colonia, vieron con «normalidad» las visitas, que circunscribieron a la «agenda propia y autónoma» de la Diputación gaditana, entre territorios vecinos. Fuentes de la Junta no supieron precisar si la institución provincial les comunicó los contactos previamente.

Tan complacido estaba Picardo en esta atmósfera de hermandad mutua que le lanzó guiños al Ejecutivo. Si el Gobierno de España le «llamara» encontraría en él «amistad, buena sintonía , deseo de cooperación y de trabajar conjuntamente en beneficio mutuo». El ministro principal puso a las autoridades gaditanas como espejo en el que debería reflejarse el Estado. Así, abogó por retomar el espíritu del foro de diálogo tripartito impulsado en 2004 en Córdoba por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos que se vio truncado en 2010 por el enésimo incidente entre la Guardia Civil y la Royal Gibraltar Police en aguas que España reconoce como propias.

La única voz discordante que se escuchó ayer fue la de la portavoz adjunta del PP en la Diputación de Cádiz, Mercedes Colombo, que reprochó al PSOE que «lleva muchos años riéndole las gracias a Picardo».

El ministro principal de Gibraltar dijo que «nunca» se han vertido bloques al mar

La gira dio mucho de sí. Picardo dijo que «nunca» se han vertido bloques al mar, «sino que se ha creado un arrecife avalado por la UE». Aprovechando que decenas de micrófonos lo apuntaban, acusó a la Guardia Civil de la situación «un poco difícil» vivida el pasado sábado con patrullas de la Armada británica que protegían la llegada al Peñón de un submarino estadounidense. Incidente negado de inmediato por el Ministerio de Exteriores.

Picardo pr esumió de la pujanza de Gibraltar y su deseo de que «siga siendo un núcleo de riqueza donde puedan venir a trabajar la gente que todos los días lo hace del Campo de Gibraltar y más allá». Se habló de casi todo, pero ni una palabra de los millones de euros que se escapan cada año por el sumidero de la evasión fiscal.

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