Sucesos
Gibraltar endurece las multas y penas por tenencia de combustible para narcolanchas
El Gobierno del Peñón vuelve a adelantarse al de España al legislar antes en esta materia, como hizo al prohibir estas embarcaciones en 1995
El Parlamento de Gibraltar acaba de aprobar una enmienda a la Ley del Petróleo por la que endurece las sanciones y penas por tenencia y transporte de combustible para narcolanchas, una actividad que ha ido en auge en el último año en Andalucía y que también ha está originando numerosas intervenciones de la Policía del Peñón.
Así lo anunciaba el ministro principal de Gibraltar Fabian Picardo , en su perfil de twitter: «Tras consultar con la Policía Real de Gibraltar, tramité con urgencia enmienda a Ley de Petróleos para prohibir la posesión de petacas de gasolina. El Parlamento actuó de inmediato y con unanimidad para parar esta actividad. Gibraltar tiene cero tolerancia con el narcotráfico y las actividades afines».
La presión policial en el Campo de Gibraltar ha obligado a las organizaciones de narcotraficantes a buscar nuevos lugares por los que introducir el hachís procedente de Marruecos y a ser mucho más precavidos. Ahora, las narcolanchas aguardan en alta mar varios días hasta esperar el momento idóneo para desembarcar la droga en la costa. Eso supone que la tripulación, que espera en la embarcación, necesita gasolina y víveres. No pueden arriesgarse porque las narcolanchas son ya género prohibido en España y son intervenidas cuando son interceptadas, lleven o no mercancía ilícita. El valor de una narcolancha supera los 200.000 euros y los narcos no se la juegan.
Esta nueva situación ha provocado, tal y como adelantó ABC , que surja un nuevo perfil en el mundo del narco, el de los ‘petaqueros’. Se trata de personas que se encargan de conseguir gasolina, almacenarla y transportarla hasta embarcaciones auxiliares para que surtan a las narcolanchas. En la mayoría de estas ocasiones, los transportistas son menores de edad.
Las intervenciones de petacas de combustible con este fin están siendo constantes desde hace más de un año en el Campo de Gibraltar y en otros puntos de Andalucía a los que el narco ha extendido sus tentáculos, pero esta práctica también ha llegado a Gibraltar. La Policía del Peñón ha realizado numerosas intervenciones en este sentido y había alertado del peligro que supone su almacenaje y transporte en vehículos no homologados por el riesgo de incendio y/o explosión que supone.
Por ello, el Gobierno del Peñón ha endurecido las penas y sanciones a quien sea sorprendido con petacas de combustible. Además de multas más cuantiosas, quienes sean sorprendidos con estos recipientes de gasolina se enfrentan a penas de prisión de entre seis meses y cinco años.
Esta celeridad en la actuación por parte de Gibraltar ya se vio en 1995, cuando el Gobierno del Peñón prohibió las narcolanchas, algo que España no hizo hasta octubre de 2018.
Los sindicatos policiales y el movimiento antidroga llevan tiempo reclamando que el almacenaje y transporte de gasolina para narcolanchas sea considerado delito y no una infracción administrativa, porque se trata de una actividad fundamental para el narcotráfico, pero además, supone un enorme riesgo cuando el combustible es almacenado en garajes y locales y cuando es transportado en vehículos no homologados para ello.
La actual normativa española impide la venta para el transporte particular de más de 60 litros de combustible , que además debe ir en recipientes homologados y no en petacas de plástico como utilizan estas organizaciones criminales para garantizar la sujeción y evitar filtraciones. En las intervenciones de las Fuerzas de Seguridad, suelen ser interceptados más de 1.000 litros de combustible en petacas. En cada petaca hay 25 litros. Sin duda un auténtico polvorín que pone en claro riesgo a los ciudadanos y una actividad imprescindible para los narcos con la que hay que terminar.
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