Donar sangre a las plantas de la Virgen: una experiencia «reconfortante»

Donar sangre a las plantas de la Virgen: una experiencia «reconfortante»

La hermandad de las Angustias de Jerez cede periódicamente su capilla al Centro Regional de Transfusión de Cádiz para acoger las colectas

Miguel Guerrero
Donantes de sangre, a las plantas de Ntra. Sra. de las Angustias

«Tanto para el donante como para el personal sanitario, es muy relajante y tranquilo», afirma Conchi Sabao, enfermera del Centro Regional de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz, sobre la donación de sangre que se realiza periódicamente en la capilla de las Angustias. Además de ser un lugar de oración y culto, este templo jerezano se convierte algunos días en un espacio de encuentro entre los donantes y los sanitarios. Desde la hermandad de las Angustias, se entiende que donar sangre entronca de forma muy certera con los valores cristianos: «es un gesto supremo de amor, ya que el que dona sangre, dona vida, y los cristianos tenemos como uno de nuestros principales cometidos dar y proteger la vida», manifiesta Rafael Berdún, Mayordomo segundo de la corporación.

El Centro Regional de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz tiene un punto fijo para la donación en el Hospital Universitario de Jerez, la cual es su sede. No obstante, también se realizan colectas en otros puntos de la ciudad y de la provincia. Las localizaciones son muy dispares: centros cívicos, polideportivos, bibliotecas, centros de salud o incluso capillas, como es el caso. José Antonio Ruiz, Médico del Centro Regional de Transfusión, define la capilla de las Angustias como «un sitio muy bonito, diferente y especial y al que nos agrada mucho venir».

La capilla ofrece un entorno favorable y propicio para la donación. María Orihuela, donante y hermana de la corporación, no se siente sola al donar a las plantas de su Virgen: «mientras dono, rezo un poquito. Es una sensación muy bonita», asegura. Ella ha donado previamente en otros lugares, y esta es la primera vez que lo hace en el templo. Augura que, cada vez que pueda, volverá a donar en la capilla porque le ha fascinado el ambiente.

En esta misma línea se muestra Alejandro Montañés, donante de sangre, que suele acudir a este enclave porque vive cerca: «resulta muy reconfortante, ya que estás haciendo un bien y, además, en este entorno, en el que los creyentes nos sentimos protegidos», declara. Él, al ser sanitario, se siente cómodo también en otros espacios e incluso acude al punto fijo del Hospital cuando no le viene bien el horario o el día en el que se dona en la capilla. No obstante, considera que este enclave anima a donar y tranquiliza más «a las personas que tienen más aprensión».

Precisamente, cuando se celebran las donaciones en este escenario, suele haber una buena respuesta. María del Carmen Márquez, Diputada de Obras Asistenciales de la hermandad de las Angustias, cifra en torno a unas «50 o 60 donaciones al día» cada vez que se cede la capilla para ello. Así lo atestigua Conchi Sabao, enfermera del Centro Regional, quien afirma que «es un lugar agradable» que suele tener una afluencia considerable. Entre los donantes, hay personas de toda creencia. Cristianos, personas de otras confesiones religiosas o incluso ateos y agnósticos se dan cita en el templo para donar. Y es que la gran mayoría valora positivamente el entorno de la capilla, independientemente de sus creencias: «mucha gente me dice que está tumbada y que es precioso lo que está viendo mientras dona y le doy la razón porque, por ejemplo, el techo es una auténtica preciosidad», confiesa la enfermera del Centro de Transfusión.

Además de serlo para los donantes, la capilla también es un enclave valorado por el personal sanitario. La música que los hermanos de la corporación ponen para ambientar, unida al silencio que suele imperar entre las personas que se encuentran en el templo, genera una paz que Conchi Sabao aprecia: «en otras donaciones, hay mucho ruido de fondo, y tras varias horas de trabajo se nota».

Este no es el único templo de la provincia que se convierte en un espacio para la donación. La hermandad de los Desamparados de San Fernando también ha cedido su capilla en varias ocasiones al Centro Regional de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz.

La vinculación entre la hermandad y las donaciones de sangre

Existe documentación que atestigua que la hermandad de las Angustias comenzó a colaborar con la Hermandad de Donantes de Sangre de Jerez en la década de los 80 del siglo pasado. La vinculación se ha mantenido desde entonces hasta nuestros días. Fue en 2019 cuando la hermandad ofreció la capilla al Centro Regional, y desde entonces se celebran periódicamente las colectas en su interior.

Para la corporación del Domingo de Ramos, el objetivo principal de esta iniciativa es hacer un bien social. No obstante, Rafael Berdún, Mayordomo segundo de la hermandad, considera que al recibir a los donantes en el templo también se contribuye a «extender la devoción a la Virgen. No solo acercamos a Nuestra Señora de las Angustias a los jerezanos en la calle y en su paso, sino también en su casa haciendo esta labor social».

Además de acoger las colectas de donación de sangre, la hermandad también realiza otras muchas actividades de caridad. La Diputada de Obras Asistenciales, María del Carmen Márquez, enumera algunas como las donaciones de alimentos a Cáritas o al Hogar San Juan, la recogida de alimentos y ropa para Ucrania o la elaboración de miles de mascarillas en el confinamiento del año 2020.

En el calendario de actividades asistenciales, está marcado en rojo el día de la donación en capilla. El vínculo entre la hermandad y el Centro Regional de Transfusión se ha fortalecido de tal manera que ambas instituciones han acordado mutuamente que Ntra. Sra. de las Angustias sea patrona de los donantes de sangre de la provincia, hecho que se oficializará próximamente.

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