CÁDIZ
Comienza en Algeciras el juicio contra el acusado de matar a un niño con una embarcación
La Fiscalía pide 15 años de prisión para el procesado, que había consumido alcohol. Familiares protagonizan momentos de tensión en la sede de la Audiencia Provincial
El juicio contra el acusado de matar a un niño con una embarcación semirrígida en 2018 en Algeciras (Cádiz) ha comenzado este lunes en la sección séptima de la Audiencia Provincial de Cádiz, en cuyas puertas se han vivido momentos de tensión por parte del entorno del fallecido, un niño que sólo tenía nueve años, y del procesado.
El acusado, P.M.B.F., único procesado en esta causa, tiene antecedentes penales y se encuentra en situación de prisión provisional comunicada y sin fianza por esta causa según lo acordado por la autoridad judicial en su momento.
La Fiscalía le atribuye un delito de homicidio doloso y pide para él una pena de 15 años de prisión , así como un indemnización para el padre del menor fallecido de 120.000 euros, y a cada uno de los hermanos en la cantidad de 20.000 euros.
Este lunes se ha constituido el jurado popular y ha comenzado la vista. Los hechos tuvieron lugar en la tarde del 14 de mayo de 2018, cuando, según recoge el escrito de calificación de la Fiscalía, el acusado se encontraba en la playa de Getares de Algeciras a bordo de una embarcación semi-rígida de su propiedad, de 300 CV de potencia y con 7,35 metros de eslora y 2,6 de manga. Le acompañaba en la embarcación A.J.C.G.
En el mismo espacio físico y temporal antes descrito, y a bordo de una embarcación de recreo, se encontraba el menor Manuel M.R., de 9 años de edad, en compañía de su padre y un amigo de éste.
Había consumido alcohol y no tenía titulación
Durante la tarde, el acusado gobernó la embarcación anteriormente descrita «habiendo consumido alcohol y careciendo de titulación para el manejo de la misma», según el escrito de la Fiscalía.
Dicha embarcación, por sus características según abunda el Ministerio Fiscal, era susceptible de ser clasificada como de alta velocidad , «diferenciándose del resto de las embarcaciones por el riesgo que pudiera representar para la navegación, no cumpliendo los requisitos de chapa y de matriculación requerida para ser apta para la navegación, requisitos que el acusado no se preocupó de que estuvieran a punto para realizar dicha actividad».
Pese a todo lo anterior -prosigue- el acusado estuvo navegando durante más de una hora, «a gran velocidad, muy superior a la permitida en la zona, realizando maniobras peligrosas entre las mejilloneras, conducta que provocó que fuera increpado por los bañistas que se encontraban en el lugar que le advertían que cesara en su actividad por la situación de peligro que estaba generando».
Perdió el control y salió despedido
Ni siquiera así el acusado cambió de actitud, «siendo consciente del altísimo riesgo que estaba produciendo con su proceder y la alta probabilidad de colisionar con las embarcaciones que navegaban esa tarde en la playa de Getares, por lo que manteniéndose en su conducta, asumió la posibilidad de causar un grave riesgo en la integridad física o en la vida de cualquiera de los usuarios de dichas embarcaciones o bañistas, no sabiendo si podía controlar el peligro que estaba generando puesto que en una ocasión perdió el control del pilotaje, saliendo despedido de su asiento y teniendo que controlar los mandos de la embarcación su acompañante».
La fiscal añade que, así las cosas, ocurrió «lo más probable y lo que todo el mundo había advertido al acusado». A las 17:00 horas, el acusado, «en su irresponsable proceder , de forma enérgica y agresiva activó la palanca de aceleración de la embarcación que pilotaba perdiendo el control de la misma, esto originó que arrollara la parte central de la embarcación de recreo donde se encontraba el menor, pasando aquella por encima de su cuerpo, lo que le provocó el fallecimiento en el acto a causa de un shock traumático por atropello naútico, momento en el que el acusado intentó huir del lugar no consiguiendo su propósito».
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