CÁDIZ
El Campo de Gibraltar apela al ingenio diplomático para garantizar la fluidez en la Verja tras el Brexit
El presidente de la Mancomunidad de Municipios asegura que las mayores trabas para el acuerdo vienen de Reino Unido
![Imagen de la Aduana de La Línea de la Concepción, con el Peñón de Gibraltar al fondo](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2020/12/24/s/verja-gibraltar-kEvC--1248x698@abc.jpg)
A una semana escasa de que llegue el momento más temido al sur del sur de la Península Ibérica, la salida de Reino Unido, y por tanto de Gibraltar, de la Unión Europea (UE), la incertidumbre sobre cómo será esta ruptura tiene en vilo al Campo de Gibraltar , una comarca integrada por ocho municipios (Algeciras, La Línea de la Concepción, San Roque, Los Barrios, Tarifa, Jimena, Castellar y San Martín del Tesorillo) con 270.000 habitantes y cuya dependencia de la colonia británica sigue siendo incuestionable. El Peñón supone la cuarta parte del Producto Interior Bruto de esta zona y aporta más de 120 millones de euros al año.
Londres y Bruselas continúan negociando para intentar llegar a un acuerdo «in extremis» que permita una salida pactada, pero el 1 de enero cada vez está más cerca y no hay certeza sobre lo que ocurrirá a partir de entonces.
En el Campo de Gibraltar son muchas las voces que vienen clamando por un acuerdo que no suponga una debacle para una comarca que tiene el principal puerto de España, el de Algeciras, y el polo químico más importante de Andalucía, pese a lo que soporta un paro estructural que ronda el 30% y padece las lacras del narcotráfico y el contrabando de tabaco procedente del Peñón. La pandemia no ha hecho sino agravar la situación. Los últimos datos cifran en más de 40.000 los desempleados en la zona.
Nadie en esta comarca gaditana quiere un Brexit duro y se apela a que la UE, Reino Unido y España encuentren una fórmula ingeniosa para Gibraltar que, al menos, deje las cosas como están y garantice un paso fluido por la Aduana que separa La Línea de la Concepción de la última colonia del continente europeo.
Por este recinto, antes de que la pandemia lo cambiara todo, pasaban una media de 30.000 personas y 10.000 vehículos al día . Parte importante de este flujo lo integran los 15.000 trabajadores transfronterizos –ciudadanos de la UE que trabajan en el Peñón pero residen a este lado-, de los que alrededor de 9.500 son del Campo de Gibraltar.
Dificultar el movimiento de esta mano de obra en la Verja supondría una debacle para el Campo de Gibraltar ya que pasarían a engrosar las ya impresionantes listas del paro, pero también para el Peñón, que se nutre de ella. Tampoco hay que restar importancia al tránsito de personas de uno y otro lado de la Verja que la cruzan para realizar compras o disfrutar de la hostelería y las zonas de ocio. Además, el turismo supone una parte importante de los ingresos para las arcas gibraltareñas, por lo que una Aduana no permeable dañaría a esta fuente de ingresos y el efecto dominó sería incuestionable.
La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y el Grupo Transfronterizo , que aglutina al tejido empresarial y sindical de ambos lados de la Verja, reclaman soluciones ingeniosas para que se garantice la permeabilidad en la Verja. Apelan a que se tire de «ingeniería diplomática» para encontrar una fórmula que lo haga posible cuando Gibraltar se convierta en una frontera exterior de la UE el próximo 1 de enero.
Los transfronterizos, blindados
Los derechos de los trabajadores transfronterizos han sido blindados gracias a un acuerdo alcanzado por España, Reino Unido y Gibraltar. Esto les permitirá entrar en Gibraltar con su pasaporte y DNI cuando el Brexit ya esté consumado. Así será hasta el 1 de julio . A partir de entonces, todo son incógnitas y puede que tengan que sellar sus pasaportes, con el retraso que ello supondría. «A Gibraltar entran cada año 30 millones de personas. Serían 30 millones de sellos. Es mucha tinta innecesaria », aseguró hace unos días el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo , en una entrevista a la Cadena SER.
Picardo aspira a lograr un acuerdo tipo Schengen que posibilite aún más fluidez en la Verja, de manera que Gibraltar forme parte de este espacio, lo que permitiría la libre circulación de personas como en otros territorios no miembros de la UE.
Además, pese a este blindaje de los trabajadores, desde el Grupo Transfronterizo se advierte que de nada servirá preservar sus derechos si la economía cae y no hay trabajo ni derechos que proteger.
Para las mercancías no habrá, en principio, grandes problemas. Gibraltar no forma parte de la unión aduanera , por lo que el tránsito de mercancías por la Verja cambiaría únicamente si se trata de productos procedentes del Reino Unido o de otro tercer país, que tendrían que pasar a partir del 1 de enero por el Puesto de Inspección Fronteriza de Algeciras . Para garantizar el abastecimiento de la población, el Gobierno del Peñón tiene elaborado un plan de contingencia que incluye el transporte de mercancías en ferry desde el puerto de Algeciras .
«La metrópolis queda muy lejos»
El presidente de la Mancomunidad de Municipios, Juan Lozano (PSOE), asegura que quien más impedimentos está poniendo a que se alcance un acuerdo sobre Gibraltar «es Reino Unido», y afirma que el Peñón y España están más cerca en este asunto de lo que cabría esperar: « El Gobierno de España tiene intención de que haya una frontera fluida , que es lo que venimos demandando siempre. En esto coincidimos con el Gobierno de Gibraltar y esperamos que Reino Unido acepte los postulados españoles. La realidad es que e l Gobierno de Gibraltar está más cerca del Ejecutivo español que del británico . La metrópolis queda muy lejos. A pocos días del 1 de enero, lo que pedimos es un acuerdo sobre la fluidez en la Verja y que el control fronterizo esté en el puerto y el aeropuerto del Peñón por parte de Frontex, que es lo que propone España. Esperamos que Reino Unido lo acepte porque estamos dando solución a miles de personas».
Sobre el área de prosperidad compartida por la que aboga el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , la fórmula win-win –todos ganan- a la que alude la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, también espera que se materialice «para que se equilibre la renta per cápita a ambos lados de la Verja y se cree empleo y riqueza».
El Gobierno, a través del Ministerio de Interior, ha iniciado ya unas obras de emergencia en la Verja en las que invertirá cinco millones de euros para adecuarla al nuevo escenario del Brexit.
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