Cofradías
Primer paso para la restauración del manto del Señor del Ecce-Homo
El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico realizará un informe y presupuesto para valorar la recuperación de esta pieza
Parece que ahora sí, la restauración del valioso manto del Señor de Ecce-Homo de Cádiz está más cerca. Un equipo del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico ha visitado recientemente la Archicofradía para conocer el estado de conservación del manto Yraola y elaborar de esa forma un informe y presupuesto para su futura intervención. Se trata de un paso fundamental para conseguir que se lleve a cabo la recuperación de esta joya patrimonial con la que procesional la imagen de Montes de Oca el Martes Santo.
La propia hermandad ha hecho pública esta visita que ha estado encabezada por el director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Juan José Primo, quien ha conocido de primera mano la situación en la que se encuentra esta pieza que data de 1910. El hermano mayor de la corporación de San Pablo, Jaime Calderón, se muestra muy satisfecho tras este encuentro que considera fundamental. «Esto es el primer paso. El IAPH está muy interesado en restaurar el manto y nosotros queremos que salga adelante. Se tiene que hacer el informe técnico y a ver qué pasa».
El máximo responsable de la corporación gaditana ha asegurado que «nosotros estamos trabajando también en la financiación. Hay varias opciones. La de la subvención de la Junta de Andalucía es una pero vamos a movernos también por el ámbito privado para ver qué podemos conseguir. Pero bueno, contamos con el apoyo y el interés del IAPH así que esperemos que este proyecto salga bien«.
Calderón insiste en que se va a trabajar al máximo para conseguir que esto salga adelante y se pueda contemplar por fin el manto del Señor ya recuperado. «Espero que sí, vamos a poner todo nuestro esfuerzo en ello».
La historia del manto de Yraola
El conocido como manto de Yraola, o manto de salida, es uno de los distintivos de la iconografía del Ecce-Homo gaditano. Según recoge la propia hermandad, fue encargado en 1910 por la familia Yraola y lo costeó en su totalidad María de los Ángeles Sáez de Tejada y Revello, viuda de José de Yraola, marino Capitán de Fragata. Uno de sus hijos, José de Yraola Sáez de Tejada, burgués con múltiples negocios y cargos, era propietario de un taller de bordados en Cádiz. Además, era hermano de la archicofradía y formaba parte de la Junta de Gobierno de la hermandad desde 1901, llegando a ser prioste de la misma tras la muerte de Cayetano del Toro ya en 1915. La dirección del proyecto del manto y su ejecución recaen en la bordadora María de los Ángeles Martínez de la Peña.
El taller de bordados elegido tanto para la adquisición de material de bordados, y la realización del mismo, es el de Quijano y Molina, Sobrino, comercio de galonearía, bordados, y ornamentos religiosos, situado a escasos metros de la Iglesia de San Pablo, con entradas por José del Toro, Ancha y Novena. Los propietarios del establecimiento pertenecían todos a la archicofradía. El coste de proyecto fue de 10.000 pesetas del año de 1910, lo equivaldría a unos 40.000 euros.
El manto fue terminado en enero de 1912. Fue expuesto en la Cuaresma de 1913 en el comercio de tejidos de los Hermanos Hervias, también hermanos y devotos de la archicofradía, situados en la calle Novena. Finalmente el esperado estreno del manto de Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo se produjo el Viernes Santo de la Semana Santa de 1913, dentro de la procesión del Santo Entierro, ya que las inclemencias del tiempo obligan a posponer la salida a ese día dentro del cortejo de la cofradía de la Soledad.
Descripción del manto
Como refleja la archicofradía del Ecce-Homo, el manto de Yraola mide 2,73 metros de ancho y 3,35 metros de cola. Está realizado con 25 metros de terciopelo de Lyon (denominado peluche) de color burdeos de alta calidad 100% algodón natural. En su parte posterior lleva un forro de seda granate. El bordado ocupa toda la superficie del manto y está ejecutado en realce en oro fino con predominio de la técnica de cartulina. El dibujo presenta una disposición peculiar ya que a primera vista parece asimétrico, aunque tiene una perfecta simetría en todos sus elementos, siempre partiendo del eje vertical desde el centro de la cabeza al centro de la cola del manto.
Iconográficamente están presentes diferentes elementos propios del bordado del romanticismo español, y en concreto de la Restauración Alfonsina. En él aparecen desde la característica lazada de estilo imperio del que parte las nervaduras que estructuran el dibujo, pasando por hojas de cardos, flores de cardos, anemonas, nogal y encina. El conjunto está rodeado por un gran fleco de bolillas en forma de bellotas de hilo de oro y un calabrote de oro enriquecido con bolillas de oro fino y piedras nobles. Todos estos elementos componen un complejo programa iconográfico y catequético lleno de imágenes que sugieren diversos símbolos relacionados con la idea del pecado y la Resurrección. En los años 60 del siglo XX el manto fue restaurado por los talleres gaditanos de San Martín.
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