Dos generaciones y una misma pasión: la carga

Francisco y José María Aguilar . Padre e hijo. Dos generaciones unidas que comparten la pasión de la carga en Cádiz y coinciden, se estrenan juntos este año, por fin, después de una larga espera. Francisco es un veterano que ha estado bajo pasos como el del Perdón, Descendimiento, Lágrimas de Columna... Ha coincidido con capataces como Antonio Priu, Adolfo Morera, Salvita... Se inició en la carga en 1991. «Entré en esa época en el Cristo de la Expiración con Antonio Priu y a partir de ahí llevo 31 años en la Semana Santa quitando estos dos años de la pandemia». En todo este tiempo ha tenido la suerte de llevar en sus hombros a titulares de distintas cofradías de la ciudad. Actualmente forma parte de las cuadrillas de la Esperanza del Amor, el San Juan Bautista de Las Aguas y el Cristo de la Expiración . «Lunes, Miércoles y Viernes Santo. Me dejo un día en medio porque ya tengo una edad», comenta.

Si el tiempo lo permite es en estas jornadas en las que estará junto a su hijo José María. «Él empezó de monaguillo, después de penitente y de aguador con 10 años en el San Juan. Empezó a cargar pero se le cortó por todo esto que ha pasado. Le tenemos un cariño especial al San Juan . A mi me gusta porque es la cantera y vas ayudando a los chavales, les das consejo. La verdad es que paso complicado puede ser cualquiera porque todos pesan. A veces una cuadrilla va muy bien un año y al siguiente te va mal. Una que he sufrido por ejemplo es Mayor Dolor de Buena Muerte. El Perdón pesa pero se lleva bien porque hay buena cuadrilla y el San Juan me ha reventado porque los chavales igual no aguantan... Es que depende del año, de cómo venga la gente. Hay muchos factores, pero hay que ir concienciado y es un trabajo y tienes que cumplir y es una responsabilidad . También es que con los años coges experiencia. Ahora es más técnica, antes de joven era todo fuerza bruta», relata Francisco.

Este 2022 la motivación está al máximo para todos. Pero para Paco es aún mayor. «Está el orgullo que es salir con mi hijo dentro de un mismo paso, dentro del pozo como decimos nosotros. Estar los dos juntos es un orgullo y darle paso a la juventud también. Yo estaré hasta que aguante el cuerpo con él y disfrutando, porque eso no tiene precio. Coincidir dos generaciones es complicado y nosotros tenemos esa oportunidad».

Su hijo José María lo tiene claro. « Me gustaría ser como mi padre en un futuro . Siempre me apoya, me da consejos, me ayuda... Cuando me metí debajo del paso no sabía ni cómo hacerlo. Debajo del paso todos somos uno pero si tienes un familiar pues la verdad es que te sientes mucho mejor», explica.

José María Aguilar se muestra ilusionado como nunca de cara a estos próximos días. «Tengo mucha emoción. Yo siempre tengo en mente una frase que lo que pasa debajo del paso no se puede explicar. Sólo lo sabe la gente que se mete debajo. Se pasa mal porque quieres que todo salga bien, por la lluvia... Pero a la vez es muy emocionante. Mi padre empezó con 18 años y yo me he criado viendolo a él y ahora me toca a mi que desde chico siempre he tenido muchas ganas hasta que me ha llegado la hora. Ya noto ese hormigueo en la barriga y veo al que tengo al lado que me dice, aquí estoy, y eso es lo mejor. Debajo de un paso hay mucho compañerismo para que todo salga bien porque tienen que ser todos uno. Hay que mirar todos a una y yo tengo la suerte de saber que estoy rodeado de lo mejor de Cádiz».