ENTREVISTA

«Los horarios se alteran en beneficio del cortejo»

Martín José García Sánchez Presidente del Consejo de Hermandades de Cádiz

Martín José García destaca la buena relación entre las hermandades Antonio Vázquez

ANA MENDOZA

Martín José García Sánchez vivirá su novena Semana Santa como presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Cádiz. El máximo responsable del organismo de la calle Cobos espera que estos días se desarrollen de la mejor forma posible y sobre todo confía en que esta próxima Semana Santa sirva para dar testimonio de religiosidad.

Afronta una nueva Semana Santa ¿Qué balance hace de esta Cuaresma?

Indudablemente muy positivo, pues tras la imposición de las cenizas todas las hermandades han celebrado con gran brillantez, recogimiento y espiritualidad sus cultos cuaresmales como preparación penitencial para el gran acontecimiento anual de la celebración de la Pasión de Nuestro Señor.

¿Cómo encara esta Semana Mayor?

Con la misma voluntad de servicio y responsabilidad de años anteriores, aún cuando preocupado por las incertidumbres que se han presentado respecto a algunas salidas.

¿Cree que la Semana Santa de Cádiz está en crisis?

La Semana Santa no, quizás la sociedad, porque más que crisis económica, que también, estamos asistiendo a una gran crisis de valores en los últimos tiempos, muy preocupante. Hemos avanzado mucho en derechos y libertades pero a cambio hemos retrocedido en otros valores esenciales para nuestra convivencia como son el respeto y el saber comportarnos, evitando hechos, situaciones, ofensas y actitudes impropias de quienes alardeamos de pertenecer a una sociedad culta y avanzada.

¿Existe buena relación entre las hermandades?

Sí, por supuesto. Puedo dar fe de ello. Hoy, en términos generales no existen más problemas que los mínimos y derivados del día a día, lógicos y normales en un colectivo tan amplio como el nuestro, pero que siempre se solucionan en interés común. Lo he podido comprobar en multitud de ocasiones. Desde que llegamos nosotros al Consejo, los plenos se han convertido en ‘mesas de trabajo’ donde sin perder su conceptuación de ‘foro de debate’, los hermanos mayores siempre con las miras puestas en lo mejor para el colectivo, han planteado y llevado a término acuerdos e iniciativas de interés para todos.

¿Por qué ha decrecido el número de hermanos en los últimos años?

No siempre y en todas las corporaciones. La prueba la tenemos en aquellas nuevas, como El Despojado, donde da gusto ver a esa larga fila de jóvenes penitentes, a esa juventud entusiasta que nos hace disfrutar cada Domingo de Ramos. Lo que ocurre en otros casos obedece a diversos factores, entre los que no ha de descartarse la involución del materialismo de moda en detracción de lo espiritual. En cualquier caso las cofradías están más vivas que nunca, siguen siendo fiel testimonio de nuestra religiosidad y sobre todo constituyen una escuela ejemplar para la formación de nuestra juventud, además de ejemplo de caridad y comprensión para quienes acuden todo el año a sus casas de hermandad, demandando ayuda y no solo material para sus problemas. En este sentido la labor de nuestros directores espirituales es fundamental.

«No debemos perder nunca nuestra manera de llevar los pasos; es única e inigualable»

Algunas cofradías hablan de que no hay relevo generacional...

Ello no es así. La juventud cofrade cada día es más numerosa y sobre todo está más integrada y con más ganas de trabajar. Basta con citar las campañas de recogida de alimentos, las de Navidad y Reyes, las de ayuda a los necesitados en las Parroquias y Centros de Acogida, y sobre todo la vitalidad y el entusiasmo que despliegan en todas sus acciones. El relevo generacional lo estamos viendo todos los días cuando asistimos a las tomas de posesión de las nuevas juntas de gobierno donde el número de jóvenes en muchos casos supera con creces al de personas mayores. Lo que sí es preciso es que desde el ingreso en una hermandad hasta el acceso a los cargos de responsabilidad, se produzca un periodo necesario de preparación, para evitar después situaciones, actuaciones o decisiones no acordes a lo que representamos. Las hermandades no son ni peñas recreativas, culturales o deportivas, con todo el respeto para estas, sino otra cosa. Somos parte de la Iglesia, colectivos compuestos por fieles laicos llamados a propagar la fe de Cristo, dando ejemplo de vida desde el Evangelio, y nuestro comportamiento debe ser acorde a su doctrina.

¿Qué reflexión hace sobre todo lo acontecido con el Perdón?

De pesar y de dolor. La verdad es que nuestra Semana Santa se ha visto afectada por esta decisión de no salir pero ello es competencia de la propia cofradía y no debo entrar a realizar juicios de valor sobre esta decisión. Nosotros desde el consejo, que no lo compone solo la junta permanente y quien la preside, sino también el pleno de hermanos mayores, deploramos esta decisión de no participar . Por tanto solo podemos lamentarlo. Desde el primer momento no hemos querido entrar en ningún género de polémicas al respecto, solo repetir que todas las decisiones que se adoptan son siempre en beneficio común, y en este caso ya se ha pronunciado la autoridad eclesiástica, en dos resoluciones, y al contenido de estas y a sus razonamientos nos remitimos.

¿Qué le diría a quienes tanto critican al Consejo?

Siendo ponderados, el Consejo, es decir Permanente y Pleno de hermanos mayores, realizan una labor muy encomiable, difícil e ingente en todos los órdenes. Y además todo el año. Con responsabilidad y eficacia. Nuestro colectivo es muy amplio y complejo y siempre quienes conocen la labor que desarrollamos nos valoran muy positivamente. Otra cosa muy distinta es que, como excepción a la regla, en momentos puntuales como los vividos en estos días y en el contexto actual de crisis de valores imperante, de falta de respeto, aprovechando la impunidad de las redes, se ofenda a personas que no se lo merecen, se les insulte y descalifique. En un estado de derecho son admisibles las críticas, siempre que sean constructivas, fundadas y razonadas, pero las descalificaciones y los insultos no tienen cabida , y solo vienen a descalificar a quienes los profieren. Jardiel Porcela decía que «todos los que no tienen nada importante que decir hablan a gritos», y por eso muchas veces se habla mal del mundo cofrade, pero como añadía Barry Neil «una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo».

¿Cree que son desmedidos los comentarios que se han vertido?

No suelo entrar en las redes, pero por las noticias que me han llegado, por supuesto. Desmedidos y lamentables, sobre todo y más aún si estos se hacen desde el desconocimiento de la realidad.

¿Qué piensa sobre los cambios de horarios de las cofradías?

-Siempre que se alteran o modifican horarios se hace en beneficio del cortejo procesional. Como expresaba el delegado episcopal para las hermandades de nuestra diócesis, «la salida procesional es esencialmente un culto comunitario y externo a Dios».

El Perdón. «Desde el consejo, deploramos la decisión de la cofradía de no participar»

¿Y sobre los cambios de días?

Igualmente, para comprenderlo hemos de conjugar las decisiones de las propias cofradías con la finalidad de estos cambios, donde debe prevalecer el interés común. Así, volviendo a los postulados de la Iglesia a la que pertenecemos, ésta nos recuerda que «una salida procesional es mucho más que un horario o un recorrido, es evidenciar, desde la humildad y el anonimato nuestra fe en la calle, para llevar incluso a los más alejados, los momentos salvíficos de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Redentor».

¿Cómo ve actualmente que ha quedado la Madrugada?

Ciertamente afectada, y por ello necesitada de la presencia en la calle de procesiones que favorezcan su recuperación. En cualquier caso, en la última reunión que tuvimos los Presidentes de los Consejos, Agrupaciones y Federaciones de capitales de provincia y Jerez, al comentar esta problemática, se puso en evidencia que ya, en varias capitales de Andalucía la madrugada desgraciadamente se ha perdido.

¿Es usted de los que tal y como le achacan, se marcha a Sevilla?

Nunca, y menos desde que tengo responsabilidades en mi tierra y con mi Semana Santa, que para mí es la mejor del mundo y que no cambio por otra.

¿Cree que son positivas esas influencias foráneas?

Si se refiere a la carga, personalmente no debemos perder nunca esta manera de llevar los pasos. Es única e inigualable. Por tanto prefiero mantener la tradición. En otras cuestiones o usos, cabe el debate, pero lo nuestro, primero.

¿Cambiaría la Carrera Oficial?

Me gustaría, pero es preciso un estudio más complejo por personas conocedoras y no solo opinantes, que puedan aportar ideas y soluciones. Es difícil en una ciudad como la nuestra. Creamos una comisión para el estudio y reforma de la carrera oficial , pero esta todavía no ha dado frutos.

Lleva desde el año 2009 y en junio termina mandato. ¿Piensa presentarse a la reelección?

Es algo que no toca decidir ahora. En su momento. Hoy estoy centrado las 24 horas del día en trabajar, solucionar problemas, y cumplir la encomienda y el mandato de quienes me eligieron, conforme al compromiso que acepte, al jurar el cargo de cumplir. Es lo que me ocupa y preocupa, al igual que todo el equipo que compone la permanente, que por cierto es ejemplar en su trabajo, dedicación y comportamiento al servicio de las hermandades de nuestra capital.

El peor momento que ha pasado desde que está en el Consejo.

El de ahora, por lo injusto de algunas descalificaciones y ofensas, sin razón, desde el desconocimiento de los hechos. Máxime cuando todos sabemos de las horas dedicadas por la comisión de acoplamientos para conjugar intereses lícitos y razonables, pero contradictorios, y del esfuerzo realizado para intermediar, conciliar y unificar posturas en beneficio de los cortejos. Son muchas horas de reuniones e intervenciones, y mucho escuchar desde diversos posicionamientos.

Y un recuerdo que no olvidará...

Los actos del Bicentenario , desde la procesión magna hasta las exposiciones, sin olvidarme de quienes calladamente, sin ningún afán de protagonismo, dedican todas las horas del día, en las casas de hermandad, en las parroquias y en el consejo o el secretariado, para que todo salga perfecto, sin estridencias ni protagonismo, como un servicio a los demás y a nuestro Señor. Esos son los que merecen todos los honores, y a esos no los olvidaré nunca.

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