Capataz de María Santísima de Mayor Dolor
Francisco Javier Baena: «Haremos un trabajo muy acorde con la hermandad»
El nuevo responsable del palio de Buena Muerte afronta con ilusión y compromiso una labor para la que cuenta con el respaldo de todo su grupo
Experiencia, trabajo, devoción y mucha ilusión avalan al nuevo capataz de María Santísima del Mayor Dolor. Francisco Javier Baena dirigirá el próximo Viernes Santo el palio de la hermandad de Buena Muerte después de que la junta de gobierno de la corporación haya depositado en él esta enorme responsabilidad.
–Comienza una nueva e intensa etapa. ¿Cómo la afronta?
–La verdad es que mi grupo de trabajo y yo lo afrontamos con muchísimas ganas e ilusión. A ver si con esfuerzo y trabajo y sale como tiene que salir y se hace una buena estación de penitencia.
–¿Cómo le llega la oportunidad de estar al frente de Mayor Dolor?
–Me ofrecí a la hermandad tras la dimisión del anterior capataz porque la primera vez que me metí debajo de un paso fue justamente debajo de Ella en el año 1992 y por un tema de fe y también una vivencia personal. Con los tiempos que corren creía que era el momento en el que tenía que volver a acompañarla de alguna manera. Cabía la posibilidad de afrontar ese reto y me presenté. Nos sentamos y charlamos y la semana pasada me llamó el hermano mayor, José Joaquín y me dio la enhorabuena.
–Empezó a cargar en Mayor Dolor pero tiene una extensa trayectoria...
–La primera vez fue con mi padre y ese es uno de los motivos por el que me he embarcado en esto. Es como he dicho una cuestión personal y de fe. En estos años he llevado Borriquita, el Cristo de Humildad, Sagrada Cena, Soledad de Vera-Cruz, Esperanza del Amor, Prendimiento... del Martes Santo he cargado Piedad y Sanidad, del Miércoles Buen Fin y la Virgen de la Luz, del Jueves el Perdón y Oración en el Huerto y del Viernes Santo Expiración y Mayor Dolor. Ahora hago 28 con la carga y ya me he retirado y sigo al frente del grupo.
–Como capataz se estrenó en la Esperanza del Nazareno del Amor...
–Fue en 2011 y ahí estuvimos cinco años. Después con Sagrada Cena y en 2015 llegamos al Prendimiento.
–Ahora va a estar en una jornada que para la carga suele ser más compleja...
–Sí que es un día muy complicado porque es el último día de la semana pero nosotros siempre hasta el día de hoy estamos respaldados por un grupo de personas y llevamos ya unos dieciocho años juntos y vamos juntos a todos lados. El colectivo, la columna vertebral fuerte del grupo estamos muy unidos y por eso estoy tranquilo. Voy con una cuadrilla hecha pero es cierto que no deja de ser un día complicado porque durante la semana siempre hay gente que se lesiona o se cansa o que por el tema laboral no puede estar... conforme transcurren los días pueden surgir problemas pero estamos más que capacitados para todos los imprevistos. Aunque tenemos una cuadrilla hecha si después algún hermano quiere portarla pues no habría problema.
–¿Es cierto que es también un paso complicado?
–Sí lo es. Por varios factores. Por el día como he dicho y si a eso le sumamos que es un paso de envergadura, pesado y un palio grande... Pues sí, el reto es muy grande pero con ganas e ilusión se puede hacer una buena estación de penitencia. Vamos a poner todo lo que esté de nuestra parte.
–Dos compromisos importantes entonces para esta Semana Santa.
–En efecto. Tenemos el Lunes el paso de misterio del Señor del Prendimiento y ya luego la cuadrilla volvería el Viernes. Conmigo estarán fuera Cristóbal Beas, José Manuel Hermoso e Iván Roa.
–Se trata además de dos hermandades muy distintas.
–Claramente Buena Muerte es la hermandad de negro. Cuando me senté con José Joaquín le presentamos nuestras ideas que creo que encajan muy bien. Todo ello en cuanto a las levantás, el comportamiento, el hecho de que la cuadrilla vaya uniformada y sobre todo el compromiso y el silencio en la calle. Haremos un trabajo muy acorde con lo que requiere esta hermandad. No tiene nada que ver con ninguna otra hermandad. Buena Muerte es una cofradía muy de negro, muy correcta y de las mejores en la calle.
–¿Qué cualidades cree que debe tener un buen capataz?
–Lo principal en mi opinión para un capataz es que tiene que haberlo vivido durante muchísimos años debajo de un paso. De ahí se aprende la convivencia, el trato, la confianza, el ser un buen amigo y comportarte con el compañero. Todo ello lleva a ser un buen capataz en la calle. Hay que conocer bien al personal y saber cómo trabaja tu gente. Y por supuesto hay que tener ganas, devoción y capacidad de sacrificio porque es una responsabilidad por lo que supone, por el patrimonio de la hermandad y porque eres responsable de la gente de las personas que van contigo.
–¿Existe crisis en el mundo de la carga en Cádiz?
–Creo que sí que en parte el mundo de la carga está en crisis. No sé el por qué pero cada vez cuesta más trabajo encontrar cargadores. Nosotros no llevamos relevo. Nunca lo hemos llevado y nos ha dado buen resultado. Con el grupo nuestro nos perjudicaría. Nos restaría con respecto a la cuadrilla porque estamos acostumbrados a una forma de trabajo y de carga. De hecho una de las cosas que le dije a la hermandad que en la cuestión de comportamiento contra menos personal lleve alrededor del paso pues es lo mejor porque si tienes que meter veinticinco hombres es inevitable el ruido. No es lo mismo llevar el control de cincuenta que el tema de los relevos y tener a la gente repartida por las esquinas. Creo que no da buena imagen. Nosotros lo que queremos es que los protagonistas sean los Titulares y los hermanos de fila y los cargadores cuanto menos se vean muchísimo mejor.
–Un deseo para esta próxima Semana Santa sería...
–El mayor deseo como cofrade y capataz es hacer una buena estación de penitencia. Que salga como está pensado y trabajado. Que el tiempo acompañe y se haga un buen trabajo y que todo el mundo disfrute con sus Titulares en la calle.
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