Semana Santa Cádiz 2022

Crónica: Aguacero de desilusión en un caótico Lunes Santo en Cádiz

Tres de las cuatro cofradías salen en la calle y desafían a una lluvia que se ceba con Prendimiento y que acaba con seis pasos en la Catedral, con muchos momentos de incertidumbre y caos

Horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz 2022. Martes Santo

Ana Mendoza / Rubén López

La lluvia destrozó el Lunes Santo gaditano y el caos hizo el resto . Los partes metereológicos fueron cambiantes durante una jornada en la que seguramente ha pesado mucho los dos años sin procesiones por culpa de la pandemia. De las cuatro hermandades, tres se lanzaron a la calle, salvo Vera Cruz, con decisiones avaladas por unos partes que, sin dudar de su fiabilidad, generaron mucha inestabilidad de principio a fin con precipitaciones débiles en general que aparecían y desaparecían. Toda esa incertidumbre que se veía en el cielo de Cádiz se plasmó a las calles con las hermandades desafiando el tiempo , siendo la peor parte para Prendimiento, hermandad a la que llegando a Catedral le cayó un enorme aguacero.

Solo Vera Cruz decidió finalmente no salir a pesar de intentarlo hasta el último segundo retrasando en varias ocasiones su salida.

El momento más caótico de la jornada llegó en Catedral. Allí estuvieron las tres hermandades que salieron a la calle con las bandas en la calle mojándose y sin poder entrar en el primer templo diocesano. Durante muchos minutos no se sabía que iba a pasar pues no estaba claro que los seis pasos pudieran quedarse, incluso la posibilidad de que Nazareno del Amor tuviera que abandonar la Catedral estuvo presente casi hasta las nueve y media de la noche. Momento ahí en el que al fin el Cabildo aceptó que los seis pasos se quedaran en Catedral hasta el Miércoles Santo por la mañana.

Prendimiento, la gran damnificada

Nunca pudo pensar Rafael Galeano, hermano mayor del Prendimiento, que cuando tomaba la decisión de salir finalmente, tras un retraso de una hora, su cofradía sería la gran damnificada del enorme reto de desafiar al tiempo. Los partes que manejaban el Consejo de Hermandades y la cofradía invitaban a llegar al menos a Catedral, pero por la calle Nueva un tremendo aguacero caía encima sobre toda la cofradía. En especial, la Virgen del Patrocinio sufrió en exceso los efectos de la lluvia hasta que entró finalmente en la Catedral. Unas horas más tarde, la hermandad se quedaba finalmente en el templo diocesano a la espera de volver el Miércoles Santo.

A la hora prevista, la hermandad del Prendimiento ponía su Cruz de Guía en el dintel del Carmen. Nada hacia presagiar que minutos más tarde y con todo el cortejo del Señor en la calle, lo que era un chispeo se convertía en una lluvia fuerte. El nubarrón que llegaba desde Rota no invitaba a pensar nada bueno. El misterio de Jesús en su Prendimiento, totalmente tallado y uno de los pasos más completos de la Semana Santa gaditana, volvía hacia atrás sin que hubiera pisado la calle.

El hermano mayor, Rafael Galeano, informaba a sus hermanos que retrasaban la salida y que tomarían una decisión a las 17.30 "Esperemos que sea la que sea la comprendáis".

Nervios dentro del Carmen y una situación muy delicada para la Junta de Gobierno viendo que otras cofradías estaban en la calle pero la lluvia iba y venía.

Una jornada que para el Prendimiento era de honores con la visita del presidente de la Junta de Andalucía Juanma Moreno. "Cádiz os espera", decía el dirigente sin saber lo que iba a pasar después. El martillo en la primera levantá fue para un presidente que escuchaba las indicaciones del capataz sobre la maniobra de salida del paso.

Y finalmente se obraba lo inesperado . Poco antes de las 6, con una hora de retraso, volvía a salir el cortejo del Prendimiento. El hermano mayor comunicaba que decidían salir y que pudiera ser que "hubiera que aligerar el paso". Con Prendido en Getsemaní y Presentado a Sevilla, interpretado por La Salud de Cádiz, el misterio ya está a en la Alameda para que posteriormente el palio del Patrocinio saliera con la marcha Victoria de Patrocinio gaditana.

Con el recuerdo al fotógrafo y entrenador gaditano Paco Sanz en el Guión de la hermandad, la cofradía avanzaba con muchísimos niños y niñas en su cortejo, destacando siempre la juventud del Prendimiento. El discurrir era normal hasta que en la calle Nueva un enorme chaparrón les sorprendía corriendo a paso horquilla hasta Catedral. Allí la hermandad respiraba hasta evaluar los posibles daños de un enorme desafío al temporal.

Vera Cruz lo intenta hasta el final

La cofradía de negro del Lunes Santo lo intentó hasta el final, puso su Cruz de Guía fuera de la iglesia, apenas unos metros por delante de la puerta del templo y eso fue lo máximo que caminó de su recorrido oficial. Tras avanzar esos metros, la retrasó al dintel, hasta que decidieron volver al interior de San Francisco. Por entonces la idea era llegar hasta Catedral para posteriormente decidir qué hacer. Todo muy meditado y con los hermanos esperando a poder salir. Todo se disponía con el cortejo más que preparado en el interior de San Francisco. Los cargadores movían el enorme paso del Cristo para acercarlo a la puerta del templo. Todo parecía que podía salir bien y que los partes eran favorables.

Sin embargo, posteriormente, la Junta de Gobierno decidía aplazar a las ocho y media su salida, pero fue imposible. Sobre las ocho caía un enorme aguacero que ponía en un riesgo enorme la resolución del hermano mayor y sus vocales de junta. Cerca de las nueve de la noche llegaba el comunicado del hermano mayor, Emilio Bienvenido, con la “dolorosa” decisión de no realizar la Estación de Penitencia en la Catedral. Una situación más que previsible y en la que Cádiz se quedaba con el majestuoso Cristo de la Vera Cruz y sin el palio de la Soledad. Las bambalinas del palio y la restauración de los faroles de Guía tendrán que verse en 2023.

En las afueras de San Francisco la multitud esperaba, mientras que la lluvia aparecía y desaparecía. En el momento justo de la decisión de la cofradía todavía aguardaban muchos gaditanos en la plaza. Un epicentro cofrade, San Francisco el Lunes Santo, que se quedaba muy deslucido con solo una salida y sin ninguna de las dos recogidas de sus hermandades de esta jornada.

La Palma

En la Palma, en torno a la iglesia, no cabe más emoción ni tampoco más fervor. Son numerosos los vecinos, fieles y devotos que aguardan la salida de la archicofradía de la Palma, del Cristo de la Misericordia y la Virgen de Las Penas que este próximo agosto será coronada. También en la calle se enconraba como es tradicional el alcalde, José María González, que junto a Teresa Rodríguez y Lola Cazalilla, esperaba para ver el comienzo de la procesión.

En torno a las tres de la tarde ya se vivían los nervios propios de un instante histórico, el de ese volver a vivir un Lunes Santo. Se aproximaba el momento de iniciar la salida penitencial. En la pequeña iglesia de la Palma todo está medido y estudiado. No falta un detalle ni hay margen de error. Son muchos años de experiencia para quienes forman parte de esta hermandad y se encargan de poner en orden este Lunes Santo. Con confianza, a pesar de las previsiones, todo se organiza para abrir las puertas a la hora fijada en los itinerarios. Las lágrimas también están dentro del templo. Andrés, que porta la cruz de guía reconoce que “es un momento muy especial que estaba esperando desde hace tiempo y estoy emocionado, como estamos todos. La verdad es que se nota esa ilusión”. Y los veteranos comparten presencia con la cantera, la juventud que deja una estampa única como la del pequeño Martin que con cinco meses va en brazos de su madre y con su hábito de la hermandad.

Día también intenso para el hermano mayor de esta corporación, Francis Lucero, ya que esta sería su último Lunes Santo como máximo responsable de la archicofradía. “Estoy tranquilo y contento pero muy emocionado”. Aunque entonces lucía más el sol que las nubes, Lucero ya advertía que “se va a andar mejor, al ritmo adecuado”.

Sonaron aplausos cuando empezaron a salir los penitentes. Y la cuadrilla, dirigida por Manuel Ruiz Gené tomó posiciones para sacar poco a poco con mucha técnica ese espléndido paso del Cristo de la Misericordia. Tras una larga maniobra que requería de distintas acciones por parte de los cargadores se elevó el Cristo. Fue entonces cuando empezaron a brotar las lágrimas, que se volvieron incontrolables cuando el impresionante paso del Señor de la Misericordia avanzó excepcionalmente llevado por sus cargadores por la calle de la Palma con la marcha Cristo del Amor que interpretaba la banda del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Utrera.

Tras él iba su madre, la Virgen de Las Penas que salía, como no podía ser de otra forma, con esa cuadrilla que tan bien maneja Ramón Velázquez. La veteranía es un grado y en este caso se volvió a notar con un palio que avanzó dos marchas seguidas, la de la Coronación y Mi Amargura, con una calle rendida a la belleza de esta Virgen, con diadema este Lunes Santo, y al trabajo de unos cargadores que, al igual que los del Cristo, sintieron el apoyo y el calor del barrio a través de sus vivas, llantos y aplausos.

Aunque todo marchaba bien, instantes después de esa salida la lluvia sorprendía a la cofradía de la Palma que optaba por continuar a ritmo rápido y llegar hasta la Catedral.

Nazareno del Amor

En San Francisco el Lunes Santo es una jornada intensa. El Nazareno Blanco y la Virgen de la Esperanza salen a las calles. Se reencontraban de nuevo con su gente, con sus hermanos. Antes de la salida, la hermandad celebraba su tradicional misa preparatoria. Con ilusión y muchas ganas se ponía la cruz de guía en la calle y tras ellas las secciones del Señor. Poco después el capataz, José Ramón Alba Callero daba indicaciones y el paso del Nazareno Blanco se ponía en una Plaza de San Francisco llena de público. Era el hermano mayor, Manuel Mota quien ordenaba la primera levantá dedicada a todos los hermanos tras estos dos años tan complicados.

Avanzaban posteriormete los penitentes que precedían a la Virgen. En ese momento, empezaban a aparecer con fuerza las nubes y justo cuando el cuerpo de acólitos que precedía al palio se encontraba en la calle caían las primeras gotas de agua. Aún así la hermandad tenía los partes estudiados y apuntaban que era pasajero. Por ello decidieron seguir adelante. En ese instante, la lluvia comenzó a ser intensa y los ciriales regresaron al templo. Se vieron entonces los primeros paraguas en San Francisco y algunos fieles que estaban aguardando decidieron marcharse y evitar así el chaparrón.

En ese momento desde la cofradía se optó por ponerle un capote blanco al Señor que ya estaba en la calle San Francisco. Tras algunas dudas, y con los partes que contemplaban, la corporación decidió seguir adelante por lo que se puso en la calle el palio de la Virgen de la Esperanza. La medida fue recibida entre los aplausos del público, animando de esa forma a hermanos y cuadrilla. Juanjo Muñoz dirigió con eficacia la maniobra y la Esperanza del Amor salió para repartir esa Esperanza que tanta falta hace siempre. Bajó por la calle San Francisco con algo de lluvia pero siguiendo un ritmo adecuado para la situación.

La hermandad se refugió en Catedral se a la espera de la autorización del cabildo para permanecer allí hasta el miércoles cuando se tendran que trasladar todas

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