Balance
Semana Santa de Cádiz 2024: la más complicada e incompleta
Ni los cofrades más veteranos recuerdan tantos días consecutivos con lluvia e incertidumbre por el tiempo
La más lluviosa de los últimos años. Así se podría definir la Semana Santa de Cádiz de este 2024. Desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección no ha faltado lluvia ni un sólo día lo que ha provocado que la Semana Mayor gaditana haya quedado reducida básicamente a ocho salidas procesionales, cinco de ellas de forma íntegra, algo que ni los cofrades más mayores recuerdan desde cuando no se producía una situación como esta, al margen claro está, de los dos años de la pandemia.
Ha sido una Semana Santa dolorosa, ya lo decía el presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado, y es esa la sensación que ha quedado para muchos ya que evidentemente y aparte de que la hermandad es cofradía durante todo el año, es en Semana Santa cuando se vive uno de los momentos más intensos especiales, además del esfuerzo y trabajo previo que supone el poner una cofradía en la calle. La incertidumbre ha presidido cada jornada de tal forma que se han consultado más partes meteorológicos que nunca, se han seguido los radares al minuto y se han estudiado los vientos de todas las formas posibles. Pero así estaba previsto, y tocaba, lluvia, viento y borrasca en esta semana.
De hecho, las predicciones del tiempo no eran optimistas desde el Domingo de Pasión cuando el pregonero Fernando Díaz anunciaba la Semana Santa de Cádiz. No obstante, en los ánimos cofrades siempre ha estado el hecho de consultar y valorar los partes del tiempo hasta el último momento. Además de que se hayan aliviado los pantanos, lo mejor de esta pasada Semana Santa de 2024 ha sido sin duda la disposición por parte de todas las cofradías, de los hermanos y cofrades en una situación adversa y el saber estar y la comprensión de todos los que conforman un cortejo.
Tras unas vísperas, con Dolores de Servitas y Nazareno de la Obediencia, tranquilas, aunque notando ya cierta inestabilidad, se presentó el Domingo de Ramos que nadie quería puesto que hasta cuatro de las cinco hermandades tuvieron que permanecer en sus templos: Borriquita, Las Penas, Humildad y Paciencia y Sagrada Cena. Y ello, a pesar de que esta última lo intentó y llegó a poner parte del cortejo en la calle. Sólo el Despojado salía y, sorprendido por la lluvia en el camino, llegaba hasta Catedral donde ha permanecido hasta este domingo.
Con ese inicio el Lunes Santo tampoco se presentaba en Cádiz demasiado bien. Y era día de la Viña, de La Palma. Pero la lluvia de nuevo frenó las salidas de ese día. Sin La Palma, ni Nazareno del Amor, que también lo intentó como hiciera Sagrada Cena, y tampoco sin Prendimiento avanzó la tarde entre paraguas a la espera de Vera-Cruz que optó por una decisión hasta el momento inédita como fue realizar estación de penitencia en Catedral con el Lignum Crucis.
El Martes Santo seguía sin quedar muy claro la situación aunque a priori se veía como la más tranquila con respecto al tiempo. Con los antecedentes ya de las jornadas previas, las hermandades sopesaban sus decisiones. Sanidad y Piedad anunciaron que no procesionarían. Todo quedaba a expensas de las tres cofradías más del centro: Caído, Columna y Ecce-Homo. En consenso se contemplaron los partes y en los mismos se apreciaba que había una nube pasajera por lo que las cofradías optaron por retrasar las salidas procesionales. Por fin parecía Semana Santa, por fin pasos en las calles. Sonaban las marchas y fue un respiro para todos, un tomar aire.
En la misma dinámica llegó el Miércoles Santo. Lucía el sol por la mañana pero el viento y los partes meteorológicos no vaticinaban una tarde y sobre todo madrugada demasiado tranquilas. No obstante, en este caso, y tras consultarlo y esperar hasta el último momento fueron dos las cofradías que salieron. Sentencia abrió la tarde con el objetivo de recortar tiempo, algo que consiguió gracias a la colaboración y coordinación de todos los hermanos así como de sus cuadrillas. Caminito por su parte modificó itinerario y no pasó como es costumbre a la salida por el convento de las Carmelitas Descalzas donde las religiosas le cantan a la Virgen de las Angustias. Previamente, Las Aguas y Cigarreras habían ya comunicado la decisión de no salir ante las previsiones que llegaban a las horas a las que estarían en las calles.
Pasado el ecuador de la Semana Santa la Aemet ofrecía una previsión bastante peor a partir especialmente de la Madrugada. Afligidos avisaba por la mañana que no pondría su cortejo en la calle. En Santa María sin embargo la cofradía del Nazareno apuraba y finalmente el Jueves Santo el Señor de Cádiz y la Virgen de los Dolores salían al encuentro con los gaditanos. En previsión de lluvia, una vez en la Seo la hermandad acordó regresar a su templo porque la Madrugada resultaba compleja y así fue ya que conforme entraba el palio en Santa María empezó a llover con intensidad. Gran trabajo también el que se vio por parte de la corporación y las cuadrillas de cargadores para volver de la forma más rápida posible. En esas circunstancias, y con un temporal de viento iba a más, Medinaceli y Perdón no pudieron realizar sus salidas procesionales.
Ahí quedó todo. El final lo puso el Nazareno ya que el Viernes Santo el día era totalmente adverso y Descendimiento, Siete Palabras, Expiración y Buena Muerte permanecieron en sus respectivas iglesias a las que acudieron los fieles y devotos para rezar ante los titulares. No hubo Viernes Santo como tampoco, ya se intuía, hubo Sábado Santo en las calles. Luvia y viento frenaron a la hermandad de la Soledad y Santo Entierro de Cádiz. Y lo mismo sucedió con el Resucitado en un gris Domingo de Resurrección en el que la lluvia cesó por fin por la tarde y permitir al Despojado el regreso a su colegio de los Salesianos acompañado por numerosas personas. Fue el ejemplo y la evidencia del seguimiento que tiene esta cofradía pero también de que a Cádiz le faltaron procesiones, demasiadas, en esta Semana Santa de 2024.