Clasicismo y juventud de la mano de un Martes Santo por fin completo en Cádiz

En el recuerdo de muchos estaba el Martes Santo de 2022, ese que dejó en sus respectivos templos a dos hermandades por la amenaza de lluvia. El día amanecía nublado y eso provocaba algunas dudas con respecto al desarrollo de la jornada. Pero los partes no daban previsión de agua y las hermandades no lo dudaron. El Martes Santo volvió por fin a ser completo con la presencia de sus cinco hermandades en las calles de Cádiz. Sanidad y Piedad se reencontraron con sus fieles.

La jornada con más pasos en Cádiz hizo que numeroso público acudiera al centro de la ciudad para presenciar los desfiles procesionales en una tarde en la que se notó un descenso en las temperaturas con respecto al Domingo de Ramos y Lunes Santo.

En Santa Cruz, esta vez sí, el Martes Santo se vive con entusiasmo. El parte meteorológico indicaba que no llovería a pesar de que el cielo estaba nublado desde que comenzó el día. La hermandad de Sanidad realizaría su salida procesional. Eran ya tres Martes Santos sin Ellos en las calles. Los dos primeros debido a la pandemia y el último por la amenaza de lluvia que dejó en su templo a esta cofradía.

Pero ahora todo es diferente y en Santa Cruz hay un constante ir y venir de hermanos. Se preparaba el cortejo que precedía al Señor de Mayor Dolor en este año en el que se celebra el 75 aniversario de su bendición. Estrenaba la hermandad el paño de la Verónica realizado como siempre por el pintor Antonio Álvarez del Pino. Y lucía también este Cristo un alfiler que ha sido donado por un grupo de hermanos. Su túnica bordada y los claveles en tonos rojos y otras flores en morado completaban la estampa.

La hermana mayor, María del Carmen Castro se mostraba emocionada. Y no era para menos. Por primera vez desde que es máxima responsable de la corporación iba a vivir una salida procesional en Martes Santo. «Estamos con muchísima ilusión y vamos a intentar disfrutar en la calle todo lo que se pueda... Lo bueno se hace esperar pero este año por el tema del tiempo tenemos esa tranquilidad. Ahora vemos que poco a poco todo va saliendo adelante. Los hermanos, la junta de gobierno, están con mucho entusiasmo y muchísimas ganas». Castro aseguraba también que «se me viene ahora a la cabeza todo el tiempo, todo el año de trabajo de esfuerzo y de sacrificio de los hermanos que están al pie del cañón y me acuerdo muchísimo de los que por desgracia ya no están».

La hermana mayor hablaba igualmente de la importante efeméride que está celebrando su corporación. «Me ha tocado vivir los 75 años fundacionales en 2021 con la salida extraordinaria y también los 75 años de la bendición de la imagen. Justo antes del Covid salió nuestro titular en el Vía Crucis y despues de la pandemia la Virgen en la extraordinaria y este año ya nos toca a los dos juntitos a la calle y hay muchísimas ganas».

Se aproximaba a la salida el paso de misterio. Llegaba ese momento tan esperado. Era precisamente María del Carmen Castro quien daba la primera levantá. Junto a ella el capataz, Gerardo Navarro con veintiún años al frente de este misterio. La capilla musical Lignum Crucis de San Fernando acompañaba musicalmente al Señor. Tras los penitentes que preceden a la Virgen de la Salud va el palio adornado con claveles blancos. Superaba el dintel de la puerta de la Catedral Vieja y Andrés Cano, con el martillo, ordenaba que se elevara el paso al cielo de Cádiz. Tras ella, la banda de música de Gailín de Puerto Serrano interpretaba la marcha Sanidad.

En la misma situación que Sanidad se encontraba la cofradía de Piedad. Tres años seguidos sin salir en Martes Santo. En 2022 la hermandad se quedaba en casa al contemplar unos partes meteorológicos que no eran favorables. El cuidado del patrimonio y el hecho de alejarse de su sede canónica mandaban.

Este Martes Santo todo pintaba diferente y se notaba en las caras de los hermanos, de los fieles y de los más pequeños que ya casi acariciaban el volver a salir a las calles de Cádiz y hacer estación de penitencia en la Catedral. Todos estaban preparados con sus túnicas moradas y fajines y capirotes negros con esa cruz de Santiago en el antifaz en referencia a la sede canónica.

El hermano mayor de la corporación, Juan Carlos Torrejón se mostraba sereno pero a la vez muy emocionado. «Tenemos mucha ilusión porque desde el año 2019 no salimos. Pero este año el tiempo nos acompaña y la verdad en ese sentido estamos tranquilos y con mucha ilusión y ganas de hacer la estación de penitencia». Pese a la tendencia generalizada, en este caso la hermandad no ha aumentado en número de capirotes para este 2023. «Nosotros estamos igual que en otros años. No se nos han quedado túnicas pero tampoco tenemos más número de penitentes».

La cofradía de la Piedad no presentaba estrenos de cara a este Martes Santo pero sí que había novedades en la capatacía del paso del Señor. Francisco Javier Baena y Cristóbal Beas tomaban el martillo de este misterio en el que destaca ese crucificado del siglo XVIII. También con muchas ganas encaraban este día los responsables de esa cuadrilla que son hermanos de la corporación y conoce a la perfección el paso.

En el palio de María Santísima de las Lágrimas, eran los hermanos Francisco y Tomás Martín quienes estaban al frente.

Tras la oración previa empezaban a salir los primeros penitentes. Después el paso se aproximaba a la salida. Iba elegantemente exornado, con rosas rojas, siguiendo la línea de esta hermandad que guarda esa esencia clásica y sobre todo destaca por su carácter profundamente militar. De hecho, iba en el cortejo el Coronel del RACTA 4, Julián González Juárez y los pasos, una vez más, salían escoltados por ese regimiento. Tras superar el dintel de la puerta de Santiago y salir a la Plaza de la Catedral, se escuchaba la marcha Piedad. Se daba la primera levantá, que Baena dedicaba a Beas, y el paso de misterio iniciaba su caminar con los sones de la banda de cornetas y tambores de la Humildad de Huelva.

Tras el Señor iban los hermanos que acompañaban al palio de esta corporación, característico por sus bambalinas de cajón. Los Martín demostraban veteranía y experiencia en la maniobra para terminar de componer el palio una vez retiradas las ruedas. En este caso el exorno floral estaba compuesto por calas blancas. La banda de música del Nazareno de Rota formaba binomio con esta Dolorosa, obra del sevillano Francisco Buiza, que se elevaba al cielo de Cádiz ante la atenta mirada de los fieles que se concentraban junto a la iglesia de Santiago.

Muchos siguen añorando que el Martes Santo deje parte de su protagonismo al Parque Genovés. No hace mucho la hermandad de Jesús Caído protagonizaba una de las recogidas más bonitas de la Semana Mayor gaditana con sus titulares recogiéndose en su capilla. Una situación que sigue proyectando la hermandad que no deja a la duda la posibilidad del retorno.

Con San Francisco como lugar de salida actual, la hermandad no ha dejado de ganar en brillantez. Luce el Señor el bastón del Rector de la Universidad, demostrando la vinculación académica de la hermandad y el estreno de la crestaría completa del misterio. Qué tendrá el paso de Jesús Caído que con su sencillez es a la vez tan brillante y espectacular. El Señor del Parque muestra nobleza un Martes Santo más cuando la puerta de la Plaza de la Vera Cruz abre sus puertas para la salida de la cofradía.

Nutridas secciones de penitentes que acompañan un año más a la hermandad, una de las que más pone en las calles cada año y que agota los controles de salida. Y por supuesto que no falten los niños, muchos de ellos llegan en las secciones de la Virgen de los Desamparados. Un cortejo de más de 500 personas entre penitentes, acólitos, monaguillos y cargadores.

La hermandad vive su salida número 61 de manera continuada tras el parón por la pandemia, de ahí que sea una maravilla para los sentidos ver a la cofradía del Caído en la calle. La madre de los Desamparados no está lejos de su hijo. No falta la elegancia y los andares más gaditanos para una de las cofradías que dan ese punto, en cuanto a edad se refiere a un Martes Santo de hermandades clásicas y veteranas, con otras más joven como la del Caído.

Una plaza tan señorial de Cádiz como San Antonio debe tener su punto cofrade y ello se consigue gracias a la hermandad de Columna. Puntualidad británica para que el Señor Atado y su madre, la Virgen de Lágrimas, saltan del templo parroquial ante una enorme cantidad de personas que aguardan en la plaza gaditana.

Esperando a que salga el Señor, la banda Rosario de Cádiz. Una agrupación musical que ha ganado un peso extraordinario en la Semana Santa de Andalucía y hoy por hoy es uno de los grupos más solicitados por cualquier cofradía. Suena 'Mayor dolor en tu calvario', una de las marchas más interpretadas por Rosario y que resuena con fuerza en San Antonio.

Hermanos penitentes de morado siguen saliendo de San Antonio en una cofradía de centro, clásica y fundamental en la Semana Mayor gaditana. El paso de misterio sigue avanzando de una manera espectacular, un cambio sustancial de antiguo de plata que tenía la hermandad. Con Paco Álvarez como capataz general de la hermandad, la maniobra de salida de ambos pasos es compleja. A ruedas, como la mayoría en Cádiz debido a las dimensiones de las puertas de las iglesias gaditanas, parte del canasto del paso se termina de montar con el paso ya fuera.

«Es un proceso complejo que tiene que estar muy coordinado», reconoce Paco Álvarez reconoce estar más «tranquilo» con Columna que con Humildad y Paciencia, donde también es capataz. «Aquí delego más porque soy capataz de la hermandad pero la verdad que es un auténtico lujo. El paso de misterio de Columna es una auténtica maravilla», destaca Álvarez cuando señala los dos ángeles tallados en el paso del Señor.

La marcha 'Lágrimas' es el preludio perfecto para la salida de la dolorosa de San Antonio. Con la Filarmónica de Conil, el palio está en la calle y la hermandad busca la calle Ancha donde a lo lejos se divisa la salida de la cofradía hermana de Ecce-Homo.

«Es un día de mucha alegría para nosotros porque se culmina el trabajo de todo un año. Hoy se dan cita hermandades históricas y otras nuevas que aportan mucho al patrimonio de la ciudad. Es una jornada muy bonita para vivirlo en las calles, la verdad», reconoce el hermano mayor de la hermandad de San Pablo Jaime Calderón.

Es el día de Ecce-Homo, sin duda una cofradía clásica que tiene el sabor genuino de la Semana Santa de Cádiz. El Señor del manto rojo, una auténtica joya en todos los sentidos, desde la imagen a lo que acompaña en un paso de misterio que sigue con sus cartelas doradas.

La hermandad este año estrena la restauración de la Virgen de las Angustias que luce de manera brillante en la calle Ancha tras obrarse un nuevo milagro: salir de la estrechez de San Pablo a la calle. «Estamos deseando disfrutar de la belleza sin par que tiene nuestra señora. Hablamos de un estreno muy importante porque no se conoce restauración de la Virgen desde 1789 cuando llegó a San Pablo, por tanto es un hecho muy importante. Nos han devuelto a la Virgen en toda su esplendor», recuerda el hermano mayor.

Cofradía vinculada al gremio de los periodistas por lo que no falta a su cita el periodista gaditano José Yélamo. «Aquí estoy un año más, no puedo faltar a ver mi cofradía», recuerda. Y si de periodistas hablamos, presente le pregonero, Fernando Pérez. Jaime Calderón recuerda la importancia del pregón. «Hemos vivido con mucha ilusión el pregón de nuestro hermano Fernando porque ha hecho referencia a muchas cosas de la hermandad que tocan la fibra, la verdad. Nos hemos sentido muy identificados con sus palabras. Muchas veces es necesario que se reivindiquen algunas hermandades».

Con las marchas 'Ecce-Homo' y 'Angustias', la hermandad se echa a la calle buscando la calle Ancha, epicentro de la elegancia del Señor de San Pablo.