SEMANA SANTA JEREZ

Caluroso y espléndido Domingo de Ramos en Jerez

Las seis cofradías del día realizaron su estación de penitencia, marcada por los retrasos en cuanto a la hora de toma en palquillo

Nazarenos de la Coronación de Espinas con el misterio al fondo M. GUERRERO

MIGUEL GUERRERO

Jerez de la Frontera

Tantas ganas e ilusión como calor en el Domingo de Ramos. Las altas temperaturas, sobre todo en las horas centrales, dejaron escenas habituales y propias de esta situación, como los cirios doblados en el cortejo de nazarenos de la hermandad del Perdón. A medida que caía la tarde, el calor fue dando cierto respiro, en parte también gracias a que se levantó algo de viento. En definitiva, un día espléndido y caluroso marcado por los patrones y retrasos de prácticamente todas las cofradías en la entrada en Carrera Oficial.

Cuando a escasos minutos de marcar el reloj las cinco de la tarde, la cruz de guía de la Borriquita salió al entorno de San Marcos, los corazones de los presentes se encogieron. No hay vuelta atrás, ha florecido una nueva Semana Santa. Las palmas de niños y mayores escoltaban al imponente paso de misterio durante su transitar. El Señor pasaba triunfal por Jerez como lo hizo hace más de dos mil años en Jerusalén. Este año, durante todo el recorrido, parecía que las muestras de cariño hacia la hermandad y, especialmente, hacia la Virgen de la Estrella eran más intensas. La emoción era mayor si cabe, sabedor Jerez de que este año es el año de la Estrella. En octubre, se coronará la Virgen más guapa del firmamento. Mientras que el orfebre labra la corona, este Domingo de Ramos la ciudad cumplía con su cometido: labrar el amor sincero hacia la dolorosa lasaliana.

El intenso sol acechaba a la salida de la segunda cofradía que transcurre por Carrera Oficial en el Domingo de Palmas. Con uno de los recorridos más largos de nuestra Semana Santa, la hermandad de Pasión se echó a las calles. Ni las altas temperaturas ni cualquier otro factor pueden hacer que el Señor de la Pasión pierda su elegante andar. San Pedro negaba la mirada a aquel que traicionó mientras todo Jerez clavaba sus ojos en el Señor. La hermandad entiende a la perfección los tiempos y sabe cómo andar en cada calle: qué bonito es ver a la misma cofradía andar por avenidas y recrearse por las calles del centro. Como debe ser.

La Semana Santa es una evolución constante no solo en cantidad sino también en calidad. La hermandad del Perdón, tras décadas y décadas de historia, dio el año pasado un paso importante en busca de asentar su idiosincrasia. El conjunto armónico del Santísimo Cristo del Perdón, de 1965, y de los dos ladrones, San Dimas y Gestas, obras de Lourdes Hernández de reciente creación, engrandece nuestra Semana Santa. De nuevo, este paso de misterio fue una de las estampas destacables del Domingo de Ramos. Dentro de varios años o décadas, será una estampa común con la que los cofrades estén habituados. Hoy en día, sigue despertando las miradas como una novedad. En cualquier caso, en años venideros seguirá maravillando a jerezanos y foráneos como lo hizo ya en este Domingo de Ramos. Al igual que el palio de María Santísima del Perpetuo Socorro. Con un cuidado y elegante repertorio musical, el llanto bajo palio de la dolorosa dejaba una estela de emoción y sobriedad a su paso.

Tras el mencionado palio, en la Carrera Oficial se impuso el blanco de los hábitos nazarenos y de las plumas de la Guardia Romana que, tras varias décadas, volvieron a escoltar a Nuestro Padre Jesús del Consuelo en su caminar. Sin duda, todo un acierto recuperar estas imágenes con un sabor tan añejo y que, más allá de la Semana Santa, tendrá su labor social gracias a la actividad que mantendrá la guardia. A los sones de Rosario de Cádiz, el Señor levantaba los aplausos con su elegante y atractivo andar. Tras Él, su Madre la Reina del Transporte recorría con una fina gracia las céntricas calles. La dulzura blanca y pura de su palio y su rostro bello y moreno conforman un binomio magnífico.

Hablando de elegancia, no se quedan atrás las cofradías que sucedieron en Carrera Oficial. Desde la Albarizuela, la hermandad de la Coronación de Espinas fue tiñendo el blanco en oscuro, como refleja su hábito nazareno. Por el entorno de San Pedro transcurren numerosas cofradías, pero cuando lo hacen el Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas y María Santísima. de la Paz en su Mayor Aflicción, parece haber una luz, un ambiente distinto, especial. Tras años variando su recorrido de vuelta, hacerlo por estas calles –que también toman a la ida- es un acierto total. Precioso fue también el discurrir por la calle Compañía de María, pues en los primeros balcones, el alumnado del colegio Montaigne cantó tanto al Señor como a la Virgen acompañado de los sones de un piano. Momento entrañable y sublime.

El Domingo de Ramos, de Palmas, día de la Entrada en Jerusalén, finaliza también con tintes de luto. La hermandad de las Angustias completa esa transición del blanco al negro. No hay mejor premonición de la muerte de Cristo que la que sustenta en su falda la dolorosa de los siete cuchillos. De esas cofradías que hay que deleitarse con ellas desde el fiscal de cruz de guía hasta el último penitente. Nuestra Señora de las Angustias embriagó a todo Jerez con un grito callado al que pusieron voz, un año más, los más pequeños de la escolanía. Una conjunción que nunca debería perderse.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación