accidente naval gibraltar

El rescate total del OS 35 no debe demorarse más de dos semanas

Alfonso García, ingeniero naval que intervino en la crisis del 'Prestige', avala los pasos dados hasta ahora

«Lo primero que hay que hacer es lo que se ha hecho: extraer el combustible. Ahora hay que agilizar peso para lograr que flote», asegura

Gibraltar rebaja el nivel de emergencia tras haber extraído el combustible del OS 35

El exceso de tráfico en el Estrecho aviva la amenaza de un 'Prestige'

Imagen a vista de dron del OS 35 tomada este miércoles infogibraltar

Soraya Fernández

La Línea

Mucho se ha escrito desde el 29 de agosto del carguero OS 35, semihundido junto a Gibraltar tras una colisión con un buque metanero. Las autoridades de Gibraltar han ido informando sobre los pasos dados para evitar una catástrofe medioambiental en la zona ya que el barco transportaba en el momento del accidente más de 460 toneladas de combustible y un cargamento de acero cuya cantidad no se ha especificado.

Tras la extracción de prácticamente todo el combustible del 0S 35 y un vertido, unas tareas para las que el Peñón ha contado con Salvamento Marítimo español, el Ministerio de Medio Ambiente y los puertos de Algeciras y Cádiz, ahora está siendo extraída el resto de la carga con un barco con grúas: residuos no líquidos y otros elementos potencialmente contaminantes como pintura, colchones y las provisiones que llevaba a bordo el carguero para la tripulación.

Gibraltar no informa por ahora de los siguientes pasos a dar. ABC ha querido saber si esta crisis se está gestionando bien y cuál es el futuro del buque. Para ello ha entrevistado a Alfonso García, ingeniero naval de Navantia, que participó en el gabinete técnico asesor del Gobierno del 'Prestige' y que por tanto es buen conocedor de estas situaciones.

Asegura que desconoce al detalle el motivo del accidente y el estado del OS 35, así como por qué fue llevado hasta donde está semihundido. En este sentido, explica que lo lógico habría sido acercarlo a un muelle para evitar su hundimiento en el caso de haber podido remolcarlo hasta puerto. «Si lo han hecho así es porque sería complicado remolcar el barco hasta el puerto y el riesgo de romperlo era grande, aunque insisto, desconozco los motivos de la decisión», indica.

Una vez sobre el lecho de arena donde se encuentra, Alfonso García explica que «para hacerlo bien, lo primero es hacer lo que han hecho: extraer toda la carga contaminante que podía salir fuera. Eso lo han hecho correctamente. Si el barco está semihundido es porque tiene más peso del de su flotación y hay que quitar por tanto todo el peso posible para que flote más. Tras el contaminante hay que seguir quitándole peso, que es lo que se está realizando ahora. Al hacerlo, la rotura que tiene puede salir a superficie y dejar de entrar agua. De ser así, podría ser reparado provisionalmente en el mismo lugar para luego ser remolcado si está en condiciones de no romperse».

Hora de tomar decisiones

Eso sí, aunque se desconoce la cantidad de acero que transportaba, su extracción será también determinante para aligerar peso. «Llegará un momento en el que no podrán sacar más cosas sin desguazarlo y entonces tendrán que tomar decisiones. Podrán quitar las grúas de cubierta con un barco grúa alrededor para seguir aligerando peso... Ahí el condicionante climatológico será fundamental ya que con viento no podrán hacer operaciones en el mar».

Lo siguiente, según apunta, es bombear el agua que ha entrado en el buque e intentar tapar con globos, buzos o alguna plancha la rotura para evitar la entrada de agua hasta que ésta sea menor que la capacidad de achique. «Imagino que pondrán bombas portátiles alrededor para sacar el agua y tendrán que reducir la entrada de agua al máximo. Así lograrán flotabilidad».

En ese momento, añade, si han conseguido la condición necesaria de peso y empuje y el buque flota, «lo podrán ya remolcar a algún astillero cercano para hacer la reparación si no hay riesgo de rotura. Lo más lógico, de ser así, sería reparar la rotura en el astillero pero también cabe la posibilidad de desguazarlo si con la inundación ha perdido todos sus equipos y cuesta más dinero repararlo que desguazarlo, lo que puede tardar unos dos meses».

Este ingeniero naval estima que la descarga completa, si no hay complicaciones, se puede prolongar unos días, dado que el navío está en el agua. «Hablamos de días o semanas. Lo más complicado de sacar es el fuel porque hay que calentarlo para que fluya y no se solidifique. Si han sacado ya el fuel, que es lo peor, el resto es cosa de tener las grúas adecuadas y es por tanto cuestión de días. El barco no debería estar ahí más de una semana y media en condiciones climatológicas favorables. Porque el barco no se debe quedar en el lugar donde está».

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