EVOLUCIÓN CORONAVIRUS

¿Cómo son las bodas post-Covid en Cádiz?

Las cifra de ceremonias ha descendido con respecto a la de años anteriores

Bote de gel hidroalcohólico en una boda. LA VOZ

Alberto Navarro

El coronavirus ha afectado a todo. La crisis sanitaria y económica que ha desencadenado ha provocado que el estilo de vida que antes se llevaba, ahora sea casi imposible. Darse el sí quiero a día de hoy es cada vez más difícil. Cada vez son más las parejas que deciden no casarse, desde mucho antes de toda esta situación. A raíz de la pandemia y haberse decretado el estado de alarma, las cifras en el número de bodas celebradas en España ha sufrido un descenso con respecto a años anteriores. En este sentido, Cádiz es uno de los lugares preferidos por las parejas para pasar el día en el que repiten el dicho de «prometo serte fiel».

Según las estadísticas, la unión matrimonial está en decadencia desde estos últimos años. Cada vez son menos las parejas que pasan por el altar para firmar su amor. En el 2019, la cifra de matrimonios disminuyó un 1,2 por cien con respecto al año anterior. De este modo, en el 2019 se registraron 165.578 casamientos en España mientras que en el 2018 hubo 167.613. La tasa bruta de nupcialidad disminuyó una décima, hasta 3,5 matrimonios por cada mil habitantes. En el 17,6% de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero. Por su parte, un 3,1% del total de matrimonios registrados en 2019 correspondieron a parejas del mismo sexo (5.108 matrimonios). La edad media al matrimonio mantuvo su tendencia creciente en 2019. En los hombres alcanzó los 38,7 años y en las mujeres se situó en 35,9 años.

Los enlaces matrimoniales están en decadencia. En 2019 la cifra disminuyó un 1,2% con respecto al año anterior

Muy lejos quedan ya de los 177.144 casamientos que se registraron en el año 2009 en España. En este sentido, peor serán las gráficas que reflejarán el número de casamientos para este 2020. Al respecto, desde el Arzobispado de Cádiz se asegura que « los datos todavía no están disponibles , ya que el recuento se realiza a año vencido». Aún así, se prevé que los enlaces se han visto muy afectados por la situación y que el número de bodas ha disminuido notablemente con respecto a años anteriores.

El confinamiento hizo que montones de ceremonias tuvieran que ser aplazadas, aunque muchos de los cónyuges optaron por la cancelación de las mismas. La incertidumbre de no saber cuándo podría retomarse esta actividad o en qué momento poder celebrar una ceremonia con cientos de invitados, obligó a las parejas a posponer el que podría ser el día más feliz de sus vidas.

Cádiz es uno de los destinos preferidos para celebrar bodas, por eso esta situación también afecta a empresas de catering y organiación de eventos

A día de hoy, en Cádiz las bodas pudieron retomarse desde el pasado mes de junio. Por el Ayuntamiento de la ciudad se han podido dar los votos, pero siempre respetando las medidas pertinentes para prevenir la propagación del virus. Además de solo poder acceder 30 personas, deberán cumplirse otras medidas de higiene y prevención establecidas por las autoridades sanitarias relativas a la higiene de manos y etiqueta respiratoria. En el Salón de Plenos también hay un dispensador de gel desinfectante para limpiar las manos antes y después de cada acto.

A esto hay que sumar también el hecho de prohibir arrojar papelillos, arroz, flores, pétalos o similares al finalizar las ceremonias para evitar el contagio y la acumulación de palomas y otras aves frente al consistorio.

Esta situación no solo afecta a parejas e iglesias, las empresas dedicadas al catering y organización de eventos también se han visto perjudicadas. El hecho de haber pospuesto o cancelado las bodas supone para este sector una pérdida importante de capital ya que se trabaja durante los meses previos a la boda. Reservas, contratos, prueba de vestuario y menú, todo un trabajo que se ha visto en la obligación de aplazarse.

Sin lugar a dudas, las fiestas volverán a ser lo que eran, pero tendrán que esperar . Mientras tanto, las celebraciones son diferentes. Ahora lo habitual será ver tanto a los novios como a los invitados con mascarillas a juego y respetando las medidas de seguridad y prevención. Las celebraciones vuelven poco a poco a la provincia, pero aún así hay gente que tiene miedo. Y es que más que las ganas de celebrar, queda la incertidumbre de qué pasará. Una incertidumbre que aumenta al observar todos los rebrotes que están surgiendo últimamente. De ahí que, ante el no saber que hacer, las parejas decidan anular las bodas.

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