Ecología
Clausurado un cultivo de piñas ilegal
La Guardia Civil interviene más de 3.000 kilos en Barbate
La Guardia Civil de Cádiz ha informado hoy que ha desarrollado una actuación contra la comercialización ilegal de piñas en el Parque Natural de La Breña y Marisma del Barbate (Cádiz), donde ha clausurado una piñera ilegal y ha intervenido más de 3.000 kilos de este género. Estas actividades ilícitas pueden afectar al equilibrio natural de la especie, ya que su recolección cuando no están lo suficientemente maduras, pueden producir efectos ecológicos negativos al perderse su capacidad germinativa.
El servicio se produjo el pasado sábado cuando guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) con base en Chiclana y otros del puesto de Barbate desarrollaron una inspección después de tener conocimiento de que un individuo había instalado una piñera posiblemente ilegal en el Parque.
La información recogida por los agentes desvelaba que el almacenista y propietario de la finca, carecía, supuestamente, de cualquier tipo de documentación que acreditase la trazabilidad del producto, así como de licencia municipal, libros de registro y demás permisos y documentos necesarios para realizar este tipo de actividad.
El titular de la finca almacenaba en el momento de la inspección más de 3.000 kilos de piñas dispuestas para su venta. Se encontró también una báscula de pesaje comercial. Además, los guardias civiles encontraron ocultas varias plantas de marihuana, por lo que procedieron a incautar la droga y levantar las actas correspondientes. Las piñas intervenidas quedaron a disposición de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Cádiz.
La Benemérita destaca que las fincas que funcionan de manera legal no están aún abiertas por ser época de veda estando prohibida la recolección y almacenamiento de estos frutos porque estas prácticas pueden afectar al «equilibrio natural de esta especie», perjudicando su conservación, por no estar lo suficientemente maduras y producir «efectos ecológicos» negativos al perderse su capacidad germinativa.
La comercialización ilegal de las piñas perjudica seriamente al sector que realiza esta activida de manera legal pues fomenta la «competencia desleal» y el aumento de la economía sumergida que conlleva la recogida, transporte y venta por parte de personas que sin contar con ningún tipo de autorización se dedica a la recogida.