Qué es el botulismo: claves para entender la nueva alerta alimentaria

Entre sus síntomas más graves se encuentra la parálisis flácida descendente, que puede producir insuficiencia respiratoria

Andalucía, vigilante ante el aviso de Consumo por botulismo en una tortilla de patata vendida en supermercados españoles

Grupo Palacios pide no consumir sus tortillas envasadas, incluidas las de marca blanca, por el brote de botulismo

La tortilla de patatas precocinada ha desatado la alerta Marcu Ovidiu

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) hacía saltar las alertas este martes al informar de cuatro casos confirmados de botulismo y dos probables con un vínculo común de consumo de tortilla de patatas envasada en los días previos. Además, este jueves se ha confirmado el primer caso en Málaga. Se trata de un joven de 27 años que habría consumido este producto.

Grupo Palacios, una de las marcas afectadas, ha pedido a los compradores que no consuman sus productos tras el brote. Además, ha retirado el producto de los supermercados y ha decidido suspender la producción en su fábrica Mudrian, según ha informado la empresa en un comunicado.

Qué es el botulismo

Según explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) en su página web, el botulismo es una «enfermedad grave que en determinadas ocasiones puede llegar a ser mortal. Sin embargo, es relativamente inusual» ya que, según apunta, no se transmite de persona a persona.

Esta intoxicación está generalmente causada por la ingesta de alimentos contaminados por la neurotoxinaClostridium botulinum. Un microorganismo que produce esporas resistentes al calor, que encuentran en la ausencia de oxígeno el ecosistema perfecto para reproducirse. Por eso, las conservas mal preparadas suelen ser los lugares dónde se desarrollan con mayor facilidad.

Sin embargo, el Clostridium botulinum no se desarrolla en condiciones de acidez, por lo que la toxina no se generará en alimentos ácidos. Las combinaciones de baja temperatura de almacenamiento y contenidos de sal se utilizan también para prevenir el crecimiento de la bacteria o la formación de la toxina.

Además, también existen otras formas de adquirir la enfermedad, por ejemplo a través de heridas abiertas, inhalación o como efecto colateral del uso deliberado de la toxina en el tratamiento de enfermedades neuromusculares o en cosmética.

Qué síntomas provoca

Tal y como indica la Aesan en su página, el botulismo afecta principalmente al sistema nervioso y se caracteriza por provocar una parálisis flácida descendente que puede producir insuficiencia respiratoria.

Pero los síntomas van a apareciendo poco a poco. Inicialmente incluyen «fatiga intensa, debilidad y vértigo, seguidos generalmente por visión borrosa, sequedad de boca y dificultad para tragar y hablar», señala el organismo dependiente del Ministerio de Consumo. También pueden concurrir vómitos, diarrea, estreñimiento e inflamación abdominal.

En los casos más graves o avanzados, puede dar lugar a debilidad en el cuello y los brazos, y afectar posteriormente los músculos respiratorios y los músculos de la parte inferior del cuerpo.

La sintomatología se manifiesta entre 12 y 36 horas después de consumir el alimento contaminado, aunque puede tardar en aparecer hasta ocho días.

Medidas preventivas y tratamiento

Según el protocolo de vigilancia del botulismo de la Junta de Andalucía, las medidas preventivas se basan, principalmente, «en las buenas prácticas de fabricación de los alimentos, especialmente en lo que se refiere a conservación e higiene».

Desde la Junta se indica que las empresas que se dediquen a las conservas de alimentos, deben formar a sus empleados en materia de prevención para destruir las esporas de Clostridium botulinum, teniendo en cuenta su gran resistencia a las altas temperaturas.

En cuanto al tratamiento para las personas que ya han contraído la enfermedad, las autoridades sanitarias explican que está centrado especialmente en la asistencia respiratorio, para evitar el paro. Por ello, en determinados casos, «puede ser necesario intubar al paciente y es necesario administrar líquidos intravenosos si persiste la dificultad de deglución».

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