Arturo Bernal: «Mientras yo sea consejero, Andalucía no tendrá tasa turística»
entrevista al consejero de turismo de la junta de andalucía
Arturo Bernal sigue defendiendo que ese gravamen no es apropiado para arreglar el problema de financiación que, reconoce, tienen los municipios
Los dueños de los pisos turísticos en Andalucía estarán obligados a instalar medidores de ruido

Ha sido uno de los temas estrella de la campaña electoral. La proliferación de pisos turísticos genera efectos indeseados a los que las administraciones quieren poner coto. La Junta de Andalucía acaba de comenzar la tramitación de su esperado decreto, con el que pretende regular ... esta actividad. Serán los ayuntamientos quienes a partir de ahora tengan la potestad de ordenar, pero siempre atendiendo a criterios muy justificados. El consejero de Turismo, Arturo Bernal, justifica en esta entrevista la exigencia de la norma en la necesidad de profesionalizar el sector y dotar a esta oferta alojativa de la máxima calidad, además de resolver los problemas de convivencia que generan los pisos.
¿Cuál era la necesidad de este decreto?
La popularización de la vivienda turística ha generado una distorsión de nuestro tradicional modelo. No aquí; en todo el mundo. Era necesario ordenar algunas cosas. Pero el objetivo principal es mejorar la calidad del servicio que se presta. En los hoteles se controla y se inspecciona de forma habitual. Pues en la vivienda turística tenía que ser igual.
¿No se pretende limitar el fenómeno?
No. Se pretende ordenar el ecosistema del alojamiento turístico. Hay un nuevo cliente que demanda un nuevo tipo de alojamiento. Y ante eso, puedes agachar la cabeza y no hacer nada, prohibirlo todo o regular el nuevo escenario, que es lo que hemos hecho. Bien regulada, la oferta de los pisos turísticos puede tener tanta calidad como las demás.
Pero sí van a dejar en manos de los ayuntamientos esa limitación…
Es que era un tema a resolver. El Tribunal Supremo había dejado claro en varias resoluciones que las limitaciones o prohibiciones que algunos municipios habían tratado de imponer a este tipo de alojamientos no estaban bien enfocadas. Para poder regular, los ayuntamientos tenían que ser, en primer término, habilitados para ello por quien ostenta esa competencia. Ahora lo van a estar; tendrán la competencia. Pero no se trata de que puedan hacer lo que quieran. No podrán tomar ninguna decisión que no esté perfectamente justificada en el interés general o que vaya contra el principio de unidad de marcado o libertad de empresa.
¿Podrán cerrar los ayuntamientos determinados pisos?
Yo no lo entiendo así, salvo que concurran circunstancias de interés general justificadas. Si en una determinada calle o zona de la ciudad su ayuntamiento entiende justificadamente que la actividad turística es nociva para el interés general de los ciudadanos, podrá establecer un procedimiento para reducir su presencia. Ciertamente los pisos turísticos, con el déficit de regulación que tenían con la anterior normativa, han terminado siendo en algunos casos un elemento de distorsión.
¿Usted cree que son tan nocivos los pisos turísticos? ¿Son los culpables de la gentrificación, como se dice ahora?
Los pisos turísticos no son inocentes, generan situaciones que requieren que se trabaje sobre ellos, que es lo que hemos hecho y seguiremos haciendo, pero no son el mayor causante de la sobrecarga turística; hay otros elementos que tienen que ver con la efectiva gestión de los flujos turísticos que tienen que hacer los ayuntamientos. Por ejemplo en Málaga, donde más vivienda turística registrada hay, no son perceptibles las situaciones de masificación que sí existen en el barrio de Santa Cruz de Sevilla, por ejemplo. Hay que tener capacidad e ideas para gestionar los flujos turísticos en los destinos definiendo y planificando nuevas áreas de interés para esponjar la demanda turística.
Está echando la culpa a los ayuntamientos.
No digo que la culpa sea de nadie. Porque no es nada fácil, pero la gestión del territorio es suya y son los responsables.
Hay quien ha pedido una moratoria. ¿Está de acuerdo?
No. Lo que hay que hacer es trabajar seriamente. Ahora no nos planteamos industrias a la antigua usanza en el centro de las ciudades, pero sí pueden ser buena solución para ciertos sitios. Pues con el turismo pasa igual. Hay zonas de las ciudades que podrían potenciarse económicamente dando facilidades a estos pisos. Y hay otras en las que habrá que limitar. Pero siempre atendiendo al interés general.
¿Qué obligaciones establece el decreto?
Hay varias y una fundamental es la ocupación. Se racionaliza la unidad de alojamiento. Establecemos una ratio de 14 metros por persona en cada vivienda para evitar excesos. También se limita por baños. Una casa de 120 metros con solo un aseo no podrá acoger a 10 personas, sólo un máximo de cuatro. Estas cosas en los hoteles están clarísimas. Aquí no. Pero cuando se produce un exceso de ocupación, además de sobrecarga turística para la ciudad hay más ruido y situaciones indeseables. Además, las casas tendrán que tener climatización y un sistema de control de ruidos como elemento disuasorio de usos ilegales o que molesten a la comunidad. Queremos ayudar a desterrar los desmanes.
Otro mantra contra los pisos turísticos es que han disparado el precio de la vivienda. ¿Está de acuerdo?
Los pisos turísticos se han popularizado porque en España mucha la gente que, cuando tiene ahorro lo invierte en ladrillo, compra una casa. Y decide libremente ponerla en alquiler. ¿Qué ocurre? Que nunca ha habido una normativa estatal que regule este uso de la vivienda. Y la última ley del Gobierno de Sánchez, la Ley de derecho a la Vivienda, complicando la vida a los propietarios demonizándolos. Consecuencia: va a disparar aún más el fenómeno de la carencia de viviendas disponles para alquiler de medio y largo plazo.
¿Le han convencido los alcaldes que piden una tasa turística?
No. La tasa turística es una respuesta insuficiente a un problema estructural, y lo digo después de haber trabajado durante muchos años en gestión tributaria en un ayuntamiento y hacerlo ahora en el turismo. Los ayuntamientos están infrafinanciados, pero ahí no estriba la solución. El Gobierno podía haber usado la recaudación extra que tuvo por la inflación el año pasado para ayudarlos. Y no lo ha hecho. Mientras yo sea consejero en Andalucía no habrá tasa turística.
En la primera entrevista que le hice nada más tomar posesión, me dijo que 2023 sería un año turístico «complicado». No parece que acertaraDespués de la pandemia, disfrutar de las vacaciones se ha convertido en algo irrenunciable para una mayoría. Muchos ciudadanos incluso se endeudan para hacerlo. El problema es que con esta elevada inflación, las familias han ido reduciendo su ahorro e incrementando su deuda. Y ahora estamos en unos índices de premorosidad que hay que hacerse mirar. El efecto que preveía para 2023 se va a retrasar un poco, sí, pero el contexto económico sigue sin ser el mejor. Tenemos la inflación, el elevado coste de las materias primas, el coste de la cesta de la compra y, por supuesto, también la sequía, que nos puede afectar reduciendo en varios puntos de nuestro PIB.
En cifras prepandemia
¿Recuperaremos en este año las cifras prepandemia?
Lo estamos haciendo. En turismo internacional estamos en un 40% más que el año pasado en cuanto a pernoctaciones y un 46% en cuanto a número de turistas en el primer trimestre. Esto son ya cifras de antes del Covid. Y en el turismo nacional hemos adelantado a todas las demás regiones. El 20% de las contrataciones turísticas que se producen en España o hacia España son en Andalucía. Y antes éramos los cuartos después de Cataluña y las islas.
Pero vaticina una caducidad a tanta alegría…
Todo en esta vida son ciclos. Y hay que trabajar para estabilizar el crecimiento con modelos mejorados. Eso en turismo se llama excelencia, calidad y sostenibilidad. Y mejorar la conectividad, que va a ir a mejor.
¿Espera poder anunciar nuevos vuelos para Andalucía?
Hemos tenido la buena noticia del vuelo de United a Málaga, pero estamos trabajando ahora para establecer otros vuelos con origen en Estados Unidos y destino en otros aeropuertos de Andalucía. Mire, aquí en 2022 se alojaron 500.000 turistas estadounidenses. Este año esa cifra se va a superar. El mercado americano crece significativamente aquí. Si United ha establecido una línea entre mayo y septiembre con 17.000 asientos disponibles para ese periodo, figúrese el margen de mejora que hay.
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