Andalucía aspira a un sistema eléctrico casi al 100% renovable
La Agencia de la Energía estima que al final de la década más del 75% de la factura de la luz ya será 'verde'
Comienza la revolución para sustituir gas natural y petróleo por hidrógeno, pero aún queda un largo camino

Lograr la «soberanía energética» de Andalucía se ha convertido en uno de los lemas recurrentes de Juanma Moreno. El presidente de la Junta ha puesto un plazo: en cuatro años la mayor parte del consumo de los andaluces se debe generar en la comunidad ... autónoma gracias al uso de fuentes renovables. ¿Es un objetivo alcanzable? Sí, aunque por el momento solo parcialmente. Un hogar suele pagar tres facturas energéticas: la luz (electricidad), el gas natural para la calefacción y la gasolina (o el diésel) para el coche. La soberanía energética requeriría que el 100% de ese consumo proceda de fuentes limpias y autóctonas (como el sol y el viento); pero a corto plazo esto solo se conseguirá con la electricidad.
Un 75% 'verde' en 2030
En el caso de la factura de la luz hay que hablar de megavatios (MW). Se trata de una unidad de medida que equivale a la potencia eléctrica capaz de 'iluminar' 330 viviendas. El pasado año en Andalucía se cumplió un hito: por primera vez la capacidad de producir electricidad con plantas solares y parques eólicos superó a la de las tradicionales centrales térmicas (que usan carbón) y ciclos combinados (con gas natural). Esto se debe a que ya hay casi 9.000 megavatios de luz 'verde' frente a 8.253 de tecnologías tradicionales que funcionan con combustibles fósiles. El 52% frente al 48%.
El objetivo del Gobierno andaluz es que en esta legislatura se incorporen al sistema 12.000 nuevos megavatios renovables (3.000 cada año) y lograr así que el equivalente a más del 75% de la luz consumida en la región se produzca en Andalucía con paneles fotovoltaicos y molinos eólicos.
«Es una tendencia imparable, hay capacidad en la red y proyectos de inversión planteados que ya exceden ampliamente esa cifra, y el desafío es lograr que la tramitación administrativa sea ágil para que se materialicen los objetivos», afirma Jorge Jiménez, delegado de Red Eléctrica (REE) en Andalucía y Extremadura. Es una realidad alcanzable que casi el 100% del consumo eléctrico en el futuro se origine con fuentes limpias. El siguiente paso es lo que se denomina 'electrificación'. Es decir: utilizar electricidad allá donde sea posible (como el fomento de vehículos de baterías en vez de combustión).
Almacenar sol y viento
Pese a todo, lograr que el 100% del consumo eléctrico sea renovable no es fácil. La fotovoltaica y la eólica son actualmente las fuentes de energía más baratas, pero cuando no hay sol ni sopla el viento hay que recurrir a la producción convencional. En otras ocasiones, las plantas solares y las eólicas producen energía en horas en las que no se utiliza, así que la clave es desarrollar sistemas de almacenamiento de energía para cuando se necesite. La tecnología para 'acopiar' esta energía sobrante está avanzado a enorme velocidad. «Se están planteando proyectos innovadores que invitan al optimismo», subraya Jorge Ramírez.
Solo cuando todas estas tecnologías estén maduras y a pleno rendimiento habrá un sistema eléctrico 100% renovable. En cualquier caso, la factura de la luz de Andalucía está en el camino de la soberanía.
En cuatro años se avanzará sustancialmente para lograr una factura de la luz 'verde'. ¿Pero qué ocurrirá con la factura del gas natural? ¿Y con la de la gasolina y el gasoil? Ahí está realmente la clave para lograr la plena soberanía energética. El petróleo es actualmente la fuente de energía de mayor demanda en España y Andalucía, ya que es esencial para el transporte, y representa por ello el 43% del consumo de la energía final. Junto a ello, el gas natural (demandado por industrias y hogares) es el 29%. Es decir: aunque el 100% de la electricidad fuera renovable, la dependencia de estos dos combustibles fósiles para mover vehículos pesados, alimentar industrias y climatizar hogares será altísima. El reto de la UE –y de Andalucía– es que en 2050 no exista ninguna dependencia de estos recursos.
El desafío de la década
El proceso para reemplazar el petróleo y el gas natural por sustitutivos verdes es una revolución que está despegando precisamente ahora y le queda por recorrer un largo camino. En este campo la esperanza se denomina 'hidrógeno verde', un combustible que se extrae del agua (separando el hidrógeno del oxígeno) gracias a un proceso que requiere electricidad (con fuentes renovables). Hasta hace un lustro era un ámbito de investigación minoritario, pero en los últimos meses los acontecimientos se han acelerado. Repasemos algunas noticias de las últimas semanas: la compañía sueca Maersk –la mayor naviera del mundo– ha anunciado que invertirá 5.000 millones de euros en Andalucía para producir combustibles con hidrógeno verde para abastecer su flota. Cepsa –que tiene una refinería en San Roque y otra en Palos de la Frontera– desveló esta semana un proyecto de otros 5.000 millones para producir hidrógeno verde; la empresa Ignis tiene un proyecto de 1.000 millones de euros en el Puerto de Sevilla; Iberdrola otro de 1.800 millones en Palos de la Frontera…
«Ya no hablamos del futuro, sino del presente, todas estas iniciativas madurarán en estos años y convertirán en una realidad el uso del hidrógeno verde», afirma el ingeniero sevillano Javier Brey, presidente de la Asociación española del Hidrógeno. Este gas puede reemplazar al gas natural en la climatización de hogares y en usos industriales y se utiliza para producir metanol (que se utiliza como combustible). Fabricantes de automóviles como Toyota tienen modelos que funcionan con hidrógeno.
¿El hidrógeno verde será algún día más barato que el gas natural? La escalada de precios que ha creado la invasión de Ucrania ha sido uno de los estímulos que ha acelerado las inversiones en este campo. «La tecnología será cada vez más eficiente y las renovables siguen bajando de precio», recuerda Brey. Frente a ello, la inestabilidad que han demostrado las cotizaciones de los combustibles fósiles llega para quedarse.
Brey recuerda que de los 29 proyectos en hidrógeno verde seleccionados por el Gobierno para recibir financiación europea, nueve están en Andalucía. «Esto nos indica el potencial que tenemos, que se acompaña por un tejido empresarial capaz de diseñar y producir tecnología en este sector».
Para reemplazar la gasolina y el gas natural por combustibles sostenibles y autóctonos deben acometerse aún numerosos proyectos en inversiones. La UE quiere producir en 2030 unos 10 millones de toneladas de hidrógeno verde (España importa más de 50 millones de toneladas de petróleo). Andalucía es una región estratégica para alcanzar estos objetivos y sería la base para acelerar un revolución que se materializará en la próxima década.
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