CULTURA
Tras la pista de Goya en Carboneras
El Ayuntamiento adquirió en 2009 una edición limitada de facsímiles de la serie de «Desastres de la Guerra» cuyo paradero es una incógnita
La Guardia Civil del municipio almeriense de Carboneras se afana en dar con una pista que conduzca hasta Goya, en concreto, hasta la edición limitada de facsímiles que reproducen en 80 láminas la serie de grabados «Desastres de la Guerra» . El consistorio abonó 3.250 euros en el año 2009 para que estos trabajos artísticos se incorporaran al inventario municipal, pero su paradero es una incógnita.
Para arrojar luz sobre este asunto efectivos de la Policía Judicial se han entrevistado con la bibliotecaria municipal en el marco de las diligencias de investigación abiertas por la Fiscalía ante la desaparición. La trabajadora ha declarado en dependencias de la Benemérita lo que conoce del caso.
Las láminas fueron adquiridas por el anterior gobierno del Partido Socialista. Desde entonces nada se ha sabido y el tema habría quedado sin investigar de no ser por la denuncia interpuesta por la nueva corporación, que solicitó la declaración como testigo de la bibliotecaria y del secretario del Ayuntamiento. Éste certificó que los grabados no se encontraban en las dependencias municipales. Además, se instó a que declarasen en calidad de denunciados el exalcalde Cristóbal Fernández y la que fuera su edil de Cultura, Josefa Cruz, que en la actualidad es edil en la oposición.
La editorial Planeta remitió al Consistorio una factura fechada el 31 de agosto de 2009 en la que se reflejaba la adquisición de las estampas relativas a la primera edición de 1863 y que fueron entregadas en su caja original y con número de serie en el dorso. Además, en la factura también se aludía a otras producciones editoriales que sí están catalogadas en la biblioteca. Al parecer, la persona que firmó el recibí fue la extitular de Cultura, que fue también la persona que efectuó el pedido.
El Ayuntamiento cuenta con certificación de los pagos relativos a la compra de las obras en las fechas en las que se adquirió a la editorial. En su momento instó a la exedil de cultura a que aportara información sobre el pedido, ya que el secretario certificó que las estas obras artísticas no se encuentran ni en el inventario de bienes y derechos de la corporación ni en dependencias municipales. Ésta no contestó al requerimiento. Según los técnicos municipales, la obra, que podría alcanzar un valor en el mercado de «más de 8.000 euros» y venía alojada en un estuche de terciopelo con un certificado de autenticidad, «nunca» ha estado en la biblioteca municipal, por lo que podría haberse cometido un delito de malversación de caudales públicos.