MEDIO AMBIENTE

Palomares a la espera de la decisión del Supremo para la limpieza de la radioactividad en sus tierras

La Audiencia Nacional rechazó que fuera competencia del CSN la ejecución del plan de rehabilitación de la zona contaminada

Los terrenos contaminados en Palomares fueron delimitados con vallas en 2007. ABC

R. Pérez

En la pedanía de Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería) deberán esperar a la decisión del Tribunal Supremo sobre si el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es competente para impulsar la ejecución del plan de rehabilitación y si debe fijar una fecha. La limpieza de los terrenos contaminados con americio y plutonio queda ahora pendiente de esta enésima resolución judicial.

Ecologistas en Acción presentó un recurso de casación contra la sentencia de la Audiencia Nacional que el pasado julio rechazó que fuese función del CSN la rehabilitación de las 40 hectáreas que se encuentran bajo vigilancia radiológica . El colectivo conservacionista valora que se haya admitido su escrito, pero critica al Gobierno que la Abogacía del Estado se oponga ante el Alto Tribunal a que se fije el plazo y advierten que «mientras se pierde el tiempo discutiendo, el plutonio se está convirtiendo en americio, que resulta mucho más peligroso».

Por un lado, la Audiencia Nacional considera que las funciones del organismo son inspección, asesoramiento y sancionador, así como elaboración de planes , pero no le atribuye labores ejecutivas y materiales. Por otro, los ecologistas señalan que ley por la que se creó el CSN le atribuye medidas de prevención y corrección ante situaciones excepcionales como el caso de Palomares.

El colectivo conservacionista recuerda que desde 1966 hasta la fecha la única medida que se ha tomado en la pedanía almeriense para paliar los efectos radioactivo fue el vallado de la zona en 2007. «Antes de esa fecha, se desarrollaron en ellos tareas agrícolas y de construcción, liberando el plutonio que fue enterrado por EEUU a 30 y 25 centímetros de profundidad , señalan los ecologistas y añaden que «el episodio más grave fue la construcción de dos balsas en las proximidades del impacto de una de las bombas».

Ecologistas en Acción considera que el Ciemat «aprovechó el aumento de partículas radiactivas en el aire producido por las obras para estudiar las consecuencias de las tareas agrícolas en terrenos contaminados» y señala que estos episodios «se siguen repitiendo en la actualidad aunque no con la misma gravedad».

«De acuerdo con el voto particular de dos magistrados de la Audiencia Nacional, Palomares es un laboratorio a cielo abierto donde se está experimentando con seres vivos, incluidos los humanos . Quizá sea ese el motivo real de no limpiar Palomares pues si limpian la radiactividad se quedarían sin el laboratorio», concluyen los ecologistas.

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