Virales
Las increíbles respuestas del dueño de un bar de Almería a las críticas de sus clientes
«Si volviendo a Córdoba no llegáis, más de uno se va a quedar tranquilo», le respondió a un grupo de amigos que le otorgó una puntuación poco positiva en internet
«Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti». Esta frase atribuida a Oscar Wilde debe ser un mantra para el propietario del Café Bar Auditorio de Almería dada cuenta las respuestas a las opiniones de sus clientes en internet.
El responsable de este local de tapas cercano a la playa almeriense reparte comentarios no muy políticamente correctos a quienes se atreven a criticar su experiencia en el bar. La publicación de una usuaria de un tuit con algunos de ellos se ha hecho rápidamente viral. Lo que queda claro con la lectura de la retahíla de críticas y contra críticas es que los empleados del Auditorio de Almería están estresados pese a la «lentitud» con la que se sirven sus mesas allí.
Flipando con las respuestas del Bar Auditorio de Almería... pic.twitter.com/p2chb4zxkD
— Hope 🍟 (@LadyGusa) August 25, 2019
La respuesta más abrupta del propietario la recibió un grupo de amigos de Córdoba que denunció en Google el «nefasto» trato recibido. «No comunican la escasez de ingredientes, pan duro y todo muy caro, además de meter suplementos» , justifican en su comentario para recomendar no acudir al citado bar.
«¿Os digo una cosa? Porque conozco gente maravillosa de Córdoba, pero como fueran todos tan estirados, tan repelentes... suerte que sé que solo son ustedes», empieza la respuesta de la gerencia del bar para continuar con el insulto: «Y me permito, creo que por primera vez decir, lo hijos de p... que sois. Tres camareros y ninguno quería pasarse por vuestra mesa de lo repelente que sois» . Y soltó todo el rencor acumulado para terminar la respuesta: «Si volviendo a Córdoba no llegáis, más de uno se va a quedar tranquilo» .
La sorprendida tuitera destapó varias contestaciones poco afortunadas, pero hay muchas más. También ha generado en redes el debate sobre si el dueño del Auditorio de Almería obró de forma incorrecta o si hay algunos clientes que desprestigian el trabajo de los hosteleros.
Entre los primeros, Víctor Castro: «Increíble la fatal respuesta y el trato a unos clientes que solamente han dejado su opinión en este local. Lugar con pocas ganas de mejora y lugar al que nunca iré después de ver cómo tratan a sus clientes deseándoles lo peor. Para tener sitios así abiertos, mejor que cierren o los lleve gente competente» , ha escrito. Mucho más concisa ha sido la contrarréplica del propietario. Ya sabrán con qué tono... «Ains, ¿en serio?, mi corazón llora» . En otras respuestas, el responsable del bar se muestra más comedido: «Los comentarios deberían ser más reales, con cuidado, pues estás jugando con la ilusión de muchas personas, es criticar por criticar, como se hace del vecino por tener una creencia, no una certeza. Solo pido eso, humildad antes de comentar» .
No le debió parecer humilde el usuario que se quejó de que tuvo que marcharse sin ser servido después de un rato de espera, al que desde este local le replicó. «¿Os dimos mesa nosotros? Somos muy consecuentes con lo que podemos servir, es ese momento ustedes no podían ser servidos, no lloren tanto y sin ser adultos» . Ni otro que quería pedir comida en un bar de tapas. «¿Ustedes se creen que a las 00:00 es hora de pedir?» , le espeta el propietario.
A veces tira de un tono más irónico para responder a las malas críticas. «Lo peor de lo peor considero asesinatos, violaciones, robos, pero no un comentario. Lo peor de lo peor son cosas graves, un abrazo» . Del lado de los clientes también hay respuestas más o menos «graciosas». «Espero que a nadie más se le ocurra comer allí a excepción de mi suegra» , opina un usuario.
A pesar de que Google recoge comentarios positivos que incluso «llenan el alma» del propietario del bar, lo cierto es que pierde los buenos modales en muchas ocasiones . «¿Usted estaba bien moralmente y psicológicamente cuando vino? Es por conocer si su interpretación de la realidad pudiese estar alterada» , le dijo a una clienta que le otorgó una bajísima puntuación.
«Jajajajaja. ¿Vienes a un bar con prisas porque no estás feliz con las compañeras/os que estás en la mesa y todo te parece que tarda porque no estás a gusto en esa mesa? Jajajaja. Venga, cambie sus amistades si está más pendientes de la cerveza que de con quien está disfrutando supuestamente», le recriminó a otra.
Juzguen ustedes aquí eso de que el cliente siempre tiene la razón.