Piden la dimisión del rector de la Universidad de Almería por la extra de 2012

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF Almería, ha exigido este jueves la dimisión del rector de la Universidad de Almería (UAL), Pedro Molina, y del gerente, José Antonio Salinas, por «mentir de forma premeditada a los trabajadores» del centro académico sobre el abono de los 44 días correspondientes a la parte devengada de la paga extra de 2012.

Como ha precisado desde el sindicato, el gerente anunció en una reunión, mantenida el pasado 19 de noviembre, con la Junta de Personal que, en enero, se abonaría esta cantidad a todos los trabajadores , aludiendo que seria un desembolso que realizaría la propia Universidad, pese a la negativa de la Junta de Andalucía. Con posterioridad, fue el propio rector el que se comprometió a poner en marcha esta medida ante los delegados sindicales, justo antes de la visita de la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, a la UAL. Según CSIF, lo hizo para «evitar las movilizaciones» programadas coincidiendo con la presencia de la mandataria autonómica en el Campus.

Sin embargo, siempre según la versión de la central sindical, durante el Consejo de Gobierno de la Universidad celebrado el pasado martes se comunicó que el equipo de gobierno «no cumpliría con su compromiso de abonar en la nómina del mes de enero los 44 días que se les adeuda a estos trabajadores» . No obstante, CSIF junto a otros sindicatos, solicitaron hablar con el gerente para pedir explicaciones. A este respecto, la respuesta de Salinas fue que «la Universidad de Almería no es una administración pública a efectos presupuestarios y, por ello, la disposición de los presupuestos que habilita el pago a todas las administraciones públicas que estén saneadas no es aplicable a la Universidad».

Desde CSIF recuerdan, tanto al gerente como al propio rector, que «la decisión de pagar o no pagar la extra es de la Universidad de Almería, ya que la UAL tiene legitimidad para abonar esta cantidad, como administración saneada». Es por ello que el sindicato considera «una falta de respeto este juego mantenido por el Rectorado y la Gerencia con los representantes de los trabajadores» .