Archivan la querella contra los jueces que declararon legal la licencia de El Algarrobico

La justicia vuelve a dar un mazazo a las organizaciones ecologistas que defienden el derribo del hotel de El Algarrobico, levantado en primera línea de playa en el municipio almeriense de Carboneras. El Tribunal Supremo (TS) ha decretado el archivo de la querella criminal interpuesta por el colectivo Salvemos Mojácar por un presunto delito de prevaricación contra los tres magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que el pasado 29 de julio fallaron que la licencia de obras concedida en 2003 a la promotora Azata del Sol para la construcción del polémico establecimiento hotelero es legal, dado que entienden que el suelo sobre el que se asienta es «urbanizable».

En la argumentación del auto, la Sala de lo Penal del TS sostiene que procede acumular la citada causa a otra que fue archivada el pasado mes de junio, a tenor de que son los «mismos hechos, querellante y querellados». Además, el 29 de septiembre la Fiscalía advirtió de que los hechos denunciados por la organización proteccionista «no son constitutivos de delito» .

Salvemos Mojácar interpuso contra los jueces Rafael Toledano, María Torres Donaire y Jorge Muñoz Cortés , presidente y magistrados de la Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJA, respectivamente, esta segunda querella al entender que, al declarar conforme a derecho la licencia, habrían incurrido en una presunta prevaricación por no tener en consideración que tres sentencias firmes del Alto Tribunal dictaminan que el hotel vulnera la Ley de Costas por invadir parcialmente el dominio público marítimo-terrestre, lo que lo convertiría por tanto en «cosa juzgada».

A juicio de los ecologistas, los demandados «conocían» al dictar sentencia que el hotel «vulneraba la Ley de Costas» . Es decir que «los terrenos son protegidos al estar enclavados en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y que el hotel invade la servidumbre de costas, ya que se limita a decir que la licencia es legal sin entrar a valorar que los terrenos no son urbanizables y que el hotel invade la servidumbre de costas», según Salvemos Mojácar.