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De la investidura a los pactos municipales
Los alcaldables del PSOE se dejaron ver ayer por los patios del Hospital de las Cinco Llagas

Los tiempos políticos actuales van a toda máquina. Nada más resuelta la investidura de Susana Díaz, en los patios del Parlamento el tema de conversación eran los pactos municipales. Todos los posibles alcaldables del PSOE se dejaron ver junto a su lideresa Susana Díaz: Isabel Ambrosio, que será alcaldesa de Córdoba; María Gámez, que está negociando en Málaga; Gabriel Cruz, que ha conseguido desbancar al popular Pedro Rodríguez en Huelva; y Juan Espadas, el candidato en Sevilla, elegido por Susana Díaz, quien ultima sus negociaciones para hacerse con el bastón de mando.
Con una amplia sonrisa, Juan Espadas casi ejercía de alcalde y no fue casualidad que charlase largo rato con el presidente del grupo parlamentario de Podemos, José Luis Serrano, precisamente la formación con la que está negociando. También el de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, pendiente de pactos para mantener la Alcaldía, se dejaba ver con interés. Todos los barones de Susana Díaz estaban ayer en su investidura: desde Antonio Pradas y José Luis Heredia, ambos de la Ejecutiva Federal del PSOE, hasta los alcaldes con más peso en la provincia de Sevilla, como el de La Rinconada, Javier Fernández; el de San Juan de Aznalfarache, Fernando Zamora. Tampoco faltaron numerosos cargos intermedios de la Junta que, hasta ayer, no habían pasado por las Cinco Llagas.
Pero era la jornada de la presidenta. Susana Díaz se mostraba contenta, recuperando su tono institucional que había perdido en los últimos días de las negociaciones. La líder socialista estuvo acompañada por su marido, José María Moriche, quien asistió por primera vez a una sesión de investidura de las cuatro a las que se ha sometido la presidenta. En la tribuna de invitados, estaba sentado junto a uno de los hombres fuertes de Susana Díaz, Máximo Díaz Cano.