caso ERE
La dimisión por entregas de Griñán fuerza la retirada de Manuel Chaves
El diputado socialista rehúsa irse, pero el PSOE insinúa que no va a continuar una legislatura más
La situación del senador socialista José Antonio Griñán no ha cambiado desde el 27 de agosto de 2013, cuando —pese a haber asegurado un mes antes que agotaría la legislatura— dejó la Presidencia de la Junta de Andalucía por un puesto en el Senado para protegerse de una eventual imputación en el caso ERE que se produjo seis meses después. Ese día, cuando ABC le preguntó si se planteaba también dejar la política a las puertas de su nombramiento como senador en representación de Andalucía, se cerró en banda: « Mi escaño es mío , por qué lo tengo que abandonar», proclamó casi ofendido. Hoy, en efecto, el escaño sigue siendo suyo.
El que fuera cuarto presidente de la Junta de Andalucía, que declaró el pasado miércoles a «El país» que abandonará todo, salvo la militancia, para «evitar la presión al partido» , ha dimitido sin dimitir. No es que vaya a dejar el acta, sino que no va a renovarla, sabedor de que su partido no iba a proponerle continuar en la Cámara Alta cuando tocara renovar a los ocho senadores de la Comunidad antes del verano. Su «falsa» dimisión no tendrá consecuencias políticas —PP, Podemos, Ciudadanos e IU insistieron ayer en que no van a apoyar por ello la investidura de Susana Díaz—, pero sí introduce un nuevo factor de inestabilidad en las filas socialistas. La renuncia «en diferido» de Griñán señala la puerta de salida al resto de los aforados imputados por el Supremo: los exconsejeros Gaspar Zarrías, José Antonio Viera y Mar Moreno y, sobre todo, el expresidente Manuel Chaves .
El exmandatario andaluz intentó ayer sacudirse esta presión, cada día más insoportable, manifestando que no piensa, por ahora, seguir los pasos del que fuera su sucesor en la Presidencia de la Junta cuando se fue a Madrid como ministro de José Luis Rodríguez Zapatero en abril de 2009. En los pasillos del Congreso donde hoy ocupa un escaño junto a Viera y Zarrías, aseguró a los periodistas que « respeta» la decisión de su antiguo consejero de Economía y Hacienda, pero su situación es «diferente», puesto que su designación no depende del Parlamento andaluz y la legislatura acaba a finales de año. «Griñán ha tomado una decisión en relación con una situación parlamentaria muy determinada en el Parlamento andaluz, que es la posibilidad de elección de senadores autonómicos. Lo respeto, pero en mi caso es diferente. Yo soy diputado y, en el momento oportuno, tomaré una decisión », afirmó.
Lo que no está tan claro es que su continuidad sea una decisión personal o más bien, como insinuaron ayer desde la dirección federal socialista, una imposición de su propio partido. El secretario de Organización del PSOE, César Luena , sostuvo que no cree que el partido vaya a estar en la tesitura de tener que decidir si incluye al expresidente Chaves en una futura lista electoral. «No creo que llegue ese momento» , advirtió.
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