ronda de contactos
Populares y socialistas se reúnen hoy de cara a la investidura de Susana Díaz
Las negociaciones con Podemos y Ciudadanos están paradas por el momento
Los nervios están empezando a hacer mella en el seno del PSOE donde se ve cómo cada vez se les complica más la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía . Porque las negociaciones con Podemos y Ciudadanos para permitir la investidura de la socialista están completamente paradas. Ambas fuerzas políticas han dado un paso atrás desde su primer encuentro institucional con Susana Díaz y ninguna de las dos quiere llegar a acuerdo alguno con el PSOE, lo que consideran una suerte de suicidio político, sobre todo en este contexto de elecciones municipales inminentes.
Las únicas vías de negociación que permanecen abiertas son con Izquierda Unida , con quienes se reunieron ayer por pura cortersía y formalidad institucional pero sin cambio en las decisiones; y con el PP , con quienes se sentarán durante la mañana de hoy, aunque la postura de los populares parece cerrada con el voto contrario a Susana Díaz .
Podemos y Ciudadanos están en una especie de competición a ver quién de los dos exige más a Susana Díaz para ofrecerle su apoyo o, cuanto menos, su connivencia con una abstención en la segunda votación del Parlamento . Y ambas fuerzas políticas han seguido la misma estrategia: echar la responsabilidad en manos de Susana Díaz exigiéndole una respuesta a sus condiciones antes de sentarse si quiera a negociar.
Condiciones que son, grosso modo, las mismas. El cese de Chaves y Griñán —que parecen haberse convertido en el símbolo aislado de la corrupción política como si hubiesen trabajado solos— la transparencia y la limpieza de la administración, así como medidas concretas que impidan que la corrupción política pueda volver a producirse.
Podemos aumentaba anoche sus exigencias, pidiendo a los socialistas no sólo que cumplan las condiciones para reunirse sino un orden del día preestablecido de dicho encuentro, así como que éste se celebre con carácter público.
Mesa del Parlamento
Mientras se lleva a cabo esta medición de fuerzas entre los partidos emergentes y el PSOE, están dejando de lado una de las principales claves en esta negociación, la composición de la Mesa del Parlamento . Se trata del órgano encargado de controlar el funcionamiento de la Cámara Legislativa , de aceptar o no los asuntos que se debaten en los plenos, de pedir o no la comparecencia de los miembros del Gobierno ante la Cámara, así como de establecer las comisiones parlamentarias y la tramitación de las distintas iniciativas. Es decir, es el órgano que tiene la llave del control al Gobierno.
Según el Reglamento del Parlamento , la Mesa debe contar con representantes de todos los grupos parlamentarios (cinco en este caso) y está compuesta por 7 miembros, presidente incluido que es quien tiene la última palabra en caso de empate. El presidente se elige por mayoría de la Cámara por lo que siempre ha estado en manos del partido más votado, el PSOE, salvo en la Legislatura de la pinza cuando los socialistas se la entregaron a IU ( Diego Valderas ) como parte de la negociación.
Una posición fuerte que hizo a Chaves , entonces presidente, pasar algunos malos ratos en el Parlamento pero que ahora parece que no se va a producir. Porque sólo el PP está dispuesto a negociar este extremo. Hoy mismo, los negociadores populares y socialistas se sentarán en la misma mesa precisamente para establecer un acuerdo en este sentido. Los socialistas quieren hasta tres miembros en esta Mesa y los populares han anunciado que ellos demandarán lo que la representatividad les otorga, lo que se traduce en dos puestos en la Mesa . Así las cosas, lo más probable es que PSOE y PP sienten cada uno a dos miembros en este órgano, mientras que el resto — Podemos, Ciudadanos e IU — contarán con un solo representante. Todos dan por hecho que el PSOE ostentará la presidencia.
Lo más curioso es que la oposición en bloque podría imponer al PSOE una Mesa del Parlamento con otra composición radicalmente distinta, empezando por un presidente no socialista. Pero la bisoñez y la falta de liderazgo político de la mayoría de los grupos de la oposición ha hecho imposible, al menos de momento, que los cuatro grupos se sienten a negociar y a establecer una estrategia común en este sentido.
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