turismo
Los hoteles de Andalucía se adaptan a los nuevos viajeros
Los turistas «detox», que entregan el móvil y la tablet en recepción para someterse a «purgas» tecnológicas, conviven con los viajeros súper conectados
Es duro no compartir selfie con los amigos o con los followers de Twitter o Facebook si estás alojado en una isla del Caribe, pero hay valientes que lo consiguen. El Plam Island Resort de San Vicente de las Granadinas repudia la tecnología. Sin televisión, ni teléfono, ni conexión a internet, de las palmeras de la playa cuelgan cartelitos con una orden: «Shhh». Son una versión muy cara del «digital Detox» o desconexión digital, una nueva oferta para viajeros que quieren estar fuera de cobertura y pagan por ello y por otros servicios exclusivos para rellenar el vacío tecnológico.
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Esta tendencia del negocio turístico tiene ya réplicas en Andalucía. La cadena Vincci oferta un paquete «Detox» en dos de sus hoteles andaluces. En el check-in, el recepcionista te da la bienvenida con un zumo depurativo y te pide que le entregues todos tus aparatos electrónicos (móvil, mp4, portátil, tablet, radio...), que no te devolverá hasta la salida. El Vincci Rumaykiyya de Sierra Nevada te sugiere experiencias más emocionantes que el wasap, como la «primera huella», que consiste en madrugar para ser el primero en pisar la nieve. Con una clase de esquí o una excursión con raquetas por la blanca montaña granadina, el cinco estrellas te ayuda a desconectar de verdad.
Antiestrés
También el Vincci Selección Estrella del Mar de Marbella es un centro de reseteo de la mente y el cuerpo que te induce a despojarte de los gadgets. Los pases diarios por la cama balinesa, los masajes, circuitos termales, préstamo de libros o una excursión para hacer barranquismo por el cañón en el río Guadalmina son experiencias que hacen bajar de la otra nube, la de internet. También el Barceló Sancti Petri de Chiclana de la Frontera tiene un programa «Detox» antiestrés de desconexión total.
Y junto al ayuno tecnológico, hay ofertas de hambre auténtica para depurar el cuerpo y el alma. El programa «Life Changing Detox Retreat» del Shanti Shom marbellí son cinco días a base de zumos, caldos, yoga y paz en un entorno ideal.
Los hoteles contratan a especialista en redes sociales y psicólogos
Pero, frente al ascetismo pijo hay otra corriente arrolladora, la de los «millennials», un target de moda en el sector turismo. Son viajeros de entre 18 y 35 años a los que se reconoce nada más entrar en el hall porque no preguntan si hay wifi —eso se da por supuesto: es irrenunciable— sino por la contraseña de acceso a la red. Son una de las presas preferidas de las cadenas ya que cada vez aportan más ingresos a este negocio. Tecnológicamente hiperactivos, eligen su estancia por información de las redes sociales. Según estudios, seis de cada diez consulta Facebook antes de reservar.
«Está entrando con fuerza la movilidad, los nuevos servicios que se ofrecen y se buscan por el móvil», señala Patricia Miralles, responsable del área de innovación del Instituto Tecnólogico Hotelero (ITH).
A esta ola se ha subido un clásico hotel sevillano, el Bécquer, que mantiene una apuesta estratégica por la innovación y por las nuevas tecnologías. Hace dos años fue el primer hotel en España que lanzó una guía electrónica de Sevilla para visitar los monumentos. Con esta aplicación gratuita que se descarga en el móvil, el céntrico cuatro estrellas hispalense ha podido entrar con fuerza en las redes sociales y recibió el Premio a la innovación turística nacional que concede Hotusa. Recientemente, también ha sido galardonado por la mejor estrategia hotelera en contenidos digitales por la revista Gran Hotel Turismo.
Los «millennials» consultan Facebook antes de hacer la reserva
«Después de 41 años con nuestro planito de papel se nos ocurrió hacer esta autoguía para satisfacer a los clientes en lo primero que nos piden al llegar, información de los monumentos que no pueden perderse en Sevilla», señala Alejandro Rodríguez,director comercial del Hotel Bécquer. Con esta visión de negocio, prevé lanzar en 2015 otra autoguía dedicada a la ruta del tapeo sevillano. «La gastronomía es el segundo motivo de interés que nos manifiestan», señala el directivo.
La cadena Room Mate, del empresario Kike Sarasola, también sigue la estrategia de «innovación constante». En sus tres hoteles andaluces — Lola y Larios en Málaga y Leo en Granada— los clientes acceden a una de sus últimas aportaciones, WiMate, un wifi portátil en toda la ciudad. También el Holiday World de Málaga va a la caza del cliente tecnológico en la red o con tecnología punta, por ejemplo, en piscinas de olas.
Las tendencias generan nuevos perfiles laborales en el sector turístico, como el de psicólogo o el de especialista en redes sociales. Este último reemplaza a los tradicionales directores de marketing bajo la premisa de que el negocio hotelero está en el móvil.
