gobierno PSOE-IU
Los socialistas no quieren ni oír hablar de un adelanto electoral en Andalucía
Minimizan las duras críticas vertidas por IU contra los gobiernos del PSOE, a los que tildan de «régimen»

Todas las voces autorizadas del PSOE enviaron ayer el mismo mensaje: el pacto de Gobierno con Izquierda Unida se está cumpliendo, el trabajo conjunto funciona «muy bien» y esa es la única hoja de ruta que ambas formaciones políticas tienen que seguir. Lo demás son cuestiones internas «normales y naturales». Unas palabras cuyo objetivo era minimizar las duras críticas vertidas por la dirección política de IU contra los gobiernos del PSOE al que tildan de «régimen» y culpan de favorecer las desigualdades, además de censurar hasta la actividad de sus propios parlamentarios impidiéndoles presentar iniciativas propias.
Una estrategia perfectamente determinada porque la dirección del PSOE andaluz no quiere ni oír hablar de una posible ruptura del pacto de Gobierno en la Junta y unas elecciones anticipadas en el actual escenario político. Susana Díaz es plenamente consciente de que las próximas elecciones van a a suponer un varapalo para los dos principales partidos (PP y PSOE) y no quiere ser responsable de un posible descalabro del PSOE andaluz por lo que prefiere esperar a que pasen las elecciones municipales —que se celebrarán el 23 de mayo de 2015— y terminar la legislatura en sus plazos, un año después, cuando se hayan aclarado muchas incertidumbres políticas. Al ser las municipales unas elecciones en toda España, los resultados serán total responsabilidad del actual líder federal del PSOE, Pedro Sánchez.
No obstante, el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, no quiso mostrar todas las cartas en público y por eso ayer dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que IU está en su derecho de realizar las consideraciones que crea oportunas y que «lo mismo podría pasar en sentido inverso».
Tampoco Izquierda Unida quiere salir del Gobierno andaluz en la actual situación, con el aliento de Podemos en su cuello, formación que les ha ganado el terreno en las calles y que amenaza con hacerlo también en las urnas. La gestión —generalmente pulcra aunque con importante excepciones— de sus alcaldes y concejales son su principal baza para las municipales, sobre todo teniendo en cuenta que Podemos no va a presentarse como formación porque se reservan para las generales.
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