Los pagos de Juan Lanzas sobre el capó de un coche

La declaración del testaferro de los ERE, Juan Francisco Algarín, ante la juez Mercedes Alaya que instruye el caso ERE volvió a poner ayer de manifiesto la actitud que mantenían algunos de los personajes principales de una trama a veces más propia de un sainete. El acta de la comparecencia de ayer revela que, por ejemplo, algunas de las facturas que investiga la juez Mercedes Alaya, se firmaron «sobre el capó de un coche» en la puerta del hotel Los Lebreros.

Pero Algarín, que ayer llegó a los juzgados sin perder la sonrisa y saludando a todo el mundo como el que va de paseo, también dejó otras perlas durante su declaración que dan una idea del talante de Juan Lanzas que todo lo hacía a lo grande. De hecho el imputado aseguró que conocía al «conseguidor de los ERE de unos temas de aceite de oliva y que hace algunos años le pidió «tres o cuatro garrafas de aceite». Y Juan Lanzas le mandó «un trailer lleno de ellas». De lo que Algarín dedujo que debe al conseguidor un millón de las antiguas pesetas.

Además Algarín, que ayer aseguraba en la puerta de los juzgados que ahora reside en Jerez y que no tenía dinero ni para pagar el autobús de vuelta a esta localidad gaditana, también aseguró ante la juez que una de las cuentas corrientes de gastos que tenían y que está siendo investigada fue denominada «cuenta multiusos». Algarín, que pasó varias semanas en prisión por su implicación en los ERE, estuvo un tiempo en tratamiento para desintoxicarse de su adicción al alcohol.

Ayer también se quejó de que él había acudido a declarar ante la juez mientras que Juan Lanzas no lo había hecho alegando de que no había sido notificado. Era uno de los peculiares personajes que aparecieron en la trama de los ERE junto al «chófer de la coca» o el camello.