caso blanqueo
La vida de la reclusa Isabel Pantoja en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra
Cacheada, sin móvil, obligada a compartir celda y retrete con otra reclusa, irá a duchas comunes... Pero podrá cantar
En la cárcel de Alcalá de Guadaíra, a 25 kilómetros de Sevilla, las celdas se cierran con puertas de hierro y cerrojo. Las ventanas cerradas con barrotes de seguridad tienen vistas al patio. El que a partir de ahora, será el único lugar de recreo de Isabel Pantoja Martín . Y es que la cantante, como no puede ser de otra forma, será tratada como una reclusa más. Al llegar tuvo que mostrar al funcionario su DNI e identificarse. Una funcionaria la cacheó, le quitó todos sus objetos personales (el móvil, las joyas, el dinero) y le hizo la ficha (con la foto de los tres perfiles) y la huella digital. Su vida será muy distinta a la que llevaba hasta ahora como artista.
El PPS. Una vez ultimado el registro debía ser examinada por un médico, un educador y una trabajadora social, quienes determinan si debe acompañarla otra reclusa. En casos como éste suele ponérsele una presa «sombra» como establece el Protocolo de Prevención de Suicidios.
Horarios. La cantante tendrá que levantarse a partir de hoy a las 8 de la mañana y salir al patio. Luego acudirá a desayunar, comerá a las 13 horas y cenará a las 19.30. Tendrá que someterse, no a uno, sino a tres recuentos diarios. El «toque de queda» es a las 21.30 horas, cuando se hace el último recuento.
La celda. Las «habitaciones» tienen menos de diez metros cuadrados y son dobles. Compartirá habitáculo con otra reclusa. Hay una litera y una estantería para sus objetos personales. Deberá compartir retrete y lavabo (sin puerta)con su nueva compañera. Y luego utilizar las duchas comunes que están junto al patio.
Incomunicada. Pantoja no tendrá móvil y solo podrá hacer diez llamadas a la semana de cinco minutos. Para ello dispondrá de una tarjeta que suspende la comunicación cuando la reclusa se alarga en la llamada más de cinco minutos. Eso sí. no tiene límite para recibir cartas o telegramas. Si quiere ver televisión tendrá que comprarla de su bolsillo.
Actividades. La cárcel ofrece actividades a las reclusas. Podrá elegir entre asistir a la escuela, un taller de manualidades, deportes o teatro. Fuentes penitenciarias aseguran que podrá cantar ya que en días festivos, la prisión organiza cante y baile flamenco.
Dinero. La cantante tendrá que dejar el dinero e ingresarlo en una cuenta o pecunio. Pero sólo podrá sacar 100 euros a la semana. Y con ello tendrá que apañárselas para hacer frente a las compras o los gastos que tenga.
Supermercado. La prisión de Alcalá, como las demás cárceles, tiene un pequeño economato en el que las reclusas pueden comprar productos de alimentación, de aseo personal o tabaco.
Productos de belleza. Si Pantoja quería llevarse sus cremas de cosméticas y colonias tendría que haberlas llevado cerradas y precintadas. Como ocurre en los aeropuertos, no puede introducir ningún bote abierto. Suele haber siempre alguna reclusa peluquera que peina a sus compañeras.
Visitas. Podrá recibir dos visitas semanales de veinte minutos cada una o una única visita de cuarenta. Lo normal es que sean en fin de semana. Tiene derecho a un bis a bis al mes con una duración de entre una y tres horas.
Limpieza de la celda. Pantoja tendrá que coger la fregona. Todas las reclusas deben hacerse cargo de la limpieza de su habitación y de los espacios comunes del módulo.
La hora de rezar. En toda las cárceles hay un espacio habilitado para la práctica del culto religioso.
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