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La macrocausa de los ERE, a tres órganos distintos: Supremo, TSJA y Alaya
La instrucción puede repartirse ahora en tres órganos: el Supremo, el TSJA y la juez Alaya; con ventajas e inconvenientes
Si el Tribunal Supremo no dictamina lo contrario, la macrocausa de los ERE será encausada (aún no se puede hablar de enjuiciamiento puesto que está en fase de investigación) en tres órganos distintos. Una parte, la que afecta a los aforados del Congreso y el Senado (Manuel Chaves, José Antonio Griñán y los exconsejeros Gaspar Zarrías, Mar Moreno y José Antonio Viera) está ya en el Supremo. Otra, la de los aforados autonómico (Antonio Avila, Carmen Martínez Aguayo, Francisco Vallejo y Manuel Recio) irá al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Y el resto se quedará, de momento en Sevilla en el juzgado de Mercedes Alaya. Pero ¿que supondrá esta división de la causa?. Tiene pros y contra.
Era lo que querían. Desde la Junta de Andalucía, y desde el entorno de los aforados, llevaban meses pidiendo a la juez Alaya que enviara ya la parte en la que viera indicios de delito al alto tribunal competente. A los aforados les parecía que el Supremo les daba más garantías. Y eso enlaza con la siguiente premisa.
Privilegios de aforados. En el Supremo los diputados y senadores gozan de privilegios por su fuero. Y solo pueden ser llamados a declarar y ser imputados previa petición de suplicatorio al Congreso o al Senado. Obviamente, en ese órgano el trato que se da a los políticos no es el mismo que al resto de justiciables.
Lejos de Alaya. Si prospera la división de la causa, la mayoría de los políticos estarán lejos de la influencia de la juez instructora y de su «afán imputatorio», como definen algunas defensas al hecho de que Alaya siga instruyendo e imputando delitos. (Lleva 229).
Más abarcable. Tal y como pedía el fiscal, que se divida la causa en varias piezas haría el sumario más abarcable y permitiría avanzar con mayor agilidad en una macrocausa que en enero cumplirá cuatro años y sobre la que se cierne la sombra de la prescripción.
Muchos juicios. Pero, si se hace esa división, e incluso si se hace la división en piezas que propone Anticorrupción, puede haber más de 200 juicios, según cálculos iniciales del fiscal. Ala vista del procedimiento sobre la trama política, que además de en Madrid podría continuar en Granada, se sumarían otras piezas de mediadores y comisionistas, así como otras tantas como ayudas irregulares se dieron.
Sentarse varias veces en el banquillo. Es uno de los principales inconvenientes que las defensas, sobre todo las de los altos cargos no aforados, encuentran en la división. Hay altos cargos como el exdirector de Trabajo o el exconsejero de Empleo que serían encausados en varias tramas. ¿Tendrían que sentarse varias veces en el banquillo?. Esa situación también podría afectar a la propia exconsejera de Hacienda, Magdalena Alvarez. Y los abogados, ¿Cómo asumirían tanto juicio?
Sentencias contradictorias. También podría darse el caso de que se produjeran fallos contrarios. Esto es, que un órgano decidiera abrir juicio y otro archivara. O que un tribunal condenara y otro absolviera. O incluso que impusieran penas muy dispares para las mismas personas.
Más penas. A ello hay que unir también que si hay varios juicios, hay imputados que podrían ser condenados varias veces con lo que ello podría suponer que les cayeran penas mayores que las que implicaría un único juicio. Y de eso no quieren ni oir hablar las defensas.
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