medio ambiente
El águila imperial se salva en Andalucía con menos de 5 millones de euros
Supone la décima parte de lo invertido en la recuperación del lince ibérico
En la década de los 90 del pasado siglo Andalucía contaba con 24 parejas nidificantes de águila imperial, mientras que en la actualidad se contabilizan hasta 94, lo que supone un 3,3 por ciento de incremento con respecto a 2013. Además, de los 120 pollos nacidos más de cien han volado, según datos recogidos por la publicación Natura hoy.com.
Para Miguel Ferrer, delegado en Andalucía del Consejo Superior de Investigaciónes Científicas, presidente de la Fundación Migres y uno de los principales expertos en águilas imperiales, estas cifras tan espectaculares se han debido a los programas de correción de tendidos eléctricos y a las actuaciones concretas de conservación como la eliminación de venenos en Doñana o al proyecto de reintroducción en la provincia de Cádiz, destinado no sólo a mantener la población sino a potenciar el intercambio.
Y todo ello ha sido posible con una inversión hasta cierto punto modesta, 4,7 millones de euros en las últimas dos décadas, aportados fundamente por la Junta y las empresas eléctricas. Una cantidad que aproximadamente supone diez veces menos que lo destinado a la recuperación del lince ibérico, que cuenta con un generoso, y también exitoso, programa de cría en cautividad.
Según Ferrer, el águila imperial se encuentra «rozando» la recuperación completa. «Uno de los criterios para la clasificación de especies amenazadas no es solamente el tamaño de la población sino su tendencia, y como ha sido claramente positiva en los últimos años, está a punto de salir de la clasificación de amanazada para pasar a la categoría de vulnerable. Hay que seguir vigilándola, pero ya no está en peligro grave de extinción», afirma.
En el arreglo de tendidos eléctricos, durante los últimos cinco años se han invertido unos 3,8 millones de euros, la mayor parte procedente de la Consejería de Medio Ambiente y de las empresas eléctricas, y el resto del programa LIFE que cofinancia la UE. El programa de reintroducción ha costado 60.000 euros al año y se ha prolongado durante 12 años. Y el proyecto de recuperación de Doñana se ha elevado a 120.000 euros repartidos en cuatro años.