Valderas desafía a Marruecos al anunciar un viaje a los campamentos saharauis

El vicepresidente andaluz, Diego Valderas, anunció ayer que en enero próximo la Junta de Andalucía efectuará un viaje oficial a los campamentos de refugiados saharauis, respondiendo a una invitación efectuada en varias ocasiones por representantes del pueblo saharaui.

El anuncio de la visita supone todo un bombazo político por su extrema inoportunidad. Cualquier reconocimiento institucional al pueblo saharaui es interpretado en la diplomacia marroquí como un desafío al reino alauí, y el anuncio del viaje oficial dela Junta a los campos de refugiados se produce sólo diez días después de que el Rey Mohamed VI recibiera a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en el palacio real de Tetuán. El monarca alauí accedió a recibir a Díaz tras una intensa negociación con la diplomacia española, e incluso fletó un avión expresamente para trasladar a la presidenta andaluza desde Rabat hasta Tetuán.

Además, el vicepresidente opta por estrechar los lazos con el pueblo saharaui justo cuando España debe exigir al gobierno marroquí el cumplimiento del acuerdo pesquero, después de que la flota de Barbate y Algeciras haya optado por renunciar a faenar en aguas marroquíes —pese a haber abonado las licencias pertinentes— ante el acoso al que se ven sometidos por embarcaciones del país vecino.

Valderas realizó el anuncio en la inauguración de una exposición fotográfica sobre la vida cotidiana en los campos de refugiados organizada por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo y titulada «Exiliados en la arena». El vicepresidente destacó la ayuda de cooperación y el compromiso político que el pueblo andaluz y su Gobierno tienen con el pueblo saharaui, que es un «objetivo prioritario». Asimismo destacó que el Gobierno andaluz mantiene «una colaboración muy estrecha» con los refugiados y está dispuesto a «establecer un lazo directo de solidaridad» con el pueblo saharaui.

El vicepresidente andaluz utilizó toda la terminología que irrita a la diplomacia marroquí: defendió que no se pueden olvidar «los compromisos de reivindicación política» que tiene el pueblo saharaui, compuesto por «miles de personas que están desplazadas de su territorio».

Asimismo, adelantó que durante la visita organizada por el Ejecutivo andaluz se intercambiarán «opiniones sobre la situación política» que se vive por parte de ese pueblo y c»uáles son las medidas que se tienen que poner en marcha para solucionar» el problema. Marruecos considera una injerencia cualquier interlocución en el conflicto que no sea las Naciones Unidas, ante la que presentó en 2007 su propuesta de solución, consistente en un referéndum que permitiría a los residentes del Sáhara Occidental votar para convertirse en una región autónoma del Reino.